El pollo frito es una de las elaboraciones más populares y extendidas por todo el mundo, con muchas recetas diferentes. Es una comida barata, relativamente sencilla, nutritiva y accesible.
En esta receta, te enseñaremos a preparar un pollo frito crujiente y sabroso utilizando leche, ¡y sin necesidad de huevo! Esta versión es perfecta para aquellos que buscan una alternativa diferente y deliciosa.
Ingredientes
- Troceamos 4 alitas de pollo y las cortamos por la unión de cada falange para dejarlas como se puede apreciar en la fotografía. La última falange no la utilizaremos por ser todo hueso.
- A los 4 jamoncitos de pollo, les realizamos unos cortes superficiales para que durante la fritura, su interior más grueso se cocine completamente y de forma homogénea.
- 1 taza de Harina Yolanda
- Sal
- Pimienta
- Leche entera
- Zumo de limón o vinagre
- Harina para rebozar
- Especias al gusto (ajo en polvo, pimentón, curry, jengibre, pimienta negra, mostaza)
Preparación
El pollo frito muy crujiente macerado va a ser desde hoy vuestra receta preferida en la elaboración de esta carne que es económica, sabrosa y fácil de preparar. En unos pasos sencillos vais a poder preparar esta receta y os sorprenderá lo jugosa, tierna y riquísima que está, palabra de cocinillas, jeje.
Paso 1: Preparación del Suero de Leche
Primero vamos a preparar el suero de leche, es muy sencillo de hacer, en un bol ponemos la leche entera y le añadimos el zumo de limón o el vinagre, lo dejamos 10 minutos. Ya puedes usarlo, como os decía es muy sencillo. En algunos sitios se puede comprar el suero de leche, lo que vosotros queráis.
Paso 2: Marinado del Pollo
Ponemos el pollo en el bol con el suero de leche y lo dejamos en el frigorífico durante 3 horas y luego lo dejamos fuera durante una hora más. Es mejor que esté a temperatura ambiente antes de freír.
Paso 3: Preparación de la Harina con Especias
En un cuenco grande ponemos las dos harinas, sal y todas las especias, lo mezclamos bien con un tenedor o una varilla hasta que estén bien integrados todos las especias con la harina.
Paso 4: Rebozado del Pollo
Salpimentamos los trozos de pollo y los vamos pasando por la mezcla que hemos preparado. A continuación, y quitando un poco el exceso de líquido, los pasamos por un plato con un poco de Harina Yolanda.
Paso 5: Fritura del Pollo
Para cocinar podemos freírlos en abundante aceite caliente, pero a temperatura no muy alta, durante 15 minutos para que se cocinen bien por dentro.
Ponemos el aceite a calentar y cuando esté caliente vamos sacando piezas de pollo del suero de leche donde se han estado macerando (escurrimos levemente ya que nos interesa que al estar mojadas se quedará mejor pegada la mezcla de harinas y especias) rebozamos bien y freímos 2-3 piezas en cada tanda.
Cuando veamos que las piezas de pollo se han dorado suficientemente, las retiramos del cazo y las dejamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite que puedan tener.
Paso 6: Servir
Vamos dejando el pollo una vez frito, sobre una bandeja con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Listo para comer, no va a quedar ni un trozo.
Servimos el pollo frito recién hecho para que conserve el toque crujiente, junto a la salsa que más nos guste (barbacoa o al curry van genial). Podemos acompañarlo con ensalada o patatas fritas para una cena de diez.
Consejos Adicionales
- Puedes utilizar cualquier parte del pollo, los trozos que tienen hueso suelen ser los más jugosos.
- Si van a comer los niños es preferible usar solo la pechuga, pero ojo al freír, no dejarlo mucho más tiempo del debido porque la pechuga se seca y no estará tan jugosa.
Variaciones de la Receta
- Para un sabor más intenso, podemos hacer una mezcla de harina con media cucharadita de comino y media de cebolla en polvo.
- Además, podemos optar por un empanado clásico, pasando el pollo por huevo y leche, para posteriormente rebozarlo en harina y pan rallado (batimos el huevo y lo mezclamos con la leche, y, por separado, mezclamos la harina con el pan rallado).
Crujiente y dorado por fuera, jugosísimo por dentro y lleno de sabor: un buen pollo frito nunca defrauda.