Las Patatas BONILLA A LA VISTA se distinguen por su calidad, gracias a la selección de las mejores patatas y un proceso de fritura cuidadoso. Las patatas tienen algo que las hace especiales, y la clave está en elegir la mejor materia prima y prepararla con mimo.
Selección de la Materia Prima
Por eso seleccionan las mejores patatas ya en origen, que se transportan y almacenan en la fábrica de Sabón (Arteixo) en las mejores condiciones. Se seleccionan las mejores patatas, que se transportan y almacenan en la fábrica de Sabón (Arteixo).
Proceso de Elaboración
Una vez fritas, se seleccionan solo aquellas patatas fritas que respondan a la calidad, color, textura y tamaño óptimo. Una vez fritas, nuestro “ojo mágico” se encarga de seleccionar solo aquellas patatas fritas que respondan a la calidad, color, textura y tamaño que consideramos óptimo.
Doble Proceso de Selección
Cuentan además con un doble proceso de selección: primero mecánico, que descarta aquellas patatas fritas que no cumplen con sus altos estándares de calidad. En nuestra fábrica de Sabón (Arteixo), aplicamos un doble proceso de selección, primero mecánico y luego manual, para asegurar la mejor textura, color y tamaño. Cuentan además con un doble proceso de selección: primero mecánico, mediante nuestro “ojo mágico”, que descarta aquellas patatas fritas que no cumplen con nuestros altos estándares de calidad.
Y después, manual, porque nada podrá sustituir la pericia y saber hacer del equipo de fábrica. Y después, manual, porque nada podrá sustituir la pericia y saber hacer de nuestro equipo de fábrica.
Bonilla a la vista, patatas fritas en lata | Elle España
El Origen de Bonilla a la Vista
Cuando Salvador Bonilla dejó la Marina, en la que había servido como cabo, decidió emprender su propio camino al seguir la tradición familiar de vender churros en las ferias. Desde temprana edad, había observado a su padre recorrer ferias y eventos locales ofreciendo churros. Además, dos de sus hermanos ya habían establecido con éxito sus propias churrerías en la ciudad de Ferrol: Churrería Bonilla y Churrería Bonilla el Pequeño. Inspirado por su experiencia en la Marina, Salvador nombró su negocio «BONILLA A LA VISTA».