El 9 de julio de 1962, un artista poco conocido llamado Andy Warhol inauguró una pequeña exposición que marcaría un antes y un después en el mundo del arte. Su obra representaba la sopa Campbell y cada una de sus 32 pinturas mostraba un sabor diferente en la alineación. Esta fue su primera exposición de pintura en solitario.
De Publicista a Artista Pop
Para entonces, había pasado casi una década como un artista comercial de primer nivel, trabajando con clientes publicitarios de alto nivel como Dior, pero estaba decidido a convertirse en un verdadero artista, reconocido tanto por los museos como por la crítica.
Para hacer las pinturas de la lata de sopa Campbell, Warhol proyectó la imagen de una lata de sopa en su lienzo en blanco, trazó el contorno y los detalles y luego los rellenó cuidadosamente con pinceles y pintura anticuados. Para mantener la coherencia, usó un sello manual para hacer el patrón de la flor de lis alrededor del borde inferior de cada etiqueta, pero no siempre lo hizo bien. Pequeños detalles (diminutos toques de rojo en la pintura Sopa de tomate, el sello de flor de lis aplicado de manera desigual en otras) traicionaron los orígenes artesanales de las pinturas.
Al usar técnicas de bellas artes para representar un objeto fabricado todos los días, Warhol captó una contradicción esencial en Pop Art. Aunque se suponía que debían verse como si hubieran sido hechos mecánicamente, cada pintura era ligeramente diferente, y no solo en el sabor de la etiqueta.
El impacto gráfico y un aire de nostalgia pueden ser dos de las razones por las que Warhol eligió la línea de productos de Campbell como su ícono pop. El diseño clásico de la etiqueta había cambiado poco desde su debut a principios del siglo XX, incluida la letra cursiva y hogareña de ‘Campbell’s’, que, según un archivista de la compañía, era muy similar a la firma del propio fundador Joseph Campbell. Y el mismo Warhol había crecido con la sopa Campbell. “Solía beberlo”, dijo. “Solía tener el mismo almuerzo todos los días durante 20 años”.
El primer espectáculo de Warhol no causó la impresión positiva que esperaba. De hecho, la poca respuesta que provino del público o de los críticos de arte podría ser dura. “Este joven ‘artista’ es un tonto de cabeza blanda o un charlatán de cabeza dura”, escribió un crítico. Un comerciante de arte en la calle de Ferus Gallery fue aún más mordaz. Colocó latas reales de sopa Campbell en su ventana, junto con un letrero que decía: “No se deje engañar. Consigue el Original. Nuestro precio bajo: dos por 33 centavos”.
Andy Warhol || Grandes y Polémicas Obras
El Ascenso del Arte Pop
A finales de los años 50 del siglo XX aparece más o menos simultáneamente en Inglaterra y Estados Unidos, un movimiento artístico conocido como Pop Art, pero lo hace de forma independiente, y donde adquiere una mayor relevancia y espectacularidad es en América. Enseguida se convierte en un movimiento con amplios seguidores sobre todo entre la gente joven.
El Pop Art dio origen a una cultura particular, con formas y temas fáciles y divertidos, con un contenido superficial que puede ser captado fácilmente, debido a lo cual fue apreciado y aplaudido por un público amplio y elemental. Los artistas del pop Art, reivindicaban con ello una “nueva cultura popular” para hacer frente a otras corrientes artísticas minoritarias, que exigían un público entendido y erudito, como el irracionalismo, el cientifismo, etc.
La civilización del consumo se convierte en objeto artístico, ya que los temas se extraen de las revistas ilustradas populares, de los carteles publicitarios, los cómics, los mitos e ídolos del cine, la televisión y el rock, de la iconografía comercial,…, en fin de la iconografía del hombre de la calle. Además, son imágenes que se toman tal cual, sin embellecerlas, reafirmando incluso su carácter de producción en serie.
Técnicamente son frecuentes los colores chillones, la factura impersonal, la repetición, la seriación, los recursos publicitarios y la reproducción mecánica. Su finalidad parecía consistir en descubrir para el arte todo lo que hasta entonces había sido considerado indigno, rompiendo con ello todos los tabús.
Warhol: La Estrella del Movimiento
Andy Warhol (1928-1987) fue la gran estrella del movimiento. Fue un destacado diseñador gráfico e ilustrador comercial. Desde sus primeras obras juega con objetos y productos comerciales muy populares (botes de sopa, detergente, botellas de coca-cola, etc.), reproducidos en pintura o serigrafía, con un tratamiento fotográfico y publicitario, utilizando incluso la repetición de la misma imagen, en ocasiones con cambios cromáticos.
Ni siquiera se molestaba por inventar imágenes y si al principio pintaba a mano sus cuadros, con el tiempo llego a utilizar la serigrafía comercial. En su afán por hacerse popular y famoso, aglutinó en su estudio a artistas y bohemios en general interesados en realizar su tipo de arte.
El Impacto y Legado de las Latas de Sopa Campbell
Una vez que el público y la crítica superaron su conmoción, se entusiasmaron con las latas de sopa de Warhol. Por un lado, hicieron que el arte fuera divertido. ¿Qué tan difícil podría ser entender una pintura cuando el original probablemente estaba en el estante de su cocina? Los críticos comenzaron a ver el humor astuto e irónico en los retratos. La muestra en Ferus Gallery marcó un punto de inflexión en la carrera de Warhol.
Después de las latas de sopa Campbell, Warhol pasó de la pintura a la serigrafía, un proceso que produjo resultados más mecánicos y le permitió crear múltiples versiones de una sola obra.
Al final, las latas de sopa de Warhol fueron reconocidas como obras de arte dignas de un museo, nada menos que por el Museo de Arte Moderno en Nueva York. Colección Particular EE. A finales de los años cincuenta y durante la década siguiente, fueron varios los aristas que insertaron en sus cuadros objetos de consumo cotidiano, corrientes y vulgares, algunos de mal gusto (kitsch). Crearon una nueva iconologia, amplísima y heterogénea, que abarca desde una gallina disecada hasta el mito de Marilyn Monroe. Pasando por las botellas de Coca-Cola- una cama, los cómics o anuncios publicitarios.
Esta nueva figuración rompía con el modo de hacer del informalismo, movimiento dominante en Norteamérica y Europa en los años cincuenta. Su éxito erigió a los Estados Unidos como líder en el campo de las artes visuales. Su recuperación de objetos triviales, intranscendentes y antitéticos la vinculó al dadaísmo de Duchamp («ready-made»), pintor considerado como antiartista.
La lata de sopa Campbell es una de las imágenes más reconocidas por cualquier americano, algo tan vulgar, como pueden ser en nuestra sociedad, los Chupa- Chups, los envases de Cola-Cao o las latas de anchoas. El envase es presentado frontalmente para que sea bien visible el logotipo de su empresa.
La obra sugiere una uniformidad mecánica que se repite en los miles de casas que tienen un objeto similar, una representación banal y cotidiana del espíritu de nuestro tiempo. La apariencia similar al dibujo de reproducciones publicitarias, incluso de apariencias fotográficas no molestan al pintor, que pretende provocar e incluso ridiculizar la sociedad de consumo americana. Los representantes puros del Pop- Art descubiertos por Leo Castelli- restan fuerza al nihilismo dadaísta y afirman el arte de la vulgaridad. «para borrar la frontera entre el arte y la vida».
Artdy Warhol, hombre polifacético, fue en sus inicios publicista, ilustrador y decorador, experimentando también con la corriente informal. Pintor y realizador de films underground, es sobre todo conocido por sus series de serigrafias, repetición a través de cambios de color del bote de la sopa Campbell, del estropajo Brillo, del rostro de Marilyn Nionroe, de Elvis Presley o de J.F. Kennedy.
Hace un trabajo gráfico y, como Roy Lichtenstein, es también un técnico de la información: «Cuando vemos varias veces seguidas una fotografia macabra, acaba por no producimos ningún efecto». Así, en su obra el eje vertebrador es la obsolescencia, lo efímero, como la imagen-noticia se diluye en la psicologia de los mass-media.
Warhol rechaza el modo de vida noaeamericano, esteriotipado y angustiado, estimulado a partir de eslógans visuales. Los artistas del Pop- Art plasman en sus cuadros estos objetos devoradores de la individualiclad. Evidencian el problema de la incomunicación en la socieclad tecnológica desarrollada y la falta de conciencia en el entramado social.
En sus composiciones domina la reiteración compulsiva de la imagen. En algunas escenas de gran violencia, denuncian el malestar de la sociedad actual. Al plasmar mitos sociales, desmitifican tanto la civilización postindustrial, pragmática y opulenta, como la tradicional obra de arte, cuyo contenido ahora es fácil y trivial. El arte también se consume.
No se trata de un arte original ni revolucionario. Los cuadros resultan frios, distantes y muestran la no creatividad de la masa, aglomerada en las ciudades. Andy Warhol (1928-1987) al igual que Lichtenstein se inició en el mundo de la publicidad y del cómic.
Una sensación de irrealidad y de artificialidad, reflejo del modo de vida americano, mecanizado y deshumanizado, invade estas obras, realizadas a partir de 1962 por el procedimiento fotomecánico de la serigrafía (Silk screen) y basadas en el concepto de la repetición. Pero la serigrafía en manos de Warhol se transforma en un medio flexible; sobre ella aplica con el pincel toques de color.
«Si quieres saber algo de Andy Warhol dijo en una ocasión el pintor, solo mira la superficie de mis pinturas, mis películas y a mí: yo estoy allí. No hay nada escondido. Warhol se considera a sí mismo como una máquina, y más que hablar de pinturas prefiere hablar de «productos industriales»: «Pienso declaró en otra ocasión que cualquiera podría hacer mis pinturas por mí (...). La razón por la que pinto de esta manera es porque quiero ser una máquina».
En la Factory (la fábrica), que es el nombre que da Warhol a su estudio, se llevan a cabo distintas series que Warhol únicamente supervisa y firma, sin más control que la introducción de efectos accidentales en el proceso de trabajo, o la inclusión de pinceladas de innegable autoría.
La lata de sopa Campbell es una representación totalmente cotidiana, ya que se trataba de un tipo de producto muy frecuente en la América de los años sesenta, que casi cualquier persona podía tener en su despensa y fue uno de los motivos que más repitió Warhol.
Además de las latas de sopa Campbell, Warhol también se destacó por sus retratos de celebridades como Marilyn Monroe, Elvis Presley y Jackie Kennedy, entre otros. Estos retratos, al igual que las latas de sopa, se caracterizan por su repetición y variaciones cromáticas, que le dan un aire de producción en serie, reflejando la masificación y la cultura de consumo de la época.
Warhol también experimentó con otras técnicas y medios, como la escultura y el cine. Sus películas, aunque menos conocidas que sus pinturas, también reflejan su visión crítica de la sociedad y la cultura de consumo.
A pesar de su aparente superficialidad, la obra de Warhol ha sido objeto de numerosos análisis e interpretaciones. Algunos críticos sostienen que su obra es una crítica mordaz a la cultura de consumo y la banalidad de la vida moderna, mientras que otros la ven como una celebración de la misma.
Warhol era un ilustrador comercial hasta los testículos de la seriedad y elitismo del expresionismo abstracto. Para él el arte era un juego, no un ente místico, y debería estar al alcance de todos, no sólo de unos cuantos eruditos. La propia cultura supura arte. La cultura popular fabrica sus propios iconos estéticos y Andy fue de los primeros no sólo en verlos como Arte con mayúsculas, sino en fabricarlos en masa, comercializarlos, como si de un producto más de consumo se tratara.
En Europa quisieron ver esta obra como una sátira subversiva y marxista al capitalismo estadounidense (cosa que de algún modo era), pero en realidad, Warhol se inspiraba simplemente en lo que le gustaba: consumía casi a diario sopa campbell y bebía coca-colas como un poseso.
Para realizar estos bodegones modernos, pasó de la armoniosa colocación tridimensional de los objetos, y prefirió mostrarlas como derivaciones mecánicas de la ilustración comercial. Al mostrar la repetición de 32 latas las convirtió casi en una abstracción cuyos detalles quizás eran menos importantes que el conjunto.
Con el tiempo, el artista siguió pintando más productos de consumo, que incluía también a personajes célebres como Marilyn, Elvis, Mao, Jackie Kennedy… y finalmente, él mismo.
Las Latas de Sopa Campbell Tipo Ferus
Los cuadros de latas de sopa Campbell tipo Ferus, que toman su nombre de los treinta y dos cuadros de latas individuales expuestos en la Ferus Gallery de Los Ángeles, son los más grandes y conocidos de los cuadros de sopa Campbell de Warhol. Para estos cuadros, Warhol pintó las conocidas latas rojas y blancas, refiriéndose a una lista de productos suministrada por la Campbell Soup Company y marcando cada tipo de sopa a medida que se completaba. Una serie posterior de latas de sopa Campbell, realizada hacia 1965, consta de diecinueve latas de colores diferentes. Para estas obras, Warhol no sólo utilizó colores de tinta que se apartaban de los colores reales, sino que también pintó con espray los fondos y la parte inferior (blanca) de la etiqueta de distintos colores. El resultado fue una colección a la vez inesperada y familiar.
Con estas obras revolucionarias, Warhol desafió nuestra forma de concebir el arte.
Hoy, después de su muerte, el arte pop de Andy Warhol sigue fascinando, y es uno de los artistas favoritos entre los galeristas y coleccionistas de arte.