La gran cualidad de las tortillas es su versatilidad. Si bien la reina de todas ellas es la de patata, se puede preparar también con muchos otros vegetales. La tortilla de calabacín es una variante vegetariana muy fácil y rápida de preparar. Apetitoso y nutritivo, llena con gusto y es una fantástica solución para vaciar la nevera. El calabacín es uno de ellos y acompañado de un poco de puerro -o bien podría ser cebolla- da como resultado una tortilla sabrosa y jugosa. Esta tortilla es muy fácil, riquísima y rápida de preparar.
Además se puede tomar en caliente pero también en frío lo que permite prepararla para llevar por ejemplo de picnic o a la playa y también que sea perfecta para esos aperitivos fríos con la familia o los amigos o incluso en cualquier celebración informal. La tortilla de calabacín siempre es una excelente alternativa a la hora de decidirse a preparar algo para comer. Ni siquiera importa la época del año en la que la hagas.
Está igual de sabrosa tanto fría como caliente, especialmente con la cremosidad de nuestro Arla Queso en lonchas Havarti derretido. Una delicia también ideal para que aquellos que no son muy aficionados a ello incluyan en su dieta algo tan necesario como las hortalizas.
Tortilla de Calabacín
A nosotros nos gusta que el huevo quede perfectamente cuajado pero sin perder jugosidad aunque también sabemos que hay a quien le gusta que el interior quede un poco líquido por lo que en la receta te doy las indicaciones para que la prepares a tu gusto tanto si te gusta de una forma como de otra.
Ingredientes para 2 personas
- 5 huevos
- 1 cebolleta o cebolla
- 1 calabacín grande o 2 pequeños
- Aceite de oliva y sal
Preparación de la tortilla de calabacín
Para preparar la tortilla de calabacines, primero corta los extremos de los calabacines y córtalos en rodajas de aproximadamente 3 mm de grosor.
Lava el calabacín y córtalo en rodajas finas, tal y como puedes ver en las fotografías. Aunque puedes cocinarlo en sartén, a mi me gusta mucho más cómo queda en el microondas. Pon las rodajas de calabacín en un estuche o recipiente apto para cocinar en el microondas microondas tapado con papel film y cocínalo 8 minutos a máxima potencia (suelen ser 800W).
Mientras se cocina el calabacín pela la cebolla y córtala en trocitos. Yo prefiero no picarla mucho porque me gusta que se noten los trocitos de cebolla, también podrías cortarla en tiras. Corta las cebollas en juliana.
En una sartén (la que yo he utilizado mide 24 cm de diámetro) con un par de cucharadas de aceite y a fuego medio-bajo, echa la cebolla junto con un poco de sal y deja que se poche durante unos 10 minutos, hasta que empiece a dorarse. Personalmente me gusta que llegue poco dorada a la tortilla aunque esto ya va en gustos.
Cuando la cebolla ya esté prácticamente lista incorpora el calabacín que ya se habrá cocinado en el microondas (escúrrelo bien antes de añadirlo) y revuélvelo todo 2 minutos a fuego medio. Salteamos juntos brevemente el calabacín y la cebolla. Reserva.
Mientras tanto, bate los huevos en un bol junto con el Parmigiano Reggiano DOP rallado, sal y pimienta. Mezcla bien la mezcla.
En un bol casca los huevos, echa un poco de sal y bátelos enérgicamente con unas varillas o un tenedor. Incorpora la cebolla y el calabacín y revuélvelo todo para que queden bien mezclados e impregnados. Mezclamos todos los ingredientes.
Ve batiendo los huevos en un cuenco grande. Añade sal. Incorpora los huevos batidos a la sartén y mezcla bien.
Pon la misma sartén a fuego medio-bajo con un poquito de aceite y ahora cuaja la tortilla. Vierte la mezcla de huevos, calabacín y cebolla en la sartén y cuando notes que se ha cuajado por abajo (puedes comprobarlo moviendo un poco la sartén y viendo que todo va junto en un bloque unido y despegado de la sartén), entonces es cuando debes darle la vuelta. Empezamos a cuajar la tortilla.
Cuando los calabacines hayan adquirido un buen color, baja el fuego y organízalos con la espátula para cubrir uniformemente la base. Cubre con la tapa y cocina a fuego lento durante 10 minutos.
Para darle la vuelta coge una tapadera o plato de mayor tamaño que la sartén, cúbrela y ahora vuelca todo el contenido de la sartén en el plato o tapadera, de forma que ahora puedas ver la parte cuajada de la tortilla por arriba. Con cuidado, desliza la tortilla de nuevo del plato a la sartén para que se cuaje por ese lado.
Voltea la tortilla en la sartén y cocina por el otro lado durante 2-3 minutos, sin tapa.
Ahora el punto lo decides tú. Si prefieres que la tortilla quede un poco líquida por dentro, pon el fuego un poco más fuerte (solo un poco) para que se cuaje rápidamente por fuera, y apártala a un plato. Si te gusta más que quede perfectamente cuajada mantén el fuego muy suave para que no se queme por fuera, pero que el interior se cuaje perfectamente. Podrás hacer la prueba con un palillo, introduciéndolo para comprobar cuanto de líquido está el interior.
¡Y lista! Tortilla de calabacín y cebolla recién hecha.
Cuaja la tortilla a tu gusto (más o menos hecha). Para un resultado más cocido, volver a darle la vuelta y cocinar unos minutos más por cada lado.
Las tortillas están listas para consumir en el momento, recién calentitas. Sin embargo, somos muchos los fans de las tortillas frías, esas tortillas que has hecho unas horas antes o incluso la noche anterior, que han reposado suficientemente, y que se mantienen a temperatura ambiente deliciosas y cuajadas. ¡Un espectáculo!
Sírvela al centro incluso en la propia sartén con un salvamanteles debado o directamente en los platos de los comensales. Y por supuesto, que no falten unas buenas rebanadas de pan 😉 Tortilla de calabacín y cebolla. Receta fácil y muy rica.
Variaciones y Consejos
Las tortillas admiten todo tipo de cambios, por ejemplo puedes añadir a la vez que la cebolla un ajito picado para realzar aún más los sabores o sustituir la cebolla por unos ajos tiernos. También puedes incluir alguna hierba como perejil u orégano y también especias como pimentón dulce o comino, te aseguro que le van genial.
La clave para hacer la tortilla es el control de la temperatura del fuego. Para no equivocarte, lo mejor es que lo mantengas medio-suave para que se cuaje poco a poco y, sobre todo, que no se te queme, ya que es lo único que no podrás arreglar.
Quítate el miedo a darle la vuelta a la tortilla!
En cuanto al calabacín, lo ideal es que sea de temporada (no de invernadero). Puedes hacer este plato en el horno, en un molde rectangular, a 180º y 15-20 min. Te quedará un pastel de calabacín y cebolla espectacular.
Para preparar esta deliciosa tortilla de calabacín, primero pela los calabacines ayudándote de un pelador de patatas. A continuación, lávalos y pártelos en cuadraditos. Agrega ahora el calabacín que has cortado y reservado previamente. Échale sal y deja que se vaya rehogando.
Mientras se hace el calabacín, puedes aprovechar para batir los huevos en un bol. Comprueba si está bien de sal y rectifica si es necesario.
Hoy te enseño una receta fácil, barata y saludable: tortilla de calabacín y zanahoria. Para empezar, batimos en un bol dos huevos. A continuación, con un pelador, pelamos a tiras finas un calabacín y una zanahoria. Una vez hecho esto, mezclamos todos los ingredientes bien y añadimos un poco de sal. Después, calentamos aceite en una sartén e incorporamos la mezcla. Ahora, para darle mayor sabor al plato, picamos queso cheddar y lo agregamos a la tortilla. Por último, dejamos que cuaje, doblamos por la mitad ¡y listo!
La tortilla de calabacín es una de nuestras favoritas y en ocasiones la presentamos así, en forma de minitortillas, sirviendo dos por comensal. En este caso solo le agregamos cebolleta porque no nos gusta mezclar el calabacín con nada más, pero esto es cuestión de gustos. Resulta una tortilla jugosísima y con mucho sabor.
Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén. Rehogamos la cebolleta picada finamente. Cuando ésta esté transparente echamos el calabacín picado.
Sacamos todo el aceite restante de la sartén, colocamos de nuevo las verduras y volcamos encima los huevos batidos para hacer la tortilla. Concretamente suelo dejar la tortilla poco cuajada, pero podéis dejar el punto del huevo como más os guste ya que la tortilla de calabacín es jugosa sí o sí.
Estas tortillitas de calabacín se pueden tomar perfectamente como una cena acompañadas de una buena ensalada.