Quienes somos fans de los bizcochos caseros sabemos que la tarta de zanahoria es un básico. Que suspiramos por ella en las cafeterías y pastelerías y que una merienda (sobre todo en las tardes de invierno) que incluya una carrot cake es un éxito asegurado.
Si además se da el caso de que tenemos niños, solo pensar en la cobertura de queso de esta tarta entre las tartas es equivalente a imaginárselos chupándose los dedos. Soy de quienes hacen bizcochos cada sábado y os aseguro que he probado muchas recetas de carrot cake, pero OS PROMETO que esta es la más fácil y rica del mundo que he encontrado. Por eso quiero enseñárosla y que la guardéis vosotros también ;-)
La tarta de zanahoria casera es un dulce totalmente irresistible. Este popular postre se compone de dos o tres capas de un bizcocho de zanahoria que queda particularmente húmedo y esponjoso, precisamente gracias a la presencia de la zanahoria entre sus ingredientes. Entre las capas de bizcocho se encuentra el elemento más característico de esta tarta que es el frosting de queso crema. El resultado es un bocado totalmente irresistible.
Hacer esta tarta de zanahoria en casa es muy fácil gracias al detallado paso a paso de esta receta en la que explicamos cómo hacer el bizcocho y la crema del relleno. En esta ocasión, hemos optado por utilizar 3 moldes de 15 centímetros de diámetro para conseguir una tarta alta muy vistosa, aunque si no tenéis 3 moldes, el bizcocho se puede hornear en un único molde redondo de entre 20 y 25 cm de diámetro que cortaremos por la mitad para rellenarlo con el frosting de queso. De esta forma obtendremos una tarta más baja formada por dos capas de bizcocho. Para una versión más fácil y rápida, incluso se puede dejar sin rellenar la tarta de zanahoria y en su lugar, cubrirla con una buena capa de la crema de queso.
¿Por qué esta receta es especial?
- Que se hace rápido.
- Que SIEMPRE queda bien.
- Que son pocos pasos.
- Que la puede hacer cualquiera.
Ingredientes
Para el bizcocho:
- 300 gramos de zanahoria (unas 3 zanahorias grandes)
- 200 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar moreno (le dará un toque más rústico)
Elaboración del bizcocho
Empezamos por el bizcocho. Pela y ralla las zanahorias. Echa las zanahorias ralladas en un bol con la harina, el azúcar, la sal, el bicarbonato, la levadura y las especias. Conforme mezclas, verás que las zanahorias sueltan su jugo y, junto con el azúcar y las especias, la masa se va impregnando de su dulzor y sabor característico. Se va haciendo pegajosa y también esponjosa. Aquí reside el verdadero secreto del bizcocho.
En otro cuenco, mezcla los ingredientes líquidos: los huevos, el aceite y la vainilla. Incorpora, poco a poco, la mezcla líquida con la de zanahoria. Remueve cuidadosamente hasta tener una masa homogénea. Luego pon en el molde.
Precalienta el horno. Prepara el molde con un poco de mantequilla para que no se pegue. Repartimos la mezcla en un molde de tarta de 26 centímetros, mientras precalentamos el horno a 180 ºC.
TRUCO EXPERTO: Golpea el molde con la masa dentro varias veces sobre la encimera. Esto hará que se rompan las burbujas de aire y el bizcocho no se baje al sacarlo del horno. Es un truco que me enseñaron hace poco, lo he probado con varios bizcochos y ¡no falla!
Hornea durante 40 o 45 minutos a 150 grados. Este es EL truco para que el bizcocho suba, la temperatura.
Cobertura o Glaseado
Como el frosting se resuelve muy rápido si tenemos varillas eléctricas, podemos esperar a que el bizcocho esté seco y frío. Realmente no es más que una crema dulce que vamos a elaborar mezclando bien con las varillas, hasta que esté homogéneo, la mantequilla en pomada, el queso crema, el azúcar y la esencia de vainilla. Cuando esté listo, reservamos.
Para hacer el glaseado, mezcla con una cuchara de madera (o con el robot de cocina si tienes) la mantequilla y el queso. Añade el azúcar y la vainilla. Remueve bien.
Cuando el bizcocho se enfríe, cubre con el glaseado y decora con nueces. Cortamos el bizcocho en dos círculos, partiéndolo por la mitad como si hiciéramos dos discos, y rellenamos por la mitad con el frosting y también lo cubrimos con él.
Consejos adicionales
- Incorpora bien la zanahoria: A mí me encanta la versión rallada, se integra bien con el resto de ingredientes. El resultado es sólido y esponjoso.
- Asegúrate de que las zanahorias estén bien frescas: La carrot cake no tendrá el resultado esperado si no están bien frescas y no llevan pocos días fuera de la tierra.
- Mejor aceite que mantequilla: El aceite de girasol es más suave para el sabor del bizcocho.
- Cuidado con el orden de los ingredientes: Por un lado los sólidos, por otro los líquidos. No te lo saltes porque es el secreto para que quede esponjoso y suba.
- Los frutos secos: El mejor complemento para la zanahoria son los frutos secos. Las nueces le van genial, pero también puedes ponerle pasas, por ejemplo.
- El tiempo justo: Déjala que se caliente durante 3/4 de hora o 50 minutos a 150º. ¡Así no se bajará!
- Un queso cremoso de calidad: Este marca el sabor de la tarta y, por eso, debe bueno. Déjalo en la nevera y procura que esté fresco.
- El toque especiado: En este tipo de receta no puede faltar un punto especiado y picante que da el jengibre. La canela es su complemento perfecto.
- Sirve en frío: Para que la tarta de zanahoria sea lo más sabrosa posible, mantenla en un sistema de refrigerado durante unos días. Cuando está bien fría, es cuando más rica está.
- ¿Se puede congelar?: A veces me ha sobrado carrot cake y la he congelado, con cobertura incluida. Luego la he descongelado el mismo día (incluso solo un rato antes) de servirla, y estaba deliciosa.
Los mejores amigos de una tarta o pastel así son un buen café o un buen té, una mesa grande para compartirla y un buen rato para degustarla y gozar como niños a costa del frosting y del intenso sabor de la zanahoria y de las especias que forman parte de la mezcla.
Para personalizar esta irresistible tarta de zanahoria, podemos añadir unas nueces picadas al bizcocho u otras especias como el jengibre, la nuez moscada o el clavo. Esta tarta resulta ideal para servir como postre o para disfrutarla en una merienda muy golosa acompañada de un buen café con leche.
¡Disfruta de esta deliciosa tarta de zanahoria!