Tomate Frito Casero: Conservación y Trucos para Disfrutarlo Todo el Año

La conserva de tomate frito es un aliado indispensable en la cocina, y prepararla en casa es más fácil de lo que imaginas. Esta salsa, un clásico que nunca pasa de moda, puede salvar cualquier plato, desde pescado hasta pasta. Aunque podemos encontrarla en cualquier supermercado, elaborar nuestra propia conserva con ingredientes de temporada nos permite disfrutarla en cualquier momento.

Receta Básica de Tomate Frito Casero

Para comenzar, necesitarás:

• De 1 a 2 kg de tomates maduros (el tomate pera es una excelente opción por ser carnoso y económico).
• Aceite de oliva.
• Sal al gusto.

Preparación:

1. Trocea los tomates y añádelos a una sartén con aceite de oliva y sal al gusto.
2. Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, durante aproximadamente 1.5 a 2 horas, hasta obtener la consistencia deseada.
3. Una vez listo, puedes pasarlo por un colador o pasapurés para eliminar pieles y semillas.

Esta receta también se puede enriquecer añadiendo cebolla, que se cocinará previamente junto con los tomates para darle un toque diferente.

Esterilización de los Botes de Cristal

Un consejo fundamental para mantener tus conservas en buen estado durante una larga temporada es esterilizar los recipientes de cristal previamente.

Procedimiento:

1. Lava bien los botes y sus tapas con agua y jabón.
2. Coloca los botes y las tapas en una olla grande con agua hirviendo durante al menos 10 minutos.
3. Retira los botes y las tapas con cuidado y déjalos secar completamente boca abajo sobre un paño limpio.

Envasado y Conservación

Una vez esterilizados los botes y lista la salsa, sigue estos pasos:

1. Utilizando un embudo, introduce la salsa en los botes de cristal, dejando un centímetro de espacio libre en la parte superior.
2. Cierra bien los botes.
3. Para asegurar una correcta conservación, puedes someter los botes a un baño maría durante unos 20 minutos.
4. Déjalos enfriar boca abajo.

Trucos Caseros para Prolongar la Vida Útil del Tomate Frito Abierto

Conservar el tomate frito abierto sin que pierda frescura o calidad puede ser un desafío. Un truco sencillo es añadir un chorro de aceite sobre el tomate, creando una capa protectora que evita el contacto con el aire y reduce la oxidación. Es fundamental que se almacene en un envase de vidrio para mayor garantía.

Otros consejos:

• Congelar: Si no vas a usar el tomate frito en los próximos días, congélalo en un recipiente hermético. Puede mantener su calidad óptima durante unos tres meses.
• Refrigeración: Una vez descongelado, consérvalo en el frigorífico durante 3 o 4 días si se ha descongelado lentamente en refrigeración. Si se ha descongelado en agua fría o en el microondas, consúmelo de inmediato.

Señales de Deterioro

Para garantizar la seguridad alimentaria, es crucial identificar cuándo un bote de tomate frito se ha deteriorado. Los principales signos de descomposición incluyen:

• Olor extraño.
• Cambios en el color o la textura.
• Aparición de moho.
• Envase con fugas, hinchado, oxidado o con golpes significativos.

Si observas alguno de estos signos, desecha el producto.

Cómo Pelar y Preparar los Tomates para el Frito

Si prefieres pelar los tomates antes de freírlos, puedes hacerlo de varias maneras:

• Microondas: Calienta los tomates enteros en el microondas a baja potencia, dándoles la vuelta a mitad del tiempo, hasta que estén calentitos. Se pelarán fácilmente. ¡Cuidado de no sobrecalentarlos!
• Cuchillo: Algunas variedades de tomate se pelan bien con un cuchillo pequeño y afilado.
• Escaldado: El método tradicional es escaldar los tomates en agua hirviendo durante unos segundos para facilitar el pelado.

Preparación del Tomate Frito Paso a Paso

1. Una vez pelados, corta los tomates en trozos, añade sal y déjalos en un colador para que suelten el exceso de agua.
2. Pica finamente ajos, cebolla y pimiento (opcional).
3. En una olla o cacerola, calienta aceite y añade primero el ajo, luego la cebolla y, si lo usas, el pimiento. Sofríe hasta que estén blanditos.
4. Agrega los tomates, remueve, salpimienta y tapa la olla. Cocina unos minutos.
5. Si el tomate frito está demasiado claro, destapa y a fuego fuerte, removiendo constantemente, evapora el exceso de líquido hasta obtener la consistencia deseada.
6. Vierte el tomate frito hirviendo en los frascos esterilizados, dejando un espacio para la dilatación si los vas a congelar.
7. Si vas a esterilizar los botes al baño María, sigue el procedimiento habitual.

Disfruta del Sabor Auténtico

Nuestro tomate frito casero se elabora de forma artesanal, utilizando sólo los mejores tomates de temporada. Se cocina a fuego lento en sartén, permitiendo que los sabores se concentren y se mezclen a la perfección. El resultado es una salsa rica, sabrosa y con un toque casero que hará que tus platos sean irresistibles.

Además, nuestro tomate frito es una opción saludable y natural, elaborado sin conservantes ni aditivos artificiales.

Aprender cómo hacer tomate en conserva en casa nunca está de más, pues el tomate natural es uno de los ingredientes que solemos usar a menudo en nuestro día a día para hacer salsas, guisos, gazpacho y salmorejo, zumos, mermeladas y, para los más atrevidos, ¡incluso cócteles! Además de su versatilidad en la cocina, el tomate destaca por su alto valor nutricional. Contar con esas conservas nos ahorrará mucho tiempo y en más de una ocasión nos sacará de un apuro.

Si has hecho tus conservas siguiendo todos los pasos y los guardas en un lugar fresco, seco y oscuro, pueden durar perfectamente hasta un año manteniendo todo su sabor y calidad. Cuando abras un bote, escúchalo: ese “pop” es la señal de que está en perfecto estado. Una vez abierto, guárdalo en la nevera y consúmelo en 6-7 días para disfrutarlo al máximo.

Antes de guardar tus conservas caseras, te recomendamos que etiquetes los botes con la fecha de envasado y que los mantengas en un lugar fresco, seco y oscuro. Sobre todo, recuerda que antes de rellenar los botes de cristal debes esterilizarlos.

Si quieres darles a tus conservas de tomate un toque diferente, agrega unas hojas de albahaca troceada y unos ajos enteros machacados antes de cerrar los frascos, y ¡convertirás tus platos en una explosión de sabor!

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