Las lentejas son un ingrediente muy popular en Oriente Medio, una excelente fuente de fibra y proteína, sanas, ricas y fáciles de preparar. Un plato de cuchara que usa la estupenda y versátil lenteja roja de Oriente, muy típico del Mediterráneo Oriental.
Esta sopa libanesa de lentejas y espinacas se prepara en una hora y viene especiada con los aromas del comino, el cilantro y la ralladura del limón.
Ingredientes para la Sopa Libanesa de Lentejas y Espinacas (4 personas)
- 2 tazas de lentejas pardinas
- Aceite de oliva
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados
- 25 hojas de espinacas sin tallo y troceadas a tiras
- 2 cucharaditas de comino molido
- 2 cucharadas soperas de cilantro fresco picado
- 1 cucharadita de ralladura de limón
- Sal al gusto
- 2 tazas de caldo de verduras
- 2 tazas de agua
Preparación Paso a Paso
- Pon las lentejas en una cacerola con agua y llévalas a ebullición durante 45 minutos.
- En una sartén con un poco de aceite de oliva sofríe el ajo y la cebolla durante un par de minutos.
- Después, añade las espinacas, mézclalas y cocínalas durante dos minutos más.
- Retira las lentejas del fuego y escúrrelas.
- En una cacerola vierte las dos tazas de agua y el caldo de verduras. Añade las lentejas y el sofrito anterior.
- Por último, añade el cilantro, el comino, la sal y la ralladura de limón.
- Déjalo que hierva durante 15 minutos (sin tapar).
- ¡Listo para comer!
Sopa de Lentejas Rojas: Una Variante Vegana y Especiada
La sopa de lentejas rojas es una preparación árabe y vegana, bastante especiada, tan completa como saludable. Se trata de un guiso de lentejas con distintas verduras (normalmente zanahoria y/o calabaza, pero puede llevar también patata y calabacín). Se saca con la legumbre muy hecha, algo espesa, y bien cargada de exóticos aromas.
SOPA de LENTEJAS ROJAS 💘 | Recetas Veganas | Veganamente
La lenteja roja, al ser más pequeña y suave, no requiere que esté en remojo antes de la cocción. Aunque la receta original es completamente vegetariana, también puede llevar algo de carne, como costilla de cerdo o de ternera.
Ingredientes para la Sopa de Lentejas Rojas con Verduras (4 personas):
- 250 gr. de lentejas rojas
- 1 cebolla grande, picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 2 zanahorias medianas, cortadas en rodajas
- 200 gr.
Sinceramente, no tenía ni idea de que la sopa de lentejas rojas era de lo más tradicional en Egipto. Me encontré una receta navegando por la red y, tras una búsqueda rápida, comprobé que se trata de un plato de cuchara muy típico por allí, sobre todo en invierno. Podemos cocinar recetas de lentejas rojas con la legumbre partida o entera; las primeras se cocinan mucho más rápido y quedan más cremosas, pero podemos usar las dos. De hecho, yo utilicé de ambos tipos para lograr texturas distintas en la sopa, que podemos triturar sin problemas en el caso de preferir una crema homogénea.
Preparación de la Sopa de Lentejas Rojas
- Picar bien la cebolla y los dientes de ajo.
- Pelar ligeramente las zanahorias lavadas y cortar en rodajas o medias lunas.
- Calentar un fondo de aceite de oliva en una olla o cazuela y pochar la cebolla con una pizca de sal.
- Cuando esté blanda, añadir el ajo y cocinar un par de minutos.
- Incorporar las lentejas, el tomate concentrado, las especias y un poco de ralladura de limón.
- Salpimentar, remover y cubrir con el caldo o agua. Podemos corregir el nivel de líquido al gusto sobre la marcha, removiendo de vez en cuando para asegurarnos de que no queda muy seco.
El tiempo total también dependerá de cómo prefiramos la textura de la sopa, pues estas lentejas se cocinan rápidamente. Para hacer los picatostes de tortilla, cortar dos tortillas de trigo o pan naan en cuadraditos. Mezclar en un cuenco con un chorrito de aceite y mezcla de especias al gusto -por ejemplo, curry o ras el hanout-. Disponer en una bandeja en una sola capa y hornear a 200ºC unos 8-10 minutos, hasta que se doren.
Serviremos la sopa egipcia de lentejas rojas en cuencos con perejil o cilantro fresco, los croutons crujientes y unas semillas de sésamo blanco o negro tostado. Recomiendo tener buen pan a mano; no hace falta mucho más para disfrutar de un plato reconfortante, saciante y muy sano.
Consejos Adicionales
Calienta aceite de oliva a fuego medio en una olla. Añade la cebolla, el ajo y el laurel. Cocina hasta que la cebolla esté traslúcida. Añade la cúrcuma, el pimentón, el comino, el jengibre y la rama de canela. Incorpora la pasta de tomate, el tomate y sazona. Cocina 5 minutos, remueve ocasionalmente. Tapa y cocina de 20-25 minutos o hasta que las lentejas estén tiernas. Si notas que se quedan cortas de líquido añada agua, pero caliente para no cortar la cocción. Vierte aceite de oliva por encima y exprime el limón por encima.
Recuerda que puedes ajustar las especias a tu gusto. Estas lentejas ya verás que enganchan y a la siguiente vez probablemente añadirás más o menos cantidad de las especias a tu gusto.
Las leguminosa como las lentejas, los fríjoles, los garbanzos, etc., Tienen unas sustancias tóxicas llamadas lectinas y son las que producen flatulencia, motivo por el cual muchas personas las sacan de su dieta; pero hay una manera de sacarle estás lectinas y es poniendo un poco de sal en el agua de remojo.
Variantes y Toques Finales
Esta es bastante sofisticada porque se prepara con lentejas peladas, lo que hace particularmente fina, aunque no le hemos puesto acelgas porque no había en casa. Como la mayoría de los guisotes, empezaremos por hacer un sofrito con la cebolla, zanahoria, apio, ajo y patata. Cuando el sofrito empiece a coger color, lo bañamos con el caldo e incorporamos las lentejas, subiendo el fuego hasta que rompa de nuevo a hervir, entonces se baja para que siga cociendo a fuego moderado durante una media hora. Verán que hablo de lentejas peladas. Ya está el guiso, pero hay que darle el toque mágico libanés, el zumo del limón y el cilantro fresco picado.
Se puede servir tal cual o hecho puré, de ambas formas resulta delicioso. Hay una variante muy sabrosa que se prepara en las zonas de montaña donde pasta el ganado y que consiste sencillamente en añadir 1/3 litro de leche al final, cuando ya está lista. Obviamente la enriquece y hace que tenga un sabor más consistente.
A pesar de la gran cantidad de especias, estas están todas tan integradas que hasta las personas que las odian (en Asturias hay una verdadera especiefobia), disfrutan de ella sin darse cuenta de lo que están comiendo.