Las sardinas a la brasa es un plato que directamente nos evoca al verano, al sonido del mar y a las reuniones de amigos y familia. Si se cocinan al aire libre y en la barbacoa, las sardinas son un excelente plato. Es un alimento muy consumido en España, el motivo no es solo su sabor, sino también sus numerosas propiedades y su precio tan asequible para todos los bolsillos. Aunque a muchas personas no les agrade el pescado, esta opción es ideal porque la parrilla da su toque especial.
En este artículo aprenderás cómo hacer sardinas a la brasa de la manera más deliciosa posible. Cuando acabes te convertirás en el anfitrión supremo de cualquier fiesta con barbacoa.
SARDINAS AL HORNO con TRUCOS para evitar el olor
¿Por Qué Elegir Sardinas a la Brasa?
Durante el verano, la oferta de sardinas aumenta considerablemente en España, además de que en esta época tiende a apetecernos comer más pescado que otros platos ya que son mucho más ligeros. Las sardinas, además de ser exquisitas, son muy económicas, pero no por ello son menos beneficiosas para nuestro organismo, todo lo contrario, suponen un aporte nutricional imprescindible.
La particularidad de su nombre, viene desde la gran isla italiana de Cerdeña, concretamente de las costas de Sardina. Suelen medir como máximo unos 25 centímetros, aunque lo normal y lo que solemos ver en nuestro día a día son sardinas cuyo tamaño oscila entre los 15 y los 20 centímetros. Estos peces se alimentan sobre todo de seres pequeños como el plancton o de otros peces que se encuentren en estado larvario.
Tanto nos gusta en España los productos procedentes del mar, que si investigamos un poco veremos que España es el tercer país europeo que más consume pescado.
La sardina es un pescado perecedero, es decir, que deberemos consumirlo pocos días después de comprarlos, independientemente de si lo conservemos bien o incluso lo refrigeremos, ya que la humedad y la temperatura contribuyen a la rápida descomposición de este pescado. Por este motivo, anteriormente solamente lo consumían de manera fresca los pueblos que se encontraban cerca de la costa. Aunque todo esto cambió cuando decidieron conservar las sardinas en frío o cubiertas en sal.
Uno de los síntomas de que llega el verano, es la presencia de sardinas en los mercados y también en nuestras parrillas. Con unos sencillos pasos es posible prepararlas con éxito a la brasa, en una parrilla o plancha, y disfrutar de su intenso sabor.
En la noche de San Juan, del 23 al 24 de junio, es muy típico preparar unas sardinas a la parrilla, sobre unas brasas, y recibir con ellas una noche mágica. De unos años hacia aquí, las capturas de sardinas escasean, por lo que en estos días clave su precio se dispara hasta los 15€/Kg. en el mejor de los casos.
Características Nutricionales de las Sardinas a la Brasa
Si hablamos de sus cualidades nutricionales, podemos decir que una ración de sardinas aporta la cantidad exacta de ácidos grasos Omega 3 que una persona necesita para llegar a la totalidad de cantidad diaria recomendada. También es importante destacar su alto contenido en fósforo, que al igual que los ácidos grasos Omega 3 mencionados anteriormente, cubren la cantidad exacta diaria recomendada.
Aumentar el consumo de pescado, sobre todo el azul, que es el más beneficioso, trae consigo algunas ventajas, como podrían ser: mejoras en el funcionamiento del corazón y su sistema circulatorio, la obtención de una gran fuente de vitaminas y minerales, aumento y desarrollo muscular, así como una ayuda extra para nuestra agilidad mental.
Los expertos en alimentación recomiendan la ingesta de pescado entre 2 y 3 veces a la semana, intercalando entre estos días el pescado blanco con el pescado azul. La cantidad de calorías de las sardinas dependerá de la manera que tengas de prepararla, las mejores opciones serían a la plancha, al vapor, al horno o como veremos a continuación, a la brasa.
Ingredientes para Preparar Sardinas a la Brasa
- Un kilo de sardinas
- Aceite de oliva virgen
- Sal gruesa
- Perejil
- Brasas
- Dos dientes de ajo
Las sardinas: Cuando llegue el momento de elegir las sardinas, tendrás que decantarte por las más frescas y de mejor calidad, ya que esto determinará el resultado final de nuestras sardinas a la brasa. Para conocer su frescura, fijaos en que sean de un color plateado brillante, que tengan los ojos claros y sin sangre, el cuerpo firme y tieso, y las agallas de un rojo intenso. Pero, ¿cómo sabemos si están frescas?, para ello tendremos que observar que los ojos de las sardinas no tengan sangre y que sean de color claro, casi plateado.
Las brasas: Que las brasas estén correctamente preparadas ayudará a que tu receta de sardinas a la brasa te quede como a un auténtico profesional. Te recomendamos usar brasas de madera en lugar de usar carbón y colocar una cantidad exacta para tapar completamente la superficie de la parrilla. Las mejores brasas son las de madera, por lo que os recomiendo optar por esta opción en vez de usar carbón. Dejaremos que el fuego se muera, que no queden llamas.
La temperatura perfecta para las sardinas a la brasa oscila entre los 180 °C y los 200 °C, pero nunca más de 200 °C, ya que podría afectar a la calidad del producto. Y el soporte de la parrilla estará a una distancia prudencial, por lo menos una cuarta de alto. La altura será mayor cuanto mayor sea el calor que desprenden las brasas.
Procedimiento de las Sardinas a la Brasa
A continuación, pasaremos a conocer el procedimiento de preparación de este plato, además de con qué acompañar sardinas a la brasa:
- En primer lugar, es importante que se limpien bien las sardinas. Para ello abre con la ayuda de un cuchillo las sardinas por la mitad, para así poder limpiar las tripas con agua y con mayor facilidad. En este punto no vamos a retirar las vísceras ni la cabeza del pescado, ya que esto añadirá un sabor especial y después de cocinadas es mucho más sencillo limpiarlas. Las asaremos enteras, sin quitarle las vísceras. De esta manera estarán más sabrosas. Una vez cocinadas será sencillo retirarles esta parte.
- Tras esto, sacamos un bol y le añadimos perejil, dos cucharadas de aceite de oliva virgen y dos dientes de ajo. Pícalo todo con la ayuda de un mortero hasta que la mezcla quede lo más uniforme posible. Una vez que la salsa haya cogido consistencia y espesor, pasaremos a añadirle sal al gusto.
- Te recomendamos que pruebes la salsa para comprobar que está como a ti te gusta, ya que de no ser así podemos correr el riesgo de cargarnos la receta completa de las sardinas a la brasa.
- Una vez tengamos la salsa preparada, pasaremos a cocinar el ingrediente estrella de nuestro plato: las sardinas. Para ello, coloca las sardinas en la parrilla de forma vertical y cerca unas de otras. Colocamos las sardinas en paralelo, todas en el mismo sentido y en perpendicular a los listones de la parrilla. Como hemos mencionado anteriormente, la temperatura ideal de las brasas está entre los 180 °C y los 200 °C. Disponemos la parrilla sobre las brasas, a unos 20 cm. por lo menos.
- Mientras las sardinas a la brasa se están cocinando, añádeles un poco de sal gruesa. Salamos bien las sardinas por ambas partes, con sal gorda. Una vez pasados unos minutos dales la vuelta y vuelve a añadirles un poco más de sal. Este proceso tiene una duración muy breve, entre los 8 y los 10 minutos, aunque dependerá siempre del grosor de las sardinas.
- Por último, sirve las sardinas a la brasa en el plato que más te guste junto que la salsa que previamente hemos preparado. Llegados a este punto, lo único que te queda por hacer es disfrutar de este sano y delicioso plato que te convertirá en el mejor anfitrión de cualquier celebración.
¿Cómo Saber si las Sardinas Están Listas?
¿cómo saberlo sin arruinar tu experiencia culinaria? En el caso de sardinas pequeñas, un indicador confiable es observar si los ojos comienzan a desprenderse. Este detalle es una señal clara de que las sardinas están listas para ser disfrutadas. Por otro lado, si estás lidiando con sardinas de mayor tamaño, presta atención a cómo se comportan. Una señal reveladora es cuando las cabezas de las sardinas giran hacia el cuerpo y se separan ligeramente de él. Recuerda que, al igual que con cualquier pescado, es crucial no sobrecocinar las sardinas. Esto podría resultar en una textura seca y un sabor menos jugoso.
Consejos Adicionales
- Es aconsejable que se congelen con el fin de protegerlas de las bacterias.
- Tendremos que limpiar las sardinas con agua y las secaremos con ayuda de papel de cocina por completo.
- Cuando hayamos acabado las colocaremos en una bandeja agregándoles sal, un chorrito de aceite de oliva y si deseas añadirle otro sazón puedes hacerlo.
- Para que no se peguen necesitaremos controlar la temperatura de nuestra parrilla. El fuego que necesitamos se logrará si apagamos la llama de tal forma que se concentre el calor.
- Después colocaremos las sardinas en la parrilla y dejaremos que se cocinen durante aproximadamente 3 minutos.
- Cuando la piel de la sardina esté ligeramente tostada y dorada, ya estarán listas.
- Si esto no está dentro de tus posibilidades, puedes agregar algo de harina a las sardinas para cocinarlas. Cuidado con usar demasiado aceite.
- Por último, como ya hemos mencionado, al momento de pensar cómo hacer sardinas en la barbacoa insistimos en que es importante cuidar la temperatura de la barbacoa y tener bien seco el pescado antes de pasar a cocinarlo.
- Para acompañar las sardinas a la brasa, nuestra recomendación es preparar una buena ensalada como el asadillo de pimientos que refresque la boca entre sardina y sardina, sirviendo de contrapunto. También puedes preparar unos cogollos a la plancha que resultarán un excelente acompañamiento.
- Este plato lo podéis acompañar de cerveza bien fría, vinos jóvenes, blancos o negros (txakolí, albarinyo, penedès, etc.), cava o incluso sidra.
Es quizá por ello que muchas veces las asociemos con la cocina al aire libre, sobre todo, sobre unas buenas brasas. Esta manera de hacer las sardinas la parrilla las deja con la piel ligeramente crujiente y le aportan al pescado un ligero toque ahumado que potencia su sabor. ¡Nos encanta! El éxito de unas buenas sardinas a la brasa comienza en el mercado. Tienes que buscar las sardinas lo más frescas posible, que tengan los ojos brillantes, la piel bien plateada y su carne esté firme. Su sabor recién pescadas es insuperable.