Hoy vamos a preparar una deliciosa receta de sopa de tomate. En mi opinión, es la crema de hortalizas más sabrosa del mundo, ya que nos permite disfrutar de un plato de cuchara de los que resuelven una cena o nos entonan como primer plato, especialmente en los días fríos o lluviosos, al estilo de la más contundente sopa de ajo castellana.
Esta sopa de tomate casera es la de mi abuela, la hacía muchísimo en el pueblo, pero sé que muchos recordaréis esta receta como la de las latas de sopa de tomate americanas de la marca Campbell, del famoso cuadro de Andy Warhol.
Fácil de preparar y lo mejor de todo es que sirve para cualquier estación porque está riquísima caliente, tibia o incluso bien fría. Lo ideal es aprovechar la temporada de tomates en verano aunque si encuentras en cualquier momento unos tomates sabrosos y maduros, no dudes en comprarlos y prepararla.
Las sopas caseras constituyen uno de los alimentos más nutritivos puesto que se elaboran con ingredientes naturales, de origen vegetal o animal, que varían en función del tipo de sopa que queramos elaborar. Sobre todo durante las épocas de frío, son el plato favorito de la mayoría para combatirlo y entrar en calor rápidamente. Una de las sopas más extendidas es la de tomate, por su alto contenido en vitamina C, propiedades antioxidantes y diuréticas. Además, elaborarla en casa es muy sencillo, solo necesitarás reunir todos los ingredientes y ponerte manos a la obra.
Sopa de Tomate saludable, nutritiva y Riquísima
Ingredientes
Respecto a los ingredientes os recomiendo usar tomates muy maduros, ya que si no están maduros no va a salir una sopa con un color rojo intenso como el que queremos. Normalmente consumimos el tomate en sofritos o en salsa de tomate frito y en ensalada de tomate como no.
- 2 cdas.
- 1 cda.
- 2 dientes de ajo
- 1/2 cebolla mediana
- 1 zanahoria mediana
- 200 ml de caldo de verduras casero o agua
- 1 cucharada sopera de harina de trigo
- 4 hojas de albahaca fresca
- 1/2 cucharadita de postre de azúcar (opcional)
- Aceite de oliva, sal y pimienta negra recién molida
- Para decorar: unas hojas de albahaca frescas y queso feta, fresco o mozzarella
En la lista de ingredientes, verás que el azúcar es opcional. Esto es porque añadir azúcar o no va a depender del grado de acidez que tengan los tomates que utilicemos.
Preparación paso a paso
Lo primero que vamos a hacer para elaborar esta deliciosa sopa de tomate es dejar listos los ingredientes. Para preparar esta clásica sopa de tomate tenemos que utilizar tomates que estén más bien maduros. Para preparar esta sopa de tomate voy a utilizar caldo de verduras pero también podríamos hacerla usando simplemente agua.
1. Preparar las verduras
Pela y pica muy finita la cebolla y haz lo mismo con los dientes de ajo. Pela la zanahoria y córtala también en trocitos pequeños. En muchos lugares se tiene la costumbre de servir la sopa de tomate con un poco de pan frito por encima. De manera que, si quieres, puedes trocear un poco de pan, freírlo y añadirlo a los platos individuales.
- Pela y pica en trozos pequeños la cebolla, el pimiento rojo, los dientes de ajo y la zanahoria.
- Cuando los tengas bien picados, coge una olla, añade un chorrito de aceite de oliva, incorpora todos estos ingredientes y póchalos.
- Deberás hacerlo a fuego lento para obtener el resultado esperado. Salpimenta al gusto.
2. Sofreír las verduras
Pon una olla al fuego y echa una cucharada de mantequilla. Caliéntala hasta que se derrita y añade el diente de ajo muy picado.
- Calienta 3 cucharadas de aceite en una cazuela.
- Corta la cebolleta en dados con un cuchillo y añádela.
- Limpia el puerro (retirándole la parte inferior, la superior y 2 capas de hojas), enjuágalo, córtalo en cuartos de luna finos e incorpóralo.
- Rehoga los ingredientes durante un par de minutos.
Cuando la cebolla empieza a sudar, añadimos una cucharada de harina y removemos bien. Esto ayudará a espesar nuestra sopa. Incorpora la harina y mézclala con las verduras durante 1 minuto. Esto ayudará a que la sopa después espese un poco más y cocinando la harina no sabrá cruda.
Procura que en ningún momento se quemen las verduras. Si eso te ocurre puedes optar por una solución de emergencia: añadir un poco de agua para que se sigan cocinando pero no quemando, y por supuesto bajar la temperatura del fuego para que no vuelva a ocurrir.
3. Preparar los tomates
Para ello, tenemos que hacerle a cada tomate un corte en la base en forma de cruz. Después, ponemos una olla con agua caliente a fuego fuerte y cuando el agua empiece a hervir, vamos metiendo los tomates y los dejamos dentro de la olla unos 30 segundos.
Los tomates deben utilizarse sin piel así que puedes optar por varios métodos. El más clásico es hacerles un corte en cruz e introducirlos en agua hirviendo durante 2-3 minutos y después pelarlos y triturarlos. En cambio a mi me gusta lavarlos, triturarlos en una batidora de vaso o robot y después colarlos bien para que no aporten ni pieles ni pepitas. En todo caso, te recomiendo colar los tomates una vez triturados para evitar esas pieles y pepitas.
- Pon un cazo con agua a hervir para escaldar los tomates tras hacerles una cruz en la base.
- Los sumergimos 30 segundos y los pasamos a un bol con agua muy fría.
- Pela los tomates y córtalos en dados empleando un cuchillo y añádelos.
- Pela los tomates y los cortamos en trozos grandes.
4. Cocinar la sopa
Echa en la olla el bote de Tomate frito y mezcla muy bien, dejando que se cocine un par de minutos para que coja el sabor del ajo y la cebolla.
Una vez que las verduras se hayan pochado, incorpora los tomates picados, remuévelo todo, déjalo un minuto más y cubre todos los vegetales de agua. Una vez que hayas cubierto los vegetales con el agua, deberás dejarlos al fuego unos 20 minutos aproximadamente, súbelo a fuego medio para que hierva.
En una olla pon un poco de aceite y sal y echa la cebolla, los ajos y la zanahoria. Deja que se cocine todo junto a fuego medio removiendo de vez en cuando durante unos 5 minutos hasta que se empiecen a dorar. Si se pegan o doran las verduras, baja la temperatura del fuego y échales un poquito de agua.
A continuación, añadimos el tomate, pimienta negra molida y unas hojitas de una rama de tomillo fresco. Añadimos al sofrito el tomate, pimienta negra y tomillo fresco. Pasado ese tiempo, añadimos los tomates troceados. Hay personas que los pelan previamente pero a mi me gusta añadirlos y cocinarlos por completo y luego colar la sopa para que quede muy fina.
Cubre todos los vegetales de agua, deberá dejarlos al fuego unos 20 minutos aproximadamente, súbelo a fuego medio para que hierva. Pasado el tiempo, verás que la sopa de tomate ya ha adquirido el tono rojizo tan característico de este plato tradicional.
- Incorpora los tomates a la olla junto con 4 o 5 hojas de albahaca picadas, un poco de sal, el azúcar y el caldo de verduras.
- Cocinamos todos los ingredientes juntos.
- Sube el fuego para que esté alto y cuando la mezcla empiece a hervir baja el fuego para que esté suave y cocina 30 minutos.
Pasados los 25 minutos, ya estaría la sopa de tomate lista para triturar. En este punto, vamos a comprobar si la sopa necesita que le añadamos azúcar para corregir la acidez del tomate.
5. Triturar y servir
Ya tenemos cocinada la sopa de tomate casera, a falta de triturarla Una vez lista la sopa de tomate, tritúrala y ya la tienes lista.
En la misma cacerola sin apagar el fuego, trituramos con ayuda de la batidora. Para recuperar el bonito color de nuestra sopa, volvemos a llevar a ebullición y dejamos que cueza dos o tres minutos más.
Pruébala por si tienes que rectificarla de sal, y si la quieres más espesa tan solo tienes que echarla de nuevo en el cazo y calentarla hasta que tenga la textura que buscas. Igualmente si ha espesado demasiado siempre puedes añadir un poco de agua para aligerarla.
Cuando hayas batido bien la sopa de tomate, solo te queda servirla y, a modo de decoración, colocar una hoja de laurel, de perejil o de menta en el centro o un lado del plato. ¡Y listo! Ya tienes tu sopa de tomate casera lista para tomar o, si lo prefieres, usarla como salsa para carne o pescado.
La sopa queda con una textura cremosa que invita a disfrutar, siendo estupenda si la sirves coronada con unos picatostes o con una rebanada de pan tostado, unas gotas de aceite de oliva virgen extra y unas hojas de tomillo, por ejemplo. El sabor rico en umami del tomate, tan presente en esta deliciosa sopa, es estupendo para comenzar una comida.
Para servirla y decorarla puedes poner unos cubitos de queso feta, fresco o mozzarella, albahaca fresca picada y un chorrito de aceite de oliva. Para acompañar la sopa de tomate, podéis cubrirla con jamón serrano y huevo picado como en la receta del salmorejo tradicional. A mí me gusta mucho preparar un poco de aceite de albahaca o de tomillo, triturando con la batidora unas hojitas con un poco de aceite de oliva virgen extra y después colarlo, echando unas gotas sobre la sopa de tomate. También podéis servir la sopa de tomate añadiendo unos trocitos de mozzarella y dejar que se funda como hicimos en la receta del risotto al teléfono que os explicamos hace unos días. Ya veis que es un plato lleno de posibilidades.
Consejos adicionales
- Si has comprado los tomates un poco verdes, colócalos cerca de una ventana donde dé el sol hasta que maduren.
- Si sirves las gotas de aceite de oliva virgen extra desde la botella te quedará un chorretón. Desde un biberón te quedará algo mejor, pero tampoco es aceptable.
Variaciones
Mi sopa de tomate queda anaranjada porque la cebolla y la zanahoria diluyen mucho el color del tomate pero si quieres que te quede bien roja tan solo tienes que eliminar esos dos ingredientes, aunque a mi parecer le aportan un sabor y textura muy ricos. Puedes incluir otras verduras como por ejemplo apio o puerro para darle un toque de sabor diferente cada vez.
Si quieres terminar esta sopa de tomate hecha en casa de una forma diferente y original le puedes añadir un poco de queso chedar, sirve en los tazones la sopa caliente, lo suficiente para derretir el queso.
Tiempo de preparación y conservación
- Tiempo: 45 minutos
- Sirve y degusta
Puedes tomar esta sopa caliente, tibia o incluso fría cuando aprieta el calor. Si te sobra puedes guardarla en un recipiente cerrado en la nevera 2-3 días sin problemas y también se puede congelar sin problemas.
Sírvela en cuencos o platos hondos con el acompañamiento que más te guste, ya sea mi elección de queso feta, albahaca y aceite de oliva o unos picatostes crujientes, un poco de pimienta negra recién molida e incluso frutos secos tostados, semillas o especias y hierbas que te gusten. La tomes como la tomes, está de auténtico… ¡escándalo! Sopa de tomate, caliente o fría y muy fácil.