La tortilla de calabacín es una de las tortillas preferidas en casa, queda muy jugosa, tanto por el calabacín como por la cebolla y está buena tanto fría como caliente. Es una opción excelente para una cena saludable. Además se puede tomar en caliente pero también en frío lo que permite prepararla para llevar por ejemplo de picnic o a la playa y también que sea perfecta para esos aperitivos fríos con la familia o los amigos o incluso en cualquier celebración informal. A continuación os explico cómo hacer esta tortilla con fotografías paso a paso.
El aspecto de esta tortilla recuerda a la tradicional tortilla de patatas con cebolla, pero las tiras de color verde del calabacín que asoman por la superficie delatan su contenido. El tiempo que se tarda en tener lista esta tortilla es menor (de lo que lleva la de patatas), algo muy de agradecer para cuando no tenemos tiempo que dedicar a la cocina y queremos llevarnos a la boca un bocado casero, nutritivo y sabroso.
Si hay un ingrediente en la cocina que me parece especialmente imprescindible este es el huevo. No tanto desde el punto de vista saludable y nutricional, en este caso hablaríamos de la fruta y la verdura sin duda, sino por su facilidad para combinar con todo tipo de alimentos. En muchas recetas, el huevo aporta sabor y textura, como en el caso de los postres. En otros sirve de acompañamiento para suavizar o amalgamar sus acompañantes. Y en otros toma relevancia para convertirse en el ingrediente principal del plato, tomando todo el protagonismo que tan amablemente cede en las otras ocasiones. En una tortilla, aunque esté elaborada con más ingredientes, el huevo debe ser el rey. Y por eso se le debe tratar con respeto y equilibrar sabiamente las proporciones para evitar que pierda notoriedad.
Se debe batir suavemente, sin sal, para no favorecer la coagulación. Se debe sacar un rato antes de la nevera para que coja temperatura. Hay que saber escoger el tamaño de sartén adecuado para que el huevo pueda coagular despacio y la tortilla adquiera el diámetro y altura deseados. Hay que cocerlo poco rato y tratar de conservar la deliciosa humedad que lo caracteriza. Con estas premisas podemos dejar volar la imaginación y elaborar todo tipo de tortillas: sólo con huevo, de queso, de calçots, de ajetes, de patatas, paisana y cualquiera que os pueda venir a la cabeza.
Una combinación infalible es la tortilla de calabacín y cebolla. La cebolla, ahogada y caramelizada lentamente, junto con el calabacín, forman un dúo que, mezclado con el huevo, cogen una dimensión que raramente consiguen en otros platos donde también aparecen juntos.
Ingredientes
Para 2 personas:
- 5 huevos
- 1 cebolleta o cebolla
- 1 calabacín grande o 2 pequeños
- Aceite de oliva y sal
Preparación paso a paso
Conseguir el punto de las tortillas puede parecer algo fácil, pero requiere de práctica y una cierta intuición.
- Lava el calabacín y córtalo en rodajas finas, tal y como puedes ver en las fotografías. Aunque puedes cocinarlo en sartén, a mi me gusta mucho más cómo queda en el microondas. Pon las rodajas de calabacín en un estuche o recipiente apto para cocinar en el microondas microondas tapado con papel film y cocínalo 8 minutos a máxima potencia (suelen ser 800W).
- Mientras se cocina el calabacín pela la cebolla y córtala en trocitos. Yo prefiero no picarla mucho porque me gusta que se noten los trocitos de cebolla, también podrías cortarla en tiras.
- En una sartén (la que yo he utilizado mide 24 cm de diámetro) con un par de cucharadas de aceite y a fuego medio-bajo, echa la cebolla junto con un poco de sal y deja que se poche durante unos 10 minutos, hasta que empiece a dorarse. Personalmente me gusta que llegue poco dorada a la tortilla aunque esto ya va en gustos.
- Cuando la cebolla ya esté prácticamente lista incorpora el calabacín que ya se habrá cocinado en el microondas (escúrrelo bien antes de añadirlo) y revuélvelo todo 2 minutos a fuego medio. Reserva. Salteamos juntos brevemente el calabacín y la cebolla
- En un bol casca los huevos, echa un poco de sal y bátelos enérgicamente con unas varillas o un tenedor. Incorpora la cebolla y el calabacín y revuélvelo todo para que queden bien mezclados e impregnados. Mezclamos todos los ingredientes
- Pon la misma sartén a fuego medio-bajo con un poquito de aceite y ahora cuaja la tortilla. Vierte la mezcla de huevos, calabacín y cebolla en la sartén y cuando notes que se ha cuajado por abajo (puedes comprobarlo moviendo un poco la sartén y viendo que todo va junto en un bloque unido y despegado de la sartén), entonces es cuando debes darle la vuelta. Empezamos a cuajar la tortilla
- Para darle la vuelta coge una tapadera o plato de mayor tamaño que la sartén, cúbrela y ahora vuelca todo el contenido de la sartén en el plato o tapadera, de forma que ahora puedas ver la parte cuajada de la tortilla por arriba. Con cuidado, desliza la tortilla de nuevo del plato a la sartén para que se cuaje por ese lado. Ahora el punto lo decides tú. Si prefieres que la tortilla quede un poco líquida por dentro, pon el fuego un poco más fuerte (solo un poco) para que se cuaje rápidamente por fuera, y apártala a un plato. Si te gusta más que quede perfectamente cuajada mantén el fuego muy suave para que no se queme por fuera, pero que el interior se cuaje perfectamente. Podrás hacer la prueba con un palillo, introduciéndolo para comprobar cuanto de líquido está el interior.
¡Y lista! Tortilla de calabacín y cebolla recién hecha
Nosotros la acompañamos de tomate picado y aliñado. Servimos la tortilla, sólo queda disfrutar, a mí las tortillas me gustan recién hechas, calientes, pero en casa hay a quién les gustan frías, así que vosotros decidís. Esta tortilla es una muy buena opción si tenéis que comer fuera.
Tiempo de preparación
Tiempo: 30 minutos
| Paso | Tiempo estimado |
|---|---|
| Preparación de ingredientes | 10 minutos |
| Cocción del calabacín y cebolla | 15 minutos |
| Cuajado de la tortilla | 5 minutos |
Cómo servir y degustar
Las tortillas están listas para consumir en el momento, recién calentitas. Sin embargo, somos muchos los fans de las tortillas frías, esas tortillas que has hecho unas horas antes o incluso la noche anterior, que han reposado suficientemente, y que se mantienen a temperatura ambiente deliciosas y cuajadas. ¡Un espectáculo!
Sírvela al centro incluso en la propia sartén con un salvamanteles debado o directamente en los platos de los comensales. Y por supuesto, que no falten unas buenas rebanadas de pan 😉 Tortilla de calabacín y cebolla. Receta fácil y muy rica
Variaciones
Las tortillas admiten todo tipo de cambios, por ejemplo puedes añadir a la vez que la cebolla un ajito picado para realzar aún más los sabores o sustituir la cebolla por unos ajos tiernos. También puedes incluir alguna hierba como perejil u orégano y también especias como pimentón dulce o comino, te aseguro que le van genial. Añadir un poco de queso rallado a la mezcla es todo un acierto porque le aporta un toque de sabor y textura delicioso. Probad con un queso manchego fuerte o alguno otro con notas ahumadas.
Consejos
La clave para hacer la tortilla es el control de la temperatura del fuego. Para no equivocarte, lo mejor es que lo mantengas medio-suave para que se cuaje poco a poco y, sobre todo, que no se te queme, ya que es lo único que no podrás arreglar. Quítate el miedo a darle la vuelta a la tortilla!
En cuanto al calabacín, lo ideal es que sea de temporada (no de invernadero). Usa sólo ingredientes de primera: unos buenos huevos camperos de gallinas criadas en libertad. Como ocurre con cualquier otra tortilla, usando huevos frescos y de gallinas criadas en libertad la cosa mejora notablemente. Usad una sartén antiadherente para cuajar la tortilla y evitar que se pegue a la base.
Puedes hacer este plato en el horno, en un molde rectangular, a 180º y 15-20 min. Te quedará un pastel de calabacín y cebolla espectacular.