A primera vista, puede sonar extraño: ¿remolacha en un pastel? Este humilde tubérculo, que a menudo asociamos más con ensaladas en escabeche o borscht, ha encontrado su lugar en la cocina saludable moderna. Y no es de extrañar. El pastel de remolacha no solo es nutricionalmente rico, sino también sorprendentemente delicioso.
Imagina una situación en la que anhelas algo dulce, pero no quieres arruinar tu dieta llena de verduras, granos integrales y legumbres. La remolacha no solo le da a la masa un hermoso tono oscuro (que el cacao realza aún más), sino también un dulzor natural. Esto permite reducir la cantidad de azúcar añadida. Además, y esto es quizás la mayor sorpresa, el pastel con remolacha también encanta a los niños. Si te preocupa que la remolacha se sienta en el postre, no tienes de qué preocuparte. Una receta bien preparada asegura que su sabor se mezcle completamente con los demás ingredientes.
Agregaré 3 huevos a 2 remolacha. Mira que fácil.
Cuando se menciona pastel de cacao y remolacha, muchos imaginan una creación vegana complicada que requiere muchos ingredientes desconocidos. Pero no es así. Este sencillo pastel de remolacha es una elección perfecta para cualquiera que busque alternativas más saludables a los pasteles clásicos.
El Secreto de la Remolacha en la Repostería
La remolacha tiene la reputación de ser un superalimento: contiene betaina, antioxidantes, hierro, fibra y vitamina C. Su sabor dulce y su textura húmeda la convierten en un ingrediente ideal para reemplazar parte de la grasa o el azúcar en las masas.
Uno de los hermosos ejemplos de integrar la remolacha en la repostería dulce es la historia de Hana, una maestra de Kladno, quien se propuso llevar a sus alumnos hacia mejores hábitos alimenticios. Todos los viernes llevaba a la escuela un "pastel misterioso", en el que siempre escondía algún ingrediente saludable inusual: calabacín, aguacate o precisamente remolacha. Cuando los niños probaron una vez el aromático pastel de cacao y adivinaron cuál era el ingrediente secreto, pocos acertaron. "¿Remolacha? ¡Nunca lo hubiera dicho!" exclamó uno de los estudiantes de octavo grado con sorpresa. Tal experiencia también inspira a los adultos que intentan reducir los azúcares refinados, aumentar la cantidad de vegetales en su dieta o simplemente buscar nuevos sabores.
Beneficios de Utilizar Remolacha
El uso de verduras de temporada, como la remolacha, tiene tanto beneficios para la salud como ecológicos. La remolacha crece localmente, no requiere un trato exótico, se puede almacenar durante meses y no está cargada con una alta huella de carbono como las frutas tropicales o los ingredientes importados. Y es precisamente este tipo de ingredientes los que son ideales para la cocina sostenible cotidiana: simples, naturales y respetuosos con el cuerpo y la naturaleza.
Al igual que con otras recetas basadas en ingredientes menos comunes, aquí también se aplica que la imaginación no tiene límites. Puedes experimentar con endulzantes (por ejemplo, jarabe de arce, dátiles o azúcar de coco), añadir especias como canela o cardamomo, o mezclar cáscara de naranja rallada en la masa. Como dice la chef británica Anna Jones: "La comida es una historia que escribimos cada día, así que que esté llena de colores, aromas y alegría." Y la remolacha en el pastel es una de esas historias maravillosamente inesperadas que vale la pena probar.
Receta Tradicional del Pastel de Remolacha
Tradicional pastel de la repostería norteamericana conocido, también, como 'Devil's food'.
Ingredientes:
- 250 g de remolacha cocida
- 60 ml de aceite de girasol
- 10 dátiles Medjoul
- 3 huevos
- 2 cucharaditas de aroma de vainilla
- 180 g de harina
- 80 g de cacao en polvo
- 1 cucharada sopera de levadura
- 100 g de perlas de chocolate
- 250 gr Remolacha cocida y rallada
- 185 gr Azúcar
- 175 gr Harina
- 200 ml Aceite suave
- 50 gr Cacao
- 1 c.c. levadura
Preparación:
- Precalienta el horno a 180ºC.
- Tritura los dátiles con un par de cucharadas de agua hirviendo para formar una pasta.
- Pica la remolacha en trozos grandes y tritúrala hasta que esté finita.
- En un bol, bate los huevos, el aceite y la remolacha hasta obtener una mezcla homogénea.
- En otro bol, mezcla la harina, el azúcar, el cacao y la levadura. Recuerda tamizar la harina, el cacao y la levadura antes de usarlos para evitar grumos en tu mezcla.
- Combina las dos preparaciones y mezcla bien para integrar todos los ingredientes. Ten en cuenta que la cantidad de azúcar puede ajustarse al gusto.
- Engrasa un molde y vierte la masa.
- Hornea en horno estático precalentado a 170° durante 65 minutos (o a 150° durante 55 minutos si es horno ventilado).
- Antes de sacar del horno haced la prueba del palillo para verificar la cocción.
- Saca el dulce del horno, déjalo templar, luego desmóldalo y déjalo enfriar.
Cobertura de Queso (opcional):
- Con las varillas eléctricas, mezclar la mantequilla y el azúcar hasta obtener una crema muy fina y homogénea.
- Añadir el queso y continuar batiendo hasta que se integre bien.
- Con la ayuda de una manga de pastelería, rellenar con la cobertura de queso.
Para decorarlo, se pueden usar frambuesas liofilizadas, que dan color y acidez. Puedes acompañarlo con un coulis de fresa o frutos rojos. (Preparación de coulis: 200 g de fruta, 50 g de azúcar, y 10 g de zumo de limón. Tritura todos los ingredientes 20 seg/ vel progresiva 5-10 y cuece 5 min/ 90°C/ vel 2. Una vez frío puedes utilizarlo para acompañar bizcochos, helados y carnes a la plancha o a la brasa)
Consejos Adicionales
- No te asustes por el color de la masa antes de hornearla, al hornearla pierde toda su intensidad, y sólo se aprecia el color remolacha en los bordes.
- Puedes rellenar la tarta con lo que más te apetezca. Nosotros lo hemos hecho con queso crema, pero también puedes optar por algo más ligero como el yogur, o incluso comerte el bizcocho a secas, ¡que está buenísimo!
- Parte el bizcocho de remolacha por la mitad, úntalo con crema de queso y añade las nueces partidas.
- Y recuerda, si lo guardas con film, tendrás una jugososidad extra que te hará disfrutar aún más de este bocado.
Un Clásico Renovado
¿Una tarta hecha con remolacha? ¿Una tarta dulce? Sí, lo sabemos, esta vez sois realmente escépticos. Las remolachas deben quedarse en su lugar: en el huerto o en el potaje. Pero si os dijéramos que la tarta dulce de remolacha no solo es sorprendentemente buena y esponjosa, sino que también es un gran clásico comprobado de la repostería anglosajona. No hace falta tener un espíritu temerario para intentar la preparación de este dulce: su sabor suave y delicado, con un toque dominante de chocolate, no tiene nada de vegetal o terroso. Como e incluso más que las zanahorias o la calabaza, el sabor de esta versátil raíz de color violeta imaginativo casi desaparece dentro de la masa, dejando como única huella una dulzura de terciopelo y una apenas insinuada punta de color.
Ahora os toca a vosotros la difícil elección: presentar vuestro dulce como una tarta de chocolate normal, revelando el ingrediente oculto solo después de haber recogido las entusiastas alabanzas de grandes y pequeños, o desvelar el secreto de inmediato y disfrutar del espectáculo de los escépticos que, bocado tras bocado, capitularán ante la irresistible bondad de este extraño dulce...