El Delicioso Mundo de las Patatas Fritas: Historia, Origen y Alternativas Saludables

Las patatas viajaron hace ya 500 años desde su original América del Sur hasta Europa, donde empezarían a popularizarse hasta convertirse en lo que son a día de hoy: uno de los alimentos más consumidos de todo el mundo, con multitud de variantes de preparación. El día 20 de agosto se celebra el día de la patata frita, uno de los modos de consumo más famosos de este popular tubérculo.

Estos bastoncillos crujientes son uno de los acompañamientos más escogidos para todo tipo de alimentos, pero, además, son el motivo de una disputa de muchos años entre dos países europeos. Las conocidas "french fries" en inglés tienen en realidad un origen incierto, y Francia y Bélgica se pelean por llevarse el mérito de un éxito culinario.

¿Quién Inventó Realmente las Papas Fritas? Te sorprenderá!!!!!

El Origen Belga: Una Tradición Culinaria

Para los defensores de la patata frita belga este alimento nació en Namur, una provincia francófona en Bélgica donde los lugareños eran especialmente aficionados al pescado frito. Según la tradición popular, en 1680 tuvo lugar un frío invierno en que se congeló el río Mosa, de modo que los habitantes de la zona no podían pescar ahí, y para sustituir los pequeños peces a los que estaban acostumbrados frieron papas, creando así las patatas fritas.

Además, los partidarios de esta teoría tienen también una explicación para el nombre en inglés que parecen acercarlas a Francia. La respuesta se remonta a la Primera Guerra Mundial, en la cual los soldados estadounidenses ubicados en esta región francófona de Bélgica descubrieron el nuevo invento culinario y lo apodaron como "papas a la francesa".

Bélgica reclama las patatas fritas como un icono de su país y su gastronomía, y se proclama a sí misma hogar y origen de este invento. De hecho, en la ciudad belga Brujas se encuentra el único museo de la patata frita del mundo, el Frietmuseum, el cual en su página oficial defiende el plato como nacido en Bélgica.

Frietmuseum en Brujas, Bélgica

La Teoría Francesa: ¿Quizás Sí Son "French Fries"?

Pese a la convicción de los belgas de ser el origen de esta clase de patatas, hay voces que contrarrestan esta teoría. El profesor de la Universidad de Lieja, Pierre Leclercq, desmintió la teoría del origen belga de las patatas fritas alegando que la historia no era posible.

Según Leclercq, los argumentos que fundamentan la paternidad belga de la patata frita se basan en una investigación realizada por Jo Gérard, un historiador belga que descubrió en un manuscrito que los habitantes de Namur freían patatas en forma de pequeños peces. Sin embargo, el historiador francés defiende que Jo Gérard se precipitó en concluir que esa información indicaba que los belgas habían inventado la patata.

Leclercq indica que hay varias razones que hacen pensar que los belgas no fueron los responsables de esta invención. En primer lugar, la investigación de Jo Gérard atribuye el origen de estas patatas a 1739, no a 1680, pero las patatas se introdujeron en la región en 1735, por lo que aún no eran conocidas en la zona. En segundo lugar, Leclercq sostiene que los habitantes de Namur no freían sus patatas en forma de bastoncillos, sino como finas rodajas, el modo típico también en otras zonas de Europa. Por último, la grasa era un lujo limitado a los más privilegiados, por lo que es dudoso que los más pobres desperdiciaran la grasa para freír.

Los defensores de la patata frita francesa afirman que el origen de esta forma se encuentra en París, en los carros que las vendías en el Pont Neuf, el puente más antiguo de la ciudad, a finales del siglo XVIII. Aun así, es difícil saber si este tipo de patata tenía realmente forma de bastoncillo o se parecía más bien a las típicas rodajas.

Pese a esta teoría, cabe destacar que las patatas fritas que conocemos hoy en día aparecen por primera vez por escrito en un manual de cocina belga. En este libro se explica el típico método de preparación de las patatas, haciendo hincapié en la doble fritura que da al alimento su crujiente tan característico.

¿Doble Nacionalidad?

Es difícil determinar cuál es realmente el origen de las patatas fritas, aunque son eminentemente francófonas. Pese a su lugar de nacimiento, este tipo de papas se ha extendido por todo el mundo, y son muchos los países que han contribuido a darles la importancia que ahora tienen. Estados Unidos, por ejemplo, es uno de los países donde el consumo de patatas fritas es más habitual.

Pese al fallo de algunas teorías, Bélgica se mantiene persistente en su lucha por la paternidad de la patata frita. Esto es debido a que, aunque el origen de este método sea dudoso, el origen de la cultura de la patata frita es fundamentalmente belga, según también apunta Leclercq.

Las Patatas Chips: Un Accidente Afortunado

También conocidas como patatas fritas inglesas, aunque allí las llaman crisps, las patatas chips no son otra cosa que rebanadas muy finas de patatas que se fríen a una temperatura alta. Desde hace lustros, estas patatas con forma de disco, que se obtienen al hacer un corte longitudinal a la patata, son uno de los snacks más internacionales y populares del mundo.

Creemos que es justo que, antes de ponernos a hacer patatas chips como locos, le dediquemos unas palabras a la persona que, aunque por accidente, las inventó. Como os podéis imaginar, al cocinero le tocó preparar otra remesa de patatas, cortándolas algo más finas que la vez anterior. pero de nuevo el exigente cliente volvió a quejarse de que eran demasiado gruesas y grasientas.

Lo que llevó al bueno de George Crum, con más paciencia que un santo, a freír unas patatas cortadas tan finamente que podían confundirse con papel de fumar. Acto seguido, calentó el aceite al máximo y las saló más de lo habitual, con lo que pretendía sacar de quicio al cliente para que abandonara el local tras encontrarse con unas patatas imposibles de pinchar con el tenedor y demasiado saladas.

Para sorpresa del señor Crum, el cliente quedo encantado con esta última remesa, y de hecho se lo hizo saber al resto de los comensales que estaban allí congregados. Obviamente, todos le pidieron al cocinero que les preparase unas patatas iguales.

Y así fue como el Moon Lake Lodge se hizo famoso, gracias a sus “Saratoga Chips” o “Saratoga Crunch Chips”. Conviene señalar que, años después, George Crum montó su propio restaurante. ¿Y cuál era el plato estrella? Pues, como no podía ser de otra manera, las patatas chips eran la especialidad de la casa.

Patatas fritas Lay's

Alternativas Saludables: Freidoras Sin Aceite

Septiembre es el mes de los grandes propósitos y uno de los habituales es intentar cuidar nuestra alimentación. Especialmente en los últimos años, ahora que tenemos más información nutricional que nunca y que sabemos el efecto que algunos alimentos menos nutritivos tienen en nuestra salud. Por suerte, la tecnología se ha puesto de nuestra parte desarrollando las freidoras sin aceite.

La idea es, precisamente, conseguir un acabado lo más similar posible al de la fritura, pero sin añadir grandes cantidades de aceite. De esta manera, la calidad nutricional se mantiene mucho más alta, mientras que el número de calorías se reduce de manera importante. En cualquier caso, hay algunas diferencias con las freidoras normales y es interesante que las conozcamos.

Freidoras sin aceite: ¿Cómo funcionan?

Esta es una de las principales y más importantes diferencias entre usar una freidora normal y una freidora sin aceite. Y la que va a marcar no solo el resultado final de la patata, si no también su calidad nutricional una vez salida de la freidora. La diferencia entre ambas formas de cocinado de la patata es que estas freidoras, aunque se les llama así, no lo son. Más bien se tratan de pequeños hornos.

Las patatas se freirían por la combinación del grill con el aire caliente que circula de manera muy rápida en la freidora. Igual que en las freidoras tradicionales, éstas necesitan que usemos aceite para cocinar las patatas. Sin embargo, la mayor diferencia es que la cantidad de aceite que tenemos que usar es mínimo. Con unas gotitas tendríamos suficiente.

Resultados y Sabor

La realidad es que no se puede decir que el resultado de las patatas fritas en la freidora sin aceite y en la tradicional es exactamente igual, porque no lo es. Pero sí que se parece razonablemente para no llevar prácticamente aceite y ser una opción mucho más saludable y nutricionalmente adecuada. Las principales diferencias que notaremos con respecto a las patatas fritas tradicionales que resultan un poco menos crujientes que las últimas.

La diferencia no es extrema, pero si es algo que nos importa mucho sí que es interesante saber que algo se pierde. Además, al no llevar prácticamente aceite, el sabor del mismo desaparece de las patatas, por lo que no saben exactamente igual. En cualquier caso, es un resultado muy similar y menos aceitoso que las fritas originales.

Tiempo de Cocción

Las freidoras tradicionales tardan menos en freír las patatas que las que no llevan aceite. Especialmente si las cantidades que queremos cocinar son bastante grandes. Un estudio encuentra que friendo con aceite normal las patatas se fríen en aproximadamente nueve minutos, mientras que en las freidoras de aire rondan los 21 minutos aproximadamente, pero dependiendo del modelo y las cantidades, podemos llegar a tarde una media hora o 40 minutos. La diferencia de tiempo puede ser algo que condicione la elección que hagamos o nuestra experiencia con la freidora.

Impacto Calórico y Nutricional

Esta es la mayor diferencia de todas y la que más va a impactar en nosotros, ya que a nivel calórico y nutricional todo cambia. Básicamente, se trata de consumir la patata como un alimento saludable o todo lo contrario. Por naturaleza, las patatas no cuentan con demasiadas calorías (unas 75 calorías por 100 gramos de patata cocida). Y, sin embargo, cuando las freímos con aceite ese número aumenta mucho. Después de freirlas, 100 gramos de patatas rondarían entre 300 y 500 calorías aproximadamente.

Sin embargo, al freirlas en las freidoras sin aceite, usamos entre 10 y 15ml de aceite por kilogramo de patata. Es decir, una cantidad mínima. Esto impacta directamente en el número de calorías que tendrán las patatas en su resultado final. En total, 100 gramos de patatas fritas en la freidora sin aceite tendrán 88 calorías. De hecho, un kilogramo de estas patatas tendrán solo 250 calorías más que 100 gramos de las patatas fritas con aceite.

A continuación, se presenta una tabla comparativa de las calorías por cada 100 gramos de patatas según su método de cocción:

Tipo de Patata Calorías por 100g
Patata cruda 75 calorías
Patata frita en aceite Entre 300 y 500 calorías
Patata frita con "freidora" de aire (y entre 10 y 15ml de aceite) 88 calorías

Tipo de Aceite y Grasas

Esta no es la única diferencia y es que lo habitual cuando freímos con grandes cantidades de aceite es hacerlo con aceite de girasol - principalmente porque es más barato -, sin embargo este aceite puede no ser especialmente bueno para la salud. Se trata de un aceite refinado que aporta muchas grasas poliinsaturadas. A 160º se modifica, perdiendo cualquier beneficio que pueda aportar y generando sustancias como peróxidos, aldehídos y cetonas, considerados radicales libres. De hecho, no se recomienda para cocinar y lo adecuado es consumirlo crudo.

Usarlo, por tanto, para freír patatas hace que ingiramos grandes cantidades de un aceite modificado que solo deberíamos consumir crudo. En la freidora sin aceite no tenemos este problema. Por supuesto, al reducir la cantidad de aceite se reduce la cantidad de grasas que consumimos. Las patatas fritas en freidora sin aceite tienen alrededor de un 75% menos de grasas que las que freímos en aceite de la manera habitual. Tengamos en cuenta que el aceite de girasol habitualmente utilizado nos aporta grasas poliinsaturadas.

La recomendación sanitaria es que la ingesta de este tipo de grasas no excedan el 10% de las calorías diarias. No siempre es económicamente viable freír con aceite de oliva, pero estas freidoras sin aceite son una solución excelente para reducir el consumo de aceites y grasas de manera general.

El Problema de las Chucherías y el Picoteo

Llamamos chucherías a un grupo muy variado de alimentos. Por una parte, las golosinas dulces como: caramelos, gomitas y chocolatinas. Por otra, las saladas, como: patatas fritas, pipas, maíz frito… Se deben incluir en este grupo a los helados, pues es habitual que se consuman fuera de horas de comer. Y también al chocolate.

Al hecho de comer fuera de horas, entre las comidas, lo llamamos picoteo. A veces se hace por entretenimiento (comer pipas cuando se ve un partido). Otras por aburrimiento (cuando se hacen excursiones a la nevera mientras se estudia). O por impaciencia. A menudo se ha convertido en costumbre.

El picoteo puede ser de alimentos normales como el pan, fruta, queso,… o bien de chucherías, dulces, golosinas, galletas, helados… Pero ¡siempre suman calorías con el resto de las comidas!

Peligros de las Chucherías y el Picoteo

Las chucherías dulces contienen diversos tipos de gomas y mucílagos además de azúcar. Al ser pegajosas, se adhieren a los dientes y facilitan que salgan caries. Las patatas fritas y similares, pueden contener excesiva cantidad de sal. Y mucha grasa que, a veces, no es saludable. Las dos cosas, a la larga, son perjudiciales para la tensión arterial y el corazón.

La bollería, helados, bombones, galletas y chocolatinas tienen muchas calorías y, además, contienen grasas saturadas. Eso significa riesgo de obesidad y de arteriosclerosis. Estos alimentos se comen sin hambre, para pasar el tiempo, a menudo mientras se hace otra cosa. Por eso, además de las calorías extra, contribuyen a la obesidad. Uno los toma sin darse cuenta, sin atender las señales del cuerpo de que ya no hace falta comer más (mecanismos de saciedad).

Lo más obvio: disminuye el apetito. Si un niño acaba de tomarse una bolsa de patatas fritas o tres galletas, es lógico que no quiera comer el almuerzo o la cena. O sea que, además, la dieta es más desequilibrada. ¡Y probablemente haya discusiones en la mesa! Premiar con dulces pasa a ser una costumbre; tomarlos, una adicción.

Picotear es no poder esperar. No tolerar un poquito de hambre (los pocos minutos que faltan para que la mesa esté lista). Los niños deben aprender poco a poco que los deseos no se pueden satisfacer inmediatamente y así estarán mejor preparados para soportar las dificultades de la vida adulta.

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