El Rincón del Pan Triana: Un Viaje a Través de la Historia y la Gastronomía

Triana, sin duda, es el rincón sevillano con más solera. Con solo pasear sus calles más antiguas, desde Alfarería a Pureza pasando por Castilla o el Altozano, ya se respira ese aire impregnado de tradición y autenticidad que tan bien define a Triana.

En sus calles, plagadas de patios de vecinos que mantienen la esencia de lo que un día fue la vida en ellos, nacieron marineros y alfareros, cantaores y bailaores que llevaron el amor por su tierra allá donde fueron.

Vista panorámica del barrio de Triana en Sevilla.

Un Paseo por la Historia: De Alfareros a Leyendas del Flamenco

Al igual que sucede con la antigua ciudad de Itálica, Triana tiene raíces que se remontan a los tiempos de los romanos, aunque fue durante la época islámica cuando empezó a tomar forma como un núcleo importante de alfarería. De hecho, aún hoy puedes visitar talleres donde las manos expertas moldean el barro y los hornos cuecen piezas únicas. La Calle Alfarería, con su nombre evocador, es un buen punto de partida para explorar esta tradición.

Pero si hay algo que ha puesto a Triana en el mapa cultural es el flamenco. Este barrio ha sido cuna de grandes figuras como Antonio "El Bailarín" o Remedios Amaya. Una visita al Museo del Flamenco de Triana te dará una visión más completa de esta herencia, aunque el verdadero arte está en los tablaos y las peñas, donde el duende se respira más que se explica.

El Guadalquivir no es solo un decorado para Triana; es su columna vertebral. Desde el paseo fluvial de la Calle Betis, las vistas del casco histórico de Sevilla se vuelven inolvidables, especialmente al atardecer. Este es el lugar perfecto para entender por qué Triana siempre ha sido un barrio de navegantes y pescadores, ligado al río tanto en lo económico como en lo sentimental.

Si te apetece un plan más tranquilo, puedes embarcarte en un crucero por el Guadalquivir y admire la silueta de la ciudad desde el agua.

El río Guadalquivir a su paso por el puente de Isabel II.

Que ver en Triana 😍💃 los imprescindibles 👌 del barrio sevillano

Gastronomía y Artesanía: Los Sabores y Colores de Triana

En Triana, la comida se vive con la misma intensidad que el arte. El Mercado de Triana es una parada obligatoria para los amantes del buen comer. Ubicado junto al puente, este mercado combina tradición y modernidad: desde puestos de pescado fresco y chacinas hasta pequeñas tabernas donde degustar tapas con una copa de fino.

Mercado de Triana, Sevilla.

La artesanía local también tiene su protagonismo aquí. Además de la cerámica, Triana es famosa por su trabajo en cuero y cobre.

Explora a pie: este barrio está hecho para perderse entre callejuelas. La personalidad y la tradición de Triana rebosan por cada esquina.

Restaurantes Emblemáticos de Triana

Si aún no conoces Triana, lo suyo es que empieces por sus bares y restaurantes. Descubre los rincones de este emblemático barrio y déjate conquistar por sus sabores y colores.

  1. De la Ó: Corría el 2018 y en el tiempo transcurrido ‘De la Ó’ ha demostrado ser toda una oda, no solo al producto local y de temporada, sino también a las raíces alfareras de Triana. Los platos y tapas de 'De la Ó' dan una vuelta al recetario tradicional. Ya sea en la intimidad del salón del restaurante, dominado por un enorme jardín vertical, o en su terraza exterior, con vistas incomparables al río, no podrán faltar sobre la mesa platos como el arroz rojo cremoso con calamares, langostinos y crujiente de camarones rojos; el paté de hígado de pollo con confitura de calabaza, canela y limón, o el ajoblanco con tartar de atún rojo y helado de aceitunas.
  2. Blanca Paloma: Desde los años 70 lleva este clásico trianero alegrando las veladas de quienes se animan a sentarse a su mesa. Famoso por sus propuestas sencillas y libres de artificios, animarse con clásicos como la ensaladilla, los mejillones rellenos o las croquetas de carabineros es siempre un acierto. Para elaboraciones más trabajadas, el pastel de puerros con langostinos, el pollo braseado con curry y quinoa, o el calamar relleno de huevas.
  3. Mariscos Emilio: Más de 50 años han pasado desde que Emilio Guerrero Poyato se dedicara a vender marisco con un canasto. Desde aquel entonces, tres generaciones de su familia han hecho que la historia de uno de los referentes gastronómicos del barrio más auténtico de Sevilla sea una realidad. Tradición, experiencia, calidad y profesionalidad son las bases de este templo al marisco en el que el disfrute está asegurado gracias al mejor producto, que es escogido con esmero a diario de las mejores lonjas de Andalucía.
  4. Jaylu: Ubicado en el corazón de Triana, abrió sus puertas en 1967 y desde entonces no ha cesado de contentar los paladares más exigentes. Lo mejor de lo mejor es escogido a diario por el propio Enrique Caballero, anfitrión del negocio, de las lonjas más aclamadas de las costas de Cádiz y Huelva, para surtir la carta de ‘Jaylu’ (1 Sol Guía Repsol). No es complicado caer rendido ante los sabores de los langostinos, gambas, cigalas, carabineros o bogavantes que suelen adueñarse de sus propuestas, en las que también son grandes éxitos la corvina a la plancha con su ventresca, el morrillo de merluza al aceite de oliva o la dorada a la sal. La altísima calidad de las recetas de 'Jaylu' les ha valido la categoría de 1 Sol Guía Repsol.
  5. Las Golondrinas: Sevillanismo elevado a la máxima potencia, eso es lo que se interpreta en cuanto se tiene un primer contacto con esta clásica y tradicional tasca trianera con un buen puñado de años a sus espaldas. Fundada por Eduardo Rodríguez en 1962, pasó a las manos de Paco Arcas -antiguamente cartero, hoy hostelero- y su familia, ya en los 70. Nada más adentrarse en él sorprenden los azulejos pintados que decoran las paredes, también los cuadros y adornos que decoran el espacio; aquí es como si todo se hubiera detenido décadas atrás. Desde cualquiera de sus dos plantas, sentados en sus sillas de enea pintadas de verde, habrá que rendir cuenta de algunos de sus alabados champiñones con salsa verde o sus puntas de solomillo. El ambiente de 'Las Golondrinas' representa la esencia de la ciudad.
  6. Los Cuevas: Las paredes repletas de fotografías en blanco y negro, los detalles decorativos alusivos al arte taurino o el ambiente castizo que se respira en su interior son parte del encanto de este negocio familiar con mucha historia. Hoy lo manejan los hermanos Joaquín -en cocina y José Manuel -en sala-, que heredaron el negocio, las ganas y la sabiduría en los fogones de sus padres. Mientras se degustan sus platos de cuchara, como el potaje de garbanzos con berza o la carrillada en salsa, sus míticos revueltos, su tomate aliñado con melva, sus buñuelos de bacalao o sus afamadísimas berenjenas fritas, se estará al mismo tiempo saboreando la esencia de la auténtica Triana.
  7. Antigua Casa Diego: El pollo frito siempre está bien, pero si además era el elaborado en ‘Casa Diego’, clásico hispalense afincado desde 1972 en el corazón del barrio trianero, mucho más.
  8. MariaTrifulca: El nombre lo toma de una famosa y controvertida vendedora que, varios siglos atrás, solía frecuentar la playa -ya desaparecida- junto a la ribera del Guadalquivir. De estética moderna y elegante, sus diferentes espacios y terrazas acogen a los comensales dispuestos a disfrutar de sus pescados, que obtienen en la carta un gran espacio, pero también de las mejores carnes y de otras cuidadas elaboraciones. Está presente la inspiración asiática en sus niguiris y sashimis, pero también son de obligada cata platos como su steak tartar de solomillo de vaca vieja, sus arroces o sus costillas de atún rojo.
  9. Sol y Sombra: Colgando del techo, un buen puñado de jamones brindan el mejor de los aromas. En las paredes, carteles que rememoran festejos taurinos con grandes nombres del pasado. Pocos establecimientos desprenden la solera de 'Sol y Sombra'. Porque son los sabores de siempre, los que mejor definen el sur, los que sirven en este templo a lo andaluz. Nada como animarse con algunas chacinas de la Sierra de Huelva, unas papas aliñadas con melva, un revuelto de ortiguillas con langostinos o unas tradicionales espinacas con garbanzos.
  10. Trianilla: A ‘Trianilla’ (Solete Guía Repsol) se viene a tapear con todas las de la ley, aunque lo complicado será decidir por cuál delicia decantarse. Fran, propietario y cocinero del negocio, se encarga de acudir cada día al mercado para escoger los ingredientes con los que elabora sus recetas. Aquí se innova a través de fusiones y técnicas culinarias.
  11. Martirio: Para desayunar, almorzar, tomar un cóctel o disfrutar de una velada al anochecer, ‘Martirio’, ubicado en una plazuela de la Triana más auténtica, sirve para todo esto y mucho más. Aquí no se andan con chiquitas a la hora de defender el producto local por encima de todas las cosas. En el plato, ingeniosas recetas elaboradas en su cocina vista, en las que se combinan los sabores de siempre con influencias asiáticas, indias o mexicanas. No hay que dejar de catar su famosa gilda, su pan hojaldrado con yema de corral, foie y láminas de champiñones trufados, o el tartar de lubina y ajoblanco de piñones.

Otros rincones gastronómicos que no te puedes perder

  • Amarra: Un trocito de las costas de Cádiz en pleno Pagés del Corro, que propone al comensal una cocina tradicional y de toque muy marinero. Su concepto gastronómico apuesta por la Cocina Sanluqueña de mercado, carnes de alta calidad y una amplia bodega de vinos de nuestra tierra.
  • Bicho Malo: Un original restaurante especializado en tapas deliciosas y modernas, decorado de forma muy original y acogedora donde la esencia vintage se siente en cada esquina. La propuesta gastronómica de Bicho Malo se basa en reinventar la típica tapa andaluza dándole un toque más actual y con reminiscencias internacionales.
  • La Ostrería & Sushi de Mercado: Entre los puestos del Mercado de Abastos de Triana se encuentra este rincón en el que los paladares más exigentes encontrarán un paraíso de sabores: 13 tipos diferentes de ostras de todo el mundo y sushi elaborado al momento con los pescados más frescos.

Confiterías y Panaderías con Solera

Triana no solo es famosa por sus tapas y restaurantes, sino también por sus confiterías y panaderías tradicionales. Estos establecimientos, muchos de ellos con décadas de historia, ofrecen una amplia variedad de dulces y panes artesanales que deleitan a los paladares más exigentes.

Confitería An Cá Navarro

Desde hace 62 años, la confitería An Cá Navarro endulza la vida de sus clientes con sus famosas cuñas y palmeras. El secreto de su éxito reside en la crema, cuya receta se guarda con celo.

Panaderías que innovan

Ante la asfixia que presenta la crisis económica han crecido como la espuma, consolidándose como negocios punteros en desayunos y meriendas."Era un sector muy tradicional y estático que está cambiando", asegura Carlos Quevedo, propietario de El Rincón del Pan, en la calle León y Castillo. "La sociedad actual se mueve muy rápido y quiere cosas nuevas, panes especiales, saludables", sostiene Quevedo, ya que el cliente "quiere comprar el pan hoy y que mañana esté perfecto, que lo pueda aprovechar".

Al estilo de las panaderías centroeuropeas, el modelo de local se ha hecho cargo de una demanda cada vez más creciente. "Han creado una clientela, un estilo y una necesidad, el pan que se consumía hace unos años era tan malo que esta variedad, la presentación y un establecimiento acogedor ha triunfado".

En definitiva, Triana es un barrio que ofrece una experiencia única, donde la historia, la cultura y la gastronomía se entrelazan para crear un ambiente mágico y auténtico. No dudes en visitar este emblemático rincón de Sevilla y descubrir todos sus encantos.

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