El mundo culinario ofrece una amplia variedad de alimentos que deleitan nuestro paladar y nos conectan con diversas culturas. Entre estos, destacan el cuscús y la pasta, dos alimentos básicos elaborados a partir de sémola de trigo. ¿Has oído hablar del cuscús ecológico de sémola de trigo y quieres saber por qué este alimento fusiona la riqueza de las tradiciones antiguas con los principios de la alimentación saludable de hoy? Este alimento, elaborado a partir de sémola de trigo duro refinado, destaca no solo por su sabor y versatilidad culinaria, sino también por sus numerosos beneficios para la salud.
¿Qué es la Sémola de Trigo?
Así pues, la sémola de trigo es un producto alimenticio versátil y nutritivo, derivado de la molienda del grano de trigo duro, específicamente del tipo Triticum durum. Originaria de las regiones mediterráneas y de Oriente Medio, la sémola de trigo ha jugado un papel crucial en la dieta de estas culturas. Este alimento no presenta purinas por lo que lo pueden consumir sin ningún tipo de problema aquellas personas que tengan un nivel alto de ácido úrico.
Sémola vs. Harina de Trigo
Por otro lado, la diferencia entre la sémola de trigo y la harina de trigo reside en el proceso de molienda y el tratamiento del grano de trigo. La sémola, derivada de trigo duro, se caracteriza por una molienda menos fina, lo que resulta en un producto de textura más gruesa y granulada. En contraste, la harina de trigo, que puede provenir de diferentes variedades de trigo, se somete a un proceso de molienda más intensivo que produce un polvo mucho más fino. Además, la sémola de trigo se utiliza comúnmente en la producción de pastas, cuscús y otros platos tradicionales, valorada por su capacidad de proporcionar una textura distintiva y absorber sabores.
El Cuscús: Un Alimento con Historia
El cuscús, también conocido como cous cous, es un plato de origen marroquí que se elabora con sémola de trigo duro que no ha llegado a transformarse en harina. Tras ser mezclado con agua, los pequeños granos absorben el líquido y aumentan su tamaño, tomando la forma redondeada y la textura tan característica de este plato, que se sirve a modo de guarnición o con otros ingredientes, como verduras, carnes o pescados. Un plato realmente nutritivo y riquísimo.
Cuando se habla de cuscús, y para comprender lo que realmente significa este plato en Marruecos y otros países árabes, es necesario remontarse a sus orígenes y su historia. Sus variedades, sus propiedades nutritivas, el arte de su cocina y su carácter social son las claves que le ha permitido ser reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Nadie duda del origen humilde del cuscús y una de las teorías que pueden explicar cómo nació el plato se centra en el momento en que los pueblos tamazigh del Norte de África molían la sémola. Los granos que no pasaban por la piedra de la muela y, por tanto, no se convertían en harina, se iban acumulando, lo que podría haber dado lugar a un plato de aprovechamiento, con el fin de no desperdiciar la comida. El cuscús, probablemente la receta más icónica de Marruecos, se extendió a otras culturas a través de Al Ándalus, ya que era muy popular entre los moriscos.
Son muchas las alusiones al cuscús a lo largo de la historia. En El Quijote, Cervantes ya menciona el cuscús, un plato con el que el escritor probablemente tuvo contacto cuando estuvo preso durante cinco años en Argel. Y en Europa, el viajero Jean Jacques Bouchard describe en 1630, a su paso por la Provenza, cómo se come un alimento que por sus características bien podría tratarse de cuscús.
A lo largo de los siglos, el cuscús ha ido extendiéndose por todo el mundo, y hoy es un plato que puede encontrarse en la mayoría de los países del planeta. En algunos como Francia apareció en el top tres de los platos más populares del país en una encuesta nacional realizada en 2017.
Elaboración Tradicional vs. Preparación Rápida
La elaboración del cuscús en su forma original es todo un ritual que exige tiempo y una cuidadosa dedicación manual para hacer que los granos queden sueltos y no apelmazados. Se cocina al vapor en un recipiente especial denominado marga, una cazuela sobre fuego donde se vierte el agua o caldo para generar vapor. El alcuzcucero o cuscusera es la olla colador que se coloca encima de la marga. Se completa con una tapa con agujeros y en ella se deposita el cuscús.
En su versión adaptada a la cocina occidental, lo más común es preparar el cuscús de forma rápida, de un modo similar a como se hace la paella. Aparte, se sugiere elaborar un caldo que sirva de acompañamiento para conseguir un plato más jugoso: puede ser agua salada, vegetal o mezclada con especias. La proporción adecuada de líquido y cuscús es diferente si la sémola es refinada o integral. Para el cuscús blanco, la ración es de 70-80 g por una medida y media de caldo, unos 150 mililitros. Para el integral, sirve esta misma referencia o puede ser preciso añadir más caldo, hasta 200 mililitros.
En general, el cocinado del cuscús es muy simple. Primero se dora el grano en la olla, se remueve para que se tueste por igual y no se queme y, cuando se perciba el aroma a tostado y al tacto con el dedo esté caliente, se escalda con el caldo hirviendo. Se apaga el fuego y se deja tapado unos diez minutos. Pasado este tiempo, hay que trabajar el cereal con un tenedor de palo o con las manos siempre muy limpias, para soltar el grano y deshacer los grumos.
El cuscús es la sémola de trigo duro, mezclada y trabajada con harina y tamizada varias veces hasta obtener los granos de un tamaño característico. Éste puede ser fino, medio o grueso, estar refinado, ser semiintegral o integral. Los granos son de color dorado pálido, de consistencia granulosa y cremosa. Su sabor es neutro, aunque los integrales tiene un ligero gusto y aroma a fruto seco cuando se tuestan.
La sémola está constituida por fragmentos del endospermo del grano del trigo, que determina la composición química del cuscús y su valor nutritivo. Destaca su elevado aporte de carbohidratos y de fibra, esta última en la variedad integral. Contiene alrededor de un 12% de proteínas y la grasa que aporta es insignificante (menos del 1%). Como base de la alimentación de muchas civilizaciones, el cuscús es un alimento energético.
El cuscús puede comerse frío o caliente, en ensalada, como primer plato, como acompañamiento de los segundos o como ingrediente de postres dulces mezclado con frutos secos, frutas desecadas y especias como la canela y el clavo. Por su sabor neutro, tiene la cualidad de combinar con cualquier alimento: verduras, legumbres, carnes, pescados, mariscos, tofu, seitán, queso, hierbas frescas y especias. Supone una comida rápida y nutritiva, al tiempo que permite aprovechar los alimentos sobrantes del día anterior.
Variedades Regionales
Tanto el grano del cuscús como las recetas pueden variar ligeramente en función del país en que nos encontremos. En Marruecos, el tamaño del grano es más pequeño, lo que se traduce en una cocción más rápida. En Argelia y Mauritania también se consume una variedad de grano pequeña. El cuscús libanés, que se conoce como cuscús perlado, es el más grande de todos los grados, y necesita un tiempo de cocción mayor por este motivo. En el Líbano, el cuscús forma parte de su famoso tabulé y en Túnez se suele servir acompañado de harissa o bien con pescado, haciéndose más picante a medida que se avanza hacia el este.
- Cuscús Argelino: Los ingredientes y la forma de preparación son similares a los de un cocido español, pero la carne será de ternera o cordero y, en lugar de añadir pasta o arroz al caldo, se prepara el cuscús con el vapor del cocido. Para servir, se rocía el grano con caldo a gusto del comensal y, sobre él, se coloca la carne y la verdura.
- Cuscús Tunecino: Las variantes son numerosas: de cordero, ternera, pollo, verduras, pescado o dulces.
- Cuscús Marroquí: Se basa en los aromas más dulzones, por lo que el picante no se usa en exceso. El cuscús tiene un aspecto rojizo según sea de Argelia o Marruecos, donde se colorea la sémola con tomate o pimentón.
Cómo Preparar CUSCÚS Fácil y Rápido!!! (Cous Cous)
Pasta vs. Cuscús: ¿Cuál es la Diferencia?
Similar a la pasta, el cuscús es sémola de harina, en general de trigo, cocida al vapor. Se introdujo en la península Ibérica a partir de Al Ándalus, si bien ha sido en estos últimos tiempos cuando el cuscús se ha popularizado. Lógico, porque, al igual que la pasta, el cuscús tiene mil combinaciones y resulta asequible. Por supuesto, puede estar presente sin problemas en una dieta equilibrada, como una de las raciones de farináceos (de tres a cinco al día) que recomienda la OMS.
Así pues, el cuscús forma parte del grupo de alimentos portadores de carbohidratos complejos como el pan, los cereales, el arroz, etcétera. A partir de aquí todo va a depender de cómo se prepare. Las posibilidades son infinitas pero si el objetivo es conseguir una fórmula saludable y sin grasa saturada, lo ideal es el cuscús con piñones y pasas de Corinto aderezado con una fina picada de perejil. Es un plato consistente, con muchísima fibra, con una elevada dosis de vitamina E. Un poco de perejil, auténtico concentrado de nutrientes, y un buen chorrito de aceite de oliva redondearán el plato.
- Contiene carbohidratos de absorción lenta, lo que hace que proporcione energía de forma continuada y progresiva durante horas. Es, por tanto, un plato de elección para las personas con apetitos intensos o sometidas a dieta adelgazante.
- Puede combinarse con carne o pescado y convertirse en un plato único perfecto, en especial si se añaden verduras. En cualquier caso, hay que recordar que una ración de cuscús corresponde a unos 50-80 g de cuscús crudo.
Propiedades Nutricionales del Cuscús
El cuscús es un alimento muy completo, sano y natural, que aporta múltiples beneficios para el organismo y resulta ideal para llevar una dieta equilibrada. Bajo en sodio y perfecto para llevar un control del colesterol y la tensión, también aporta otros nutrientes, como proteínas, fósforo, potasio, magnesio, ácido fólico, calcio o selenio. El cuscús es un excelente alimento para quien necesite una dieta baja en grasas y en general para quien busca cuidarse.
Además de ser un alimento versátil y muy apetecible, el cous cous cuenta con excelentes propiedades nutricionales. Destaca sobre todo por ser una gran fuente de carbohidratos complejos, fibra y proteínas vegetales. Además, contiene una buena cantidad de vitaminas del grupo B, hierro y magnesio. Es un plato versátil y saludable que puede adaptarse a diferentes preferencias dietéticas y necesidades nutricionales.
Recetas con Cuscús Ecológico de Sémola de Trigo
El sabor del cuscús al natural es neutro. Se pueden elaborar decenas de platos distintos con la sémola de trigo como protagonista. La mezcla conjunta con carnes, pescados o marisco permite aligerar las proteínas animales de la dieta, ya que la cantidad añadida de estos alimentos es menor que si se comieran por separado, a modo de un segundo plato. Es el caso del cuscús con gambas y mejillones o con gulas. La presentación en ensalada mezclado con langostinos y aguacate o con lentejas a la vinagreta son otras dos sugerencias deliciosas.
En cuanto a las preparaciones con cuscús, hay mil y una posibilidades, más allá de acompañarlo con verduras, carnes, pollo o pescado. También es ideal para ensaladas, donde podremos añadir cualquier ingrediente que nos interese, ya que combinará de maravilla con todos ellos.
A continuación, te presentamos algunas recetas para inspirarte:
1. Cuscús Tradicional
En el cuscús argelino, los ingredientes y la forma de preparación son similares a los de un cocido español, pero la carne será de ternera o cordero y, en lugar de añadir pasta o arroz al caldo, se prepara el cuscús con el vapor del cocido. Para servir, se rocía el grano con caldo a gusto del comensal y, sobre él, se coloca la carne y la verdura.
2. Ensalada de Cuscús Ecológico
- Vierte 1 taza de agua caliente sobre el cuscús. Después del reposo, utiliza un tenedor para revolver y separar los granos de cuscús, logrando así una textura suelta y esponjosa.
- Mientras el cuscús se enfría, prepara los vegetales. Añade 3 cucharadas de aceite de oliva y 2 cucharadas de zumo de limón sobre la mezcla. Puedes servir la ensalada inmediatamente o dejarla refrigerar por un tiempo para intensificar los sabores.
3. Cuscús Ecológico con Verduras al Curry
- Calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Incorpora las zanahorias, el brócoli, los guisantes y el calabacín a la sartén.
- Espolvorea con 1-2 cucharadas de curry en polvo, dependiendo de cuán intenso desees el sabor. Vierte la lata de leche de coco sobre las verduras. Revuelve para mezclar bien con el resto de los ingredientes.
- Coloca una porción de cuscús en cada plato y cubre con la mezcla de verduras al curry.
4. Tabulé de Cuscús Ecológico
- Mientras el cuscús se enfría, procede a picar finamente el perejil y la menta. Corta los tomates y el pepino en cubos pequeños para que se integren bien en la ensalada.
- En un bol grande, combina el cuscús ya enfriado con el perejil, la menta, los tomates, el pepino y las cebollas verdes.
- Añade al bol 3 cucharadas de zumo de limón y 1/4 de taza de aceite de oliva. Sazona con sal y pimienta al gusto.
5. Cuscús con Almendras, Pasas y Dátiles
- Mientras el cuscús se está preparando, tuesta las almendras en una sartén seca hasta que estén doradas y aromáticas.
- Una vez el cuscús esté listo, añade 3-4 cucharadas de miel (según tu gusto) y 1 cucharadita de canela en polvo.
- Agrega las almendras tostadas y picadas, las pasas y los dátiles picados al cuscús. Este plato se puede disfrutar tanto tibio como frío.
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