¿Cuánto tiempo se conservan los pimientos asados en la nevera?

El pimiento, ya sea rojo, amarillo o verde, es una de las hortalizas más utilizadas y apreciadas en la cocina. Es un ingrediente indispensable en el gazpacho, el sofrito y la escalivada junto a las berenjenas, cebollas y tomates. Brilla en los platos de pasta y salsas como en los de cuchara, guisos y potajes. Originario de Latinoamérica, el consumo del pimiento se ha extendido por todo el mundo.

A la hora de la compra en el mercado, se recomienda optar por aquellas unidades carnosas y duras, que resulten firmes al tacto, de color brillante y piel lisa. Si presenta arrugas o manchas y una piel muy fina o poco firme, cortes o partes acuosas, son señales de un pimiento añejo.

Los pimientos son parte de una gran cantidad de recetas de guisos, es más, el sofrito español de pimientos, cebolla, ajo y tomate es la base de nuestra cocina.

Existen varias formas de conservar los pimientos, cada una con sus ventajas según el tipo de pimiento y el uso que quieras darles. Desde la antigüedad, los pimientos han sido conservados con métodos tradicionales como el secado o el encurtido. Hoy en día, contamos con opciones como el congelado, la conservación en aceite o en vinagre, y el almacenamiento en la nevera, que permiten disfrutar de su sabor durante más tiempo.

Métodos de conservación de pimientos

Hay dos maneras principales de conservar los pimientos y esto varía según las preferencias y el tiempo que se tenga entre manos.

1. Conservación de pimientos enteros o cortados en la nevera

Si planeas guardar los pimientos enteros, no los laves. Simplemente colócalos en bolsas de plástico, ya que estas están diseñadas para respirar y liberar los gases que producen los pimientos. Cuando están atrapados, estos gases pueden acelerar la maduración y el posterior deterioro de los pimientos. Con este método, conservar en el sector más frío de la nevera y de esta manera deberían permanecer frescos hasta por dos semanas.

Ahora bien, si se quiere guardar ya cortado, tener en cuenta que esto los hace más susceptibles al deterioro por lo que no esperes que duren mucho más de unos tres días, incluso en la nevera. Los pimientos tienden a perder su corteza crujiente rápidamente.

2. Conservación de pimientos en el congelador

Los pimientos pueden permanecer intactos durante más tiempo en el congelador. Para conservarlos de manera efectiva, el método tradicional propone escaldarlos primero. Es decir, hervir los pimientos durante un período corto y luego colocar en agua helada inmediatamente para cortar la cocción. De esta manera, se pueden poner las piezas blanqueadas en bolsas aptas para el congelador y guardarlas hasta por un año sin que su calidad disminuya.

Con cuidado tomar cada unidad y secar con un paño de cocina o repasador de tela para no tener ningún rastro de humedad.

También es posible saltar el proceso de escaldado. Para esto, es necesario lavar y picar los pimientos de antemano. Asegurarse de eliminar el tallo y todas las semillas antes de cortar en el tamaño deseado: sea en cubitos, en rodajas, en tiras gruesas o finas.

Luego, acomodar en una placa cada pieza individualmente, evitando el contacto entre ellas. Con este diseño, llevar al congelador por aproximadamente una hora a dos horas. Una vez pasado el tiempo, retirar del frío y guardar las piezas heladas en una bolsa apta con cierre hermético. Escribir la fecha en la etiqueta a modo de recordatorio para el futuro. Está técnica además es útil si necesita medir una cierta cantidad de piezas de pimientos para una receta. Con este método, el pimiento se mantendrá de diez a doce meses.

Cómo hacer pimientos asados al horno

Una de las recetas básicas son los pimientos asados. Siempre presentes en la nevera y un comodín excelente para la elaboración de ensaladas, salsas, tostas y demás. Es una grandiosa guarnición y ni que decir de lo deliciosos que están tal cual.

Los pimientos asados caseros le dan cien mil vueltas a cualquier otro de lata o conseva, por muy buena que sea la marca. No cuesta nada hacerlos, así que no seáis vaguetes y poneros manos a la obra. Veréis qué diferencia.

¿Qué pimientos usar para asar?

Existen varios tipos de pimiento en el mercado y no todos son buenos para asar. Cada uno tiene su función. Los pimientos italianos, por ejemplo, esos que son alargados, finos y de poca carne, son estupendos para freír o saltear. Sin embago son muy pobres para asar pues apenas tienen carne.

Los mejores pimientos para asar son los pimientos carnosos, ya sean pimientos rojos, verdes, amarillos o naranjas. Personalemente me gusta asar pimientos rojos más que los de cualquier otro color, pero esto va en gustos. El proceso a seguir es el mismo en cualquier caso. Vamos a verlo.

El pimiento rojo es una verdura de elevado contenido en vitamina C (el triple que los cítricos). Entre las muchas virtudes que tiene está su riqueza en fibra vegetal (favorecen el tránsito intestinal), en sustancias minerales y su bajo aporte calórico. Todo esto lo hace un alimento ideal para introducir en dietas de adelgazamiento.

Se pueden preparar de muchas maneras pero yo os voy a contar cómo hacer pimientos rojos asados, que es como más me gustan.

Es posible que existan tantas formas de asar pimientos como cocineros sobre la tierra. Bueno, quizás esto sea un poco exagerado y no haya tantas. No obstante, como dice el refrán «cada maestrillo tiene su librillo». Este es el mío.

Pimientos rojos asados al horno

  • Tipo de receta: Verduras
  • Cocina: Española

Ingredientes:

  • 1 k de pimientos rojos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra en grano
  • 2 dientes de ajo

Elaboración:

  1. Pre calentamos el horno a 200 ºC (arriba y abajo, horno convencional).
  2. Lavamos, secamos bien cada pimiento, engrasamos con un poco de aceite de oliva virgen extra y sazonamos.
  3. Envolvemos cada pimiento en papel de aluminio y los colocamos en una fuente de horno.
  4. Introducimos la fuente en el horno, bajamos la temperatura a 180ºC y asamos los pimientos durante 40 minutos.
  5. Transcurrido este tiempo apagamos el horno y dejamos los pimientos en su interior hasta que se enfríen, aproximadamente una hora. Podemos, incluso, dejarlos toda la noche en la nevera para que retirar su piel sea más fácil todavía.
  6. Transcurrido este tiempo desenvolvemos los pimientos y los pelamos, al tiempo que retiramos los pedúnculos y las pepitas.
  7. Los pimientos sueltan mucho líquido, que podemos aprovechar para conservarlos y que no se sequen en caso de no utilizarlos inmediatamente.
  8. Cortamos los pimientos en tiras, usando los dedos, y los introducimos en un bote de cristal junto con el líquido de la cocción, los dientes de ajo pelados y picados y unos granos de pimienta. Rellenamos el bote con aceite de oliva virgen extra hasta cubrirlos en su totalidad.
  9. Guardamos los pimientos en la nevera, donde se conservan en buenas condiciones durante unos 30 días.

Consejos para unos pimientos asados

  • Usar producto de la mejor calidad posible, bien fresco y, sobre todo, aprovechar su temporada. La diferencia es notable. Por ello lo mejor es decantarse por pimientos de piel tersa y brillante y asarlos en los meses de verano a otoño.
  • Los pimientos asados al horno se pueden conservar en tarros de cristal al vacío. Para ello es necesario que los tarros estén esterilizados y que, una vez llenos, los hirvamos en agua durante 20 minutos para crear el vacío.
  • Los pimientos “sudan” dentro del papel de aluminio y, al enfriarse lentamente, se pelan con muchísima facilidad. Los podemos dejar un par de días en a nevera, dentro del papel de aluminio, antes de pelarlos y quedarán igual de jugosos que si los acabáramos de asar.

¿En qué emplear los pimientos asados al horno?

Los pimientos asados al horno tienen infinidad de usos. Podemos confitarlos en una sartén con un poco de aceite y unos dientes de ajo laminados, añadiendo la misma cantidad de sal que de azúcar. En cinco minutos a fuego medio estarán listos.

Poner un paño de cocina o una servilleta dentro de una olla grande. Colocar encima los tarros con sus tapaderas, añadir agua cubriendo los tarros. Poner al fuego, cuando comience a hervir, dejar durante 5 minutos. El paño amortigua los golpes de los tarros al hervir.

Precalentar el horno a 200° con calor arriba y abajo. Lavar los pimientos y ponerlos en la rejilla del horno, posición media, con la bandeja debajo para recoger el jugo que suelten. Si no son muy grandes posiblemente se asen en menos tiempo. Yo he contado 35 minutos. Cogí uno para darle la vuelta y me quedé con el pedúnculo en la mano, así que lógicamente, los saqué del horno. Dejar que enfríen un poco en un recipiente profundo porque ahí terminarán de soltar todo el jugo, que parte utilizaremos después.

No llenar los botes hasta arriba del todo, dejar un espacio y verter en cada bote un poco del jugo de los pimientos.

Para envasar los botes al vacío, ponerlos en una olla grande y alta, cubrirlos con agua fría. Poner la olla al fuego a temperatura máxima. Cuando hierva dejar durante 5 minutos mínimo. Apagar el fuego y sacar los botes de la olla con unas pinzas o dejarlos hasta que enfríe el agua.

Esta es una receta de verduras básica que siempre tenemos en mente y hacemos varias veces al año, ya que nos proporciona un “punto más” a numerosos platos. Hay infinidad de conservas de pimientos asados, algunas de muy buena calidad, pero pocas se aproximan a los que podamos preparar en el horno de casa. Además seguro que éstos nos saben mejor al haberlos hecho nosotros mismos.

Lo más tradicional es utilizar los pimientos rojos que encontraréis todo el año en los mercados, gracias a su cultivo en invernaderos, pero sabed que su mejor época es de verano a otoño. Hemos aprovechado para hacer todas las conservas con pimientos asados para todo el año.

Elegimos una fuente de horno en la que quepan perfectamente los pimientos. Podrían hacerse directamente en la bandeja del horno, pero yo prefiero usar una fuente aparte.

Lavar bien los pimientos rojos bajo un chorro de agua para eliminar cualquier resto de polvo o suciedad.

Lavamos bien los pimientos y los secamos. Con la ayuda de un pincel de cocina (o mismamente con las manos) los impregnamos de aceite de oliva por todos lados.

Colocamos los pimientos en la fuente y ésta en la bandeja en posición central. A la mitad de tiempo abrimos el horno y con cuidado de no quemarnos, le damos la vuelta a los pimientos. Así se asarán uniformemente por ambas caras.

Al sacarlos del horno, dejamos que se enfríen un poco dentro de la misma bandeja, tapados con un paño o con papel de aluminio para que suden.

Pasado el tiempo retiramos del horno.

Para conservarlos en casa los guardaremos en el frigorífico dentro de una bola de plástico con agujeros, para que respiren.

Aplicando esta receta, una vez asados y pelados podemos conservarlos en la nevera en botes de cristal con aceite de oliva. Si los queréis para todo el año, rellenaremos los botes (esterilizados) añadiendo aceite de oliva cubriendo los pimientos. Los pondremos al baño maría, hirviendo durante al menos 20 minutos.

Otra manera de conservarlos es congelarlos.

El principal componente del pimiento es el agua, seguido de los hidratos de carbono. Los pimientos rojos son carnosos, gruesos y de buen tamaño. Para asar debemos escogerlos bien carnosos, duros y firmes al tacto, con un color brillante, la piel lisa, sin manchas ni golpes. El tallo verde también nos ayuda a identificar la frescura del pimiento.

Para que los pimientos asados se conserven mejor en la nevera, guárdalos en un recipiente hermético con su propio jugo o con aceite de oliva.

Otras formas de conservar los pimientos

  • Conservar pimientos en aceite: Este método es ideal para prolongar la vida útil de los pimientos mientras se potencian sus sabores. Se pueden usar tanto pimientos asados como crudos.
  • Cómo almacenar pimientos verdes de forma eficaz: Los pimientos verdes se pueden almacenar en la nevera dentro de una bolsa perforada o congelarlos tras cortarlos en tiras. Otra opción es encurtirlos en vinagre.
  • Método práctico para conservar pimientos rojos: Los pimientos rojos se pueden almacenar en la nevera o congelar en tiras. Asados y envasados en aceite también son una opción excelente.
  • Opciones para preservar pimientos fritos: Los pimientos fritos deben conservarse en un recipiente hermético en la nevera por un máximo de 3 días. Para alargar su durabilidad, pueden congelarse.
  • Cómo conservar pimientos en vinagre: El vinagre es un excelente conservante natural. Solo necesitas cortar los pimientos, colocarlos en un frasco con vinagre y especias y dejarlos reposar unas semanas.

Preguntas frecuentes sobre cómo conservar pimientos

  • ¿Cuánto tiempo duran los pimientos en la nevera? Los pimientos frescos pueden durar entre 1 y 2 semanas en la nevera si se guardan correctamente en una bolsa perforada o envueltos en papel.
  • ¿Se pueden congelar los pimientos crudos? Sí, se pueden congelar crudos tras lavarlos y cortarlos en trozos o tiras. No es necesario blanquearlos antes.
  • ¿Cómo evitar que los pimientos pierdan su textura al conservarlos? Para mantener su textura, lo mejor es asarlos antes de conservarlos en aceite o en vinagre. Si los congelas, es recomendable usarlos en recetas cocinadas.
  • ¿Es seguro conservar pimientos en aceite? Sí, pero es importante hervirlos previamente o guardarlos en la nevera para evitar el crecimiento de bacterias.

Mantener los alimentos en condiciones óptimas es la mejor forma de aprovechar todas sus propiedades y así evitar desperdiciar la comida.

Este método de conservación consiste en asar pimientos ecológicos al horno junto al AOVE ecológico para su preservación. Hornéalos al menos 30 minutos, y ve dándole la vuelta cada diez minutos. Por últimos, sella el bote al vacío. De esta manera, tus pimientos ecológicos asados en conserva tendrán una vida útil de hasta un año.

Ahora solo debes repartirlos en bolsas o recipientes para el congelador.

Esta manera de conservar pimientos ecológicos en casa puede adaptarse según los gustos, pudiendo añadir cebolla, laurel, comino u otros ingredientes.

Cómo envasar al vacío pimientos asados - Hacer conserva #147#

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