Seguro que has oído hablar sobre el pan de pita, también llamado pan árabe, pan sirio y pan libanés. Es delicioso y saludable, lo sabemos todos. Pero, ¿qué me dices de sus beneficios nutricionales? ¿Has sentido hablar de ellos, o por el contrario no sabes cuáles son? ¡No te preocupes!
Este pan se consume al mediterráneo oriental, pero, ¿de dónde salió? Es uno de los alimentos más antiguos y para explicar su origen nos tenemos que remontar al Oriente Medio, concretamente en Egipto. Hace muchos siglos, en 2500 a. C. aproximadamente, los egipcios cultivaban trigo y cebada, y estos cereales se usaban para hornear panes planos. Se preparaba con un tipo de trigo denominado emmer (Triticum dicoccum) y, a veces, se le añadía cebada.
Etimológicamente, el nombre deriva de la palabra griega moderna πίτα, usada para designar «pastel» o «pan». Como tiene una forma plana y maleable, se puede rellenar con todo tipo de comida. Llegó a ser la base de la alimentación para todas las clases sociales.
En la época del modernismo, el pan de pita llegó al mundo occidental. Se convirtió en un alimento estrella para los sándwiches, concretamente en Europa y en el Norte de América. Hoy en día, es el acompañamiento ideal de muchas comidas del mundo y se usa en restaurantes de todo tipo.
De la mano del Imperio Romano, que se encontraba en su máximo auge, el pan de pita o árabe conquistó los demás países del Mediterráneo: Francia, Italia y España. Estamos, por tanto, ante un pan que ha evolucionado a lo largo de los siglos, producto de los intercambios culturales que ha experimentado. Y en cuanto a la etimología, en la cultura árabe este tipo de pan plano se conoce como jhubz (pan común), cocinado en un tandoor (horno de barro vertical) según el libro de cocina Kitab al-Tabikh del autor Muhammad bin Hasan al-Baghdadi, en el que recoge 6 recetas que se pueden preparar con este alimento. ¿Y porqué también se le llama también pan de pita?
Pan de pita árabe. La RECETA MÁS FÁCIL
Beneficios nutricionales del pan de pita
Los beneficios del pan de pita son ideales para mantener una vida saludable y es un alimento clave para llevar una dieta equilibrada. ¿Qué te aporta? Por un lado, muchísima energía gracias a la fuente de proteína vegetal. El hecho de prepararse con una cantidad muy baja de levadura y sin grasas, hace que los procesos dietéticos sean muchos mejores. En caso de que estés haciendo una dieta, te recomendamos consumirlo para almorzar, puesto que notarás que perder peso te será mucho fácil. Por otro lado, mediante el componente del cereal, ayuda con los procesos intestinales.
Y no nos podemos olvidar de los múltiples beneficios nutricionales que nos aporta el pan árabe o pan de pita.
El pan de pita es una buena elección para dipear en hummus, tzatziki o baba ganoush. También se puede rellenar y consumir como si de un bocata se tratara, con falafel, verduras asadas, queso y jamón, sobras de estofados y mucho más.
El pan de pita se caracteriza por abrirse formando un bolsillo fácil de rellenar que lo convierten en una opción popular para comidas rápidas y deliciosas.
El pan Pita, es un tipo de pan plano de consumo a la mediterránea oriental, especialmente en el próximo oriente, cocido en las paredes del horno.
Información nutricional (por 100g)
| Nutriente | Cantidad |
|---|---|
| Calorías | 252 kcal |
Receta de pan de pita casero
Seguro que lo conocéis de sobra, pero quizás no sepáis lo mega fácil que es de preparar y, por ello, nunca os habéis planteado hacerlo como un pan casero. Pues bien, os adelanto que está "chupao" y que una vez que probéis el pan de pita casero no lo volveréis a comprar en el supermercado. Y es que este último os va a resultar seco e insípido, porque el sabor y la textura del artesano son inigualables, como un buen pan baguette.
¿Habéis probado alguna vez pan de pita o pan árabe? La receta de pan de hoy es muy fácil y no requiere ni horno para prepararlo. El pan pita es un tipo de pan blando originario del cercano oriente que a menudo se cuece en las paredes de los hornos y se puede hacer con miga o hueco de manera que es muy fácil rellenarlo con los ingredientes que más nos apetezca.
Aunque normalmente las recetas de pan de pita requieren horno hoy vamos a ver cómo cocinarlo directamente en la sartén para que sea todavía más rápido, manteniendo todo el sabor y el resto de propiedades. Como explico abajo en la receta, puedes hacer tu pan de pita en el horno, que es como lo he hecho yo, o hacerlo en la sartén. No necesita aceite, simplemente lo pones en la sartén caliente y dejas que se dore. Verás cómo se infla muy rápido.
En esta ocasión y a diferencia de otras recetas de pan, apenas vas a tener que amasar los ingredientes que emplearemos en su elaboración. Además, si queréis conseguir un pan que se conserve mejor y durante más tiempo, además de tener un sabor y aroma insuperable, te recomendamos que emplees masa madre para prepararlo, aunque siempre puedes optar por la levadura de panadería. La receta es facilísima, solamente tienes que preparar la masa con los ingredientes necesarios, amasarlos para darles la forma deseada y hornearlos o freírlos directamente en una sartén.
Ingredientes
- 500 g de harina de trigo (harina de fuerza para hacer pan)
- 20 g de levadura de panadería fresca o 7 g de levadura de panadería seca, granulada
- 310 ml de agua
- 6 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra (30 ml)
- 8 g de sal
Elaboración
- Calentamos 300 ml de agua hasta que esté tibia. Desmenuzamos la levadura en el agua y removemos bien. Reservamos 10 minutos.
- En un recipiente hondo y amplio introducimos el agua, mejor si está tibia, junto con la levadura fresca desmenuzada, la harina integral, el azúcar y la sal. Removemos dentro del recipiente hasta que no podamos más (según se unan los ingredientes se hará complicado), entonces pasamos a la encimera y amasamos durante 10 minutos. El resultado será una masa elástica, homogénea y ligeramente pegajosa, pero muy manejable. Si este no fuera el caso, podemos añadir un poco más de harina y seguir amasando hasta conseguir la textura mencionada.
- Hacemos un hueco en el medio con las manos y espolvoreamos la sal alrededor (2 cucharaditas). Añadimos 6 cucharaditas de aceite y trabajamos bien con las manos hasta tener una masa uniforme. Devolvemos al bol, tapamos con film transparente y dejamos reposar una hora para que duplique su tamaño.
- Deja fermentar la masa durante hora y media en un bol tapado y aceitado a temperatura ambiente.
- Extendemos harina sobre el mesado y amasamos la masa durante un par de minutos. Cogemos cada trozo de masa en la mano, lo aplastamos un poco y llevamos la parte de afuera al centro alrededor y varias veces. Hacemos una bola y con la mano ahuecada la movemos sobre el mesado aplastándola ligeramente. Repetimos con todas las porciones de masa.
- Transcurrido el tiempo de reposo la masa habrá crecido ligeramente. La dividimos en seis porciones de igual peso y boleamos cada una de ellas. Espolvoreamos un poco de harina sobre la superficie de trabajo y estiramos cada porción con un rodillo, formando un disco. Cubrimos los discos con el paño y dejamos reposar durante 30 minutos.
- Aplastamos con el rodillo con cuidado de no romper la masa. Si queremos que los panes queden esponjosos y con miga hacemos que tengan un espesor de más de un centímetro.
- Mientras tanto encendemos el horno al máximo, con calor arriba y abajo, y dejamos en su interior una de sus bandejas. Horneamos los panes de dos en dos, con sus respectivos papeles de horno, sobre la bandeja caliente durante cinco minutos (2-3 minutos más si vuestro horno alcanza menos temperatura). Los panes se llenan de aire caliente y se hinchan, tal y como podéis ver en el vídeo de arriba.
- Tras el segundo reposo mete los discos de cuatro en cuatro en el horno. Transcurridos dos o tres minutos se habrán hinchado considerablemente, dales la vuelta con unas pinzas y aguarda otros tres minutos antes de sacarlos.
- Envuélvelos en un paño limpio e introduce en el horno la siguiente hornada, repitiendo el mismo proceso. Listos para comer.
- Si prefieres hacerlo al horno, también es muy sencillo. Sólo tenemos que emplear una piedra de hornear y calentarla al máximo de tu horno (tope 250º C). Luego sólo hay que hornear unos 4 minutos o hasta que el pan se hinche en en centro. Hará una cámara de aire que se ve perfectamente.
Están deliciosas recién hechas, pero si no las vas a tomar enseguida, mételas en una bolsa de plástico bien cerrada tipo zip y aguantarán días. Lo mejor antes de comértelas es calentarlas en una sartén, en la tostadora o con un toque de horno.
Receta de pita fusión con pollo y verduras
Ahora que eres todo un experto/a en el pan de pita, no podemos despedirnos sin explicarte una receta para chuparse los dedos. Apúntate todos los pasos y… ¡a cocinar! Hoy prepararemos nuestra pita fusión con pollo y verduras.
Ingredientes:
- Champiñones
- Cebolla
- Pimiento rojo
- Pollo
- Pimienta roja
- Sal
- Pan de pita
Elaboración:
- Corta los champiñones, la cebolla y el pimiento rojo.
- A la vez, ves cocinando las verduras cortadas anteriormente.
- Cuando las verduras estén hechas (a tu gusto), introduces el pollo, la pimienta roja, la sal y lo mezclas.
- Introduce dos panes de pita en el horno sobre sus respectivos papeles de horno.
Fácil, ¿verdad? ¡Y buenísimo! Aquí tienes nuestra receta Turris de pita fusión con pollo y verduras. Sano, fácil y exquisito.