No hay nada más delicioso que una tortilla de patatas y cebolla tradicional. Sumérgete en los sabores auténticos de la gastronomía española con una joya culinaria inigualable: la exquisita tortilla de patata y cebolla. Este clásico culinario español es versátil en su consumo y se adapta a cualquier ocasión.
Pero a pesar de que su preparación pueda parecer un proceso sencillo, es indispensable seguir algunos tips para conseguir resultados como los de un chef profesional. Si deseas conocer cómo hacer una tortilla española tradicional con cebolla, no te puedes perder esta receta fácil y rápida.
Tortilla de Patatas Con Cebolla. Receta de Tortilla Española con trucos
Ingredientes para Hacer una Tortilla de Patatas con Cebolla
Aunque pueden existir algunas variaciones, la receta tradicional de la tortilla de patatas con cebolla lleva muy pocos ingredientes y requiere de un tiempo de preparación corto.
- ½ kilo de patatas
- 5 huevos
- 1 cebolla
- Aceite de oliva extra virgen
- Una pizca de sal
Usa siempre los mejores ingredientes, patatas nuevas y unas buenas cebollas. Presta atención al listado de ingredientes que te dejamos a continuación, y sigue las indicaciones paso a paso para que puedas conseguir un resultado increíblemente delicioso.
¿Cómo Preparar una Buena Tortilla de Patatas Jugosa?
El éxito de esta receta de tortilla de patatas es seguir las indicaciones paso a paso, para que cada uno de los ingredientes quede con la cocción adecuada y así conseguir esa textura blanda y jugosa que te hará agua la boca.
Paso 1
Lo primero que debes hacer es lavar y pelar las patatas. En primer lugar, pelamos, lavamos y picamos las patatas y la cebolla. Seguidamente debes realizar un corte por la mitad de cada una de ellas, empezando por el lado más largo. Repite el proceso para obtener tiras gruesas de patata, y luego realiza cortes horizontales para obtener pedazos pequeños no tan gruesos. También puedes usar un pelador ara ir pelando la patata en capas finas si te gusta más esta textura.
Nuestra propuesta es cortarlas en rodajas finas de unos 3 mm de espesor. Se puede hacer a cuchillo o mucho más rápido con una mandolina.
Paso 2
Una vez que tengas todos los trozos de patata, deberás colocar una gran cantidad de aceite de oliva en una sartén antiadherente a fuego fuerte. La cantidad deberá ser suficiente para cubrir las patatas a ras, que con las cantidades de la receta son como unos 500 ml. Espera a que el aceite esté bien caliente, y agrega cuidadosamente los trozos de patata para que se frían por ambas partes.
Déjalas cocinar por unos 10 a 15 minutos, verificando que no se vayan a quemar. Cuando terminemos de echar todo, seguimos cocinando a fuego fuerte, removiendo con frecuencia para que las patatas del fondo no se quemen y cuando vuelva a recuperar temperatura, es decir cuando el aceite burbujee de nuevo, bajamos a fuego medio-bajo, pues no necesitamos una fritura como para las patatas fritas, sino que en este caso buscamos que las patatas más bien se confiten. Las dejaremos que se hagan de 20 a 30 minutos, hasta que veamos que se empiezan a dorar con facilidad. Cada poco, iremos moviendo las patatas para que las de abajo no se quemen.
En este punto es recomendable aplicar un poco de sal a las patatas para que agarren un poco de sabor mientras se fríen. Una vez estén listas, deberás retirarlas del aceite y escurrirlas para eliminar el exceso de grasa. Para ello puedes utilizar un colador de pasta.
En cuanto veamos que las patatas ya están cocinadas, cogemos un colador grande, a ser posible de acero inoxidable y lo ponemos dentro de un bol. Sacamos las patatas del aceite y las vamos poniendo dentro del colador para quitarles el exceso de aceite.
Es importante que utilices aceite de oliva de muy buena calidad y que sea ideal para freír, ya que esto le dará un sabor particular a la tortilla.
Paso 3
En una sartén aparte coloca unas 4 cucharadas de aceite de oliva, y agrega la cebolla que debes haber picado previamente en tiras finas. Este punto es fácil, si te gusta se la pones y si no, pues no. Cogeremos 1 cebolla grande para estas cantidades y la pelamos y cortamos en juliana fina.
Déjalas que se doren a fuego lento sin que se vayan a quemar, saboreándolas con un poco de sal. Una vez que estén doradas, deberás retirarlas del fuego y apartar.
Paso 4
Mientras se preparan las cebollas y las patatas, puedes aprovechar para batir los huevos. Aunque la calidad de todos los ingredientes es importante, la de los huevos lo es aún más. En la medida de lo posible escogeremos huevos camperos, con mucho sabor. La proporción ideal de patata y huevo es de 1 huevo grande por cada 100 g de patata pelada por lo que necesitamos 6 unidades. Si fueran medianos, podríamos llegar hasta 8. Con estas cantidades queda un interior bien jugoso, incluso cuando está cuajado.
En un bol coloca el contenido de los 5 huevos con una pizca de sal. Una vez batidos los huevos, los salamos con 1 cucharadita de sal no muy llena e incorporamos poco a poco las patatas escurridas. Ahora volvemos a batir un poco para integrar bien. Hay quien machaca la patata con el huevo usando unas varillas, sobre todo cuando se fríe en cuadraditos. Luego, cuando estén bien escurridas las patatas, deberás agregarlas al bol y mezclar todo junto con las cebollas. Dejamos reposar unos 10 minutos para que se integren sabores.
Paso 5
Ahora es momento de cocinar la tortilla de patatas. Ahora ha llegado el momento de ponernos a cuajar la tortilla. Cogemos una sartén mediana de unos 24 cm para que nos quede gordita o 26 cm para una tortilla más fina. Engrasamos la sartén con un poco aceite, podemos reutilizar el de freír las patatas. La ponemos a fuego medio y, cuando esté bien caliente, pero sin humear, echamos las patatas con el huevo.
Para ello deberás colocar la mezcla de los huevos en una sartén antiadherente, dejando que se cocine por cada lado de 3 a 5 minutos. La cocinaremos al gusto de cada uno. Si te gusta más cuajada te recomiendo que la primera parte de la cocción la hagas con la sartén tapada y a fuego bajo. Y si te gusta al punto o menos cuajada, empieza con un fuego medio alto y tapa la sartén durante un par de minutos, dale la vuelta a la tortilla con ayuda de un plato o tapadera plana y siempre con mucho cuidado de no quemarnos.
Dejamos que se cuaje la tortilla a fuego medio para que quede dorada o a fuego medio-bajo para que quede más rubita. Luego procederemos a darle la vuelta ayudándonos con un plato cuando haya pasado el tiempo que queramos. Con 1 minuto quedará totalmente líquida por dentro tipo Betanzos, con 2 minutos quedará bien jugosa, 3 minutos para el punto. Podemos llegar a 4 o 5 minutos si nos gusta la tortilla bien firme. En este último caso, bajaríamos más el fuego para que no se queme.
Puedes ayudarte de un plato plano para darle la vuelta a la tortilla de patatas sin que corras el riesgo de que se caiga. La clave para lograr una auténtica tortilla de patata y cebolla radica en la técnica de voltearla en el momento preciso. Tras batir los huevos y mezclarlos con las patatas y cebollas cocidas, la mezcla se vierte en una sartén caliente para cuajar.
Una vez esté dorada por ambos lados, deberás usar el plato para colocar la tortilla y retirarla de la sartén. Reposo antes de cortar: Deja reposar la tortilla unos minutos antes de cortarla en porciones.
¿Cómo Hacer una Tortilla de Patatas Poco Cuajada?
Si quieres que tu tortilla de patatas quede jugosa, será necesario dejar parte del aceite que se retira en el momento de escurrir la mezcla. Es decir, que no se deben escurrir tanto las patatas después de freírlas. También es importante dejar por menos tiempo la mezcla en el proceso de sellado, ya que eso le dará como resultado, una buena tortilla de patatas jugosa y poco cuajada.
Retiramos la tortilla del fuego y la ponemos en un plato. De esa forma es cómo se hace la tortilla de patatas tradicional española, en muy pocos pasos y con ingredientes muy sencillos, la cual representa una fuente de proteínas muy favorable.
Este plato que es típico como aperitivo yo lo acompañaría de una buena ensalada mixta, una ensaladilla rusa, unos boquerones en vinagre o una croquetas de pollo. Acompañada de una ensalada mixta o unos pimientos verdes fritos, resulta un delicioso almuerzo.