Casa Noguera Embutidos: Una Historia de Tradición e Innovación

Casa Noguera fue fundada en 1870 en Guardiola de Berga, donde comenzó como un obrador de embutidos en una antigua fonda. En 1884, recibió el título de Proveedor de la Real Casa. Tras la Guerra Civil y la destrucción de su obrador original, la empresa se trasladó y expandió en Barcelona, llegando a tener 15 tiendas propias. En los años 70, 80 y 90 se consolidó como marca en Barcelona.

En los años 90, la quinta generación modernizó la empresa y trasladó la actividad a la comarca de la Anoia. Desde 2002, la empresa exporta sus productos a varios países europeos y en 2016 recibió el premio Great Taste Award por su butifarra blanca.

La empresa busca mantener la tradición familiar en la elaboración de embutidos, respetando las recetas originales y priorizando la calidad de los ingredientes y la seguridad alimentaria. Su objetivo es ofrecer productos artesanales de calidad, combinando tradición e innovación, y continuar expandiendo su presencia tanto a nivel nacional como internacional.

En Guardiola de Berga había una pensión llamada Cal Frare. Su propietario tuvo problemas económicos, motivo por el cual su cuñado, Esteve Noguera Forgas, le compró el local. Esteve, fabricante de embutidos barcelonés, y su mujer, Concepció Rovira Vilarosal, compraron Cal Frare a partes iguales por un precio de 37.333 pesetas y 32 céntimos. Convirtieron el edificio en un obrador de embutidos, con la zona de matanza en los bajos, manipulación y elaboración en el primer piso y secaderos en los pisos superiores.

Ofrece una amplia gama de embutidos tradicionales catalanes, destacando las butifarras (blanca, catalana, cruda, de huevo, negra, de perol, para barbacoa y creativas), fuet, bull, bacon, jamón cocido, salchichas Frankfurt, salchichón, y productos gourmet como dátiles con bacon. También dispone de platos preparados, aceitunas, vinos y lotes de embutidos. Entre sus productos más reconocidos están la butifarra blanca y los dátiles con bacon.

Desde la empresa Casa Noguera explican que estos hongos tiene dos funciones. Por un lado la ya dicha de la protección del fuet. Durante el secado, la humedad de la carne sale hacia el exterior y facilitando que aparezca moho. Los no deseados, los que pueden llegar a hacer incomestible el embutido suelen presentar colores anaranjados, amarillentos o negros. Controlar la temperatura y la humedad es una manera de que crezca el deseado, algo que es complicado de forma natural, que también pasa, pero que los productores fuerzan que ocurra implantándolo de antemano.

Para ello, antes de llevarlos al secadero se cubre con un líquido cargado de esporas de los hongos buenos. La segunda función es aportar una nota de aroma y de sabor al fuet. El hongo, durante su crecimiento, puede alterar su composición desde fuera, sin introducirse dentro y darle un aromas y unos matices peculiares y específicos. Es más, diferentes cepas de un mismo hongo hacen que los fuets resulten diferentes entre ellos. Cada elaborador suele criar su propia cepa diferenciadora.

La Mortadela Gourmet: Un Universo de Sabores

La mortadela, un embutido versátil y lleno de historia, es mucho más que su versión más conocida, la mortadela de Bologna. Aunque esta sea la reina de las mesas italianas y un básico en charcuterías a lo largo y ancho de todo el mundo, existe una amplia gama de opciones gourmet que redefinen lo que significa disfrutar de una buena mortadela.

Estas versiones más sofisticadas y diferentes del embutido no se olvidan de presentar una calidad excepcional, ingredientes innovadores y métodos tradicionales de elaboración. Elaboradas con carne de cerdo de primera categoría y especias seleccionadas, las mortadelas gourmet destacan por su sabor auténtico, textura suave y la ausencia de aditivos artificiales.

Estas características las convierten en una opción perfecta tanto para los paladares más exigentes como para quienes buscan redescubrir este embutido más allá de su versión económica.

Además, hay que tener en cuenta que la diferencia entre una mortadela de alta calidad y una económica no solo se nota en el sabor, sino también en los ingredientes y el método de producción. Mientras que las opciones más baratas suelen contener aditivos y carnes procesadas, las variedades gourmet apuestan por carne magra, especias naturales y procesos artesanales que garantizan un producto final excepcional.

Ya prefieras la intensidad de la trufa, la dulzura de la nuez o la frescura del pistacho hay una mortadela para cada paladar y ocasión.

Si quieres llevar tu experiencia gastronómica al siguiente nivel, apuesta por mortadelas de calidad.

Tipos de Mortadela Gourmet

  • Mortadela con Pistachos: Tradición y textura. Originaria de la región de Emilia-Romaña, esta variante incluye pistachos enteros que aportan un contraste crujiente, además de un toque sutil de sabor tostado.
  • Mortadela de Trufa: Elegancia en cada bocado. Combina la suavidad de la mortadela con la intensidad aromática de la trufa, un ingrediente que transforma cualquier receta en una experiencia gourmet.
  • Mortadela de Ajo: Potencia y sabor. Se elabora con carne de cerdo de primera calidad, a la que se añade ajo fresco o en polvo, realzando de esta forma su sabor y aroma.
  • Mortadela de Nuez: Dulzura y sofisticación. Fusiona la suavidad de la carne de cerdo con la textura crujiente y el sabor dulce de las nueces.
  • Mortadela Gourmet de Bologna IGP: La reina de las mortadelas, con Indicación Geográfica Protegida (IGP). Este sello garantiza que el producto se elabora siguiendo estrictos estándares de calidad y tradición en su lugar de origen.

Estas variedades están disponibles en tiendas especializadas y charcuterías gourmet. En España, algunas tiendas especializadas y charcuterías gourmet como El Corte Inglés Club del Gourmet o La Jamonería Fraile ofrecen una selección de mortadelas italianas y españolas de alta calidad. Además, marcas como Levoni y Negroni destacan por su compromiso con la tradición y la excelencia en la elaboración de este producto.

Más allá de su popularidad como un producto económico, la mortadela ofrece un universo de opciones para explorar. Las versiones gourmet ofrecen un sinfín de sabores, texturas y aromas que elevan este embutido a la categoría de manjar.

La Girella: Un Embutido Tradicional del Pirineo Catalán

Pont de Suert celebrará este fin de semana su Fira de la Girella, un producto que nació como una manera de aprovechar todas las partes del cordero en siglo XV. Es uno de los pocos embutidos elaborados a base de cordero, pero la girella no goza ni de lejos de la popularidad de la llonganissa, el bull u otros productos típicos de las charcuterías de Catalunya. De hecho, muchos catalanes ni siquiera la conocen.

La girella -que también es típica en el Pallars y en algunas zonas de Aragón, donde se conoce como chireta- se elabora con las tripas y el corazón del cordero, además de tocino para ligar, arroz, pan, huevos, perejil y ajo. "Se cortan unas piezas del estómago del animal que se cosen y se rellenan con esta mezcla. El resultado se hierve y se deja enfriar".

Aunque se considera un embutido , suele consumirse enharinada y frita, guisada con un sofrito de cebolla y tomate o a la brasa.

Los vecinos de Pont de Suert no son los únicos que han notado que la girella cada vez genera más interés. Eduard y Cesc Bastús son la 3ª generación al frente de Carns Bastús, en la Pobla de Segur, y pueden llegar a producir 450 kilos de este producto a la semana. Cada casa tiene su receta, pero el objetivo es el mismo: sacarle partido a las partes menos nobles del cordero. Los Bastús usan la carne del cuello y del pecho, además de las tripas. "Es un producto que al principio puede costar, pero aquí gusta mucho. Se suele comer guisado con pies de cerdo , o también está delicioso a la brasa acompañado con un huevo frito".

Por suerte, este embutido también tiene sus custodios fuera de la provincia de Lleida. Uno de ellos es Jordi Vidal, al frente de La Girella Rostisseria , una tienda de comida preparada que abrió en el barcelonés barrio de Horta-Guinardó hace 20 años. "El nombre de mi tienda es un homenaje a este embutido catalán, que a mí me encanta. No lo elegí por los pasteles italianos que se llaman igual", bromea Vidal, que es el único comerciante que tiene girella en esta zona de la ciudad.

Opina igual el chef Artur Martínez, al frente del restaurante estrellado Aürt (Barcelona), quizás uno de los defensores más mediáticos de este embutido del medievo. "La girella siempre me ha interesado por estar elaborada con carne cordero y por su origen medieval. Es uno de los embutidos más especiales de Catalunya y, a la vez, uno de los más desconocidos", asegura. El cocinero tarrasense, que crea las cartas de sus restaurantes desde una mirada divulgativa, cree que es esencial hacer difusión de este exotismo de proximidad y de este patrimonio gastronómico tan valioso.

La Ribagorza: Un Tesoro Gastronómico

La comarca oscense de La Ribagorza es el germen de lo que hoy es Aragón. Extensa y abrupta región, delimitada por los ríos Cinca y Noguera Ribagorzana, alberga grandes tesoros culturales y artísticos, además de una joya alimentaria, la tuber melanosporum o trufa negra, poco valorada hasta hace poco más de medio siglo. Alrededor de ella y de otros productos excelentes, hemos tejido una ruta invernal.

Benabarre es acaso el corazon histórico y sentimental de La Ribagorza y una de ls poblaciones más significativas de la comarca con su espectacular Castillo de los Condes de La Ribagorza, fortaleza de origen musulmán del siglo XI.

Dicen que quieren “difundir y comercializar todo lo bueno que tiene la localidad” y así, se pueden encontrar, entre otros productos locales como el queso y el chocolate que también forman parte de este reportaje, singularidades como cervezas artesanas de calidad, el Azafrán de Benabarre o las Galletas Medardetas (en honor de San Medardo, patrón de la localidad), que elabora la Fundación Crisálida, un centro especial de empleo para jóvenes con discapacidad psíquica.

Marta Balaguer, tercera generación de la familia propietaria, es la gerente de Embutidos Aventín. Se enorgullece que, de sus 40 empleados, apenas un par de ellos no son fijos. Aunque la empresa se dedica también a las carnes de cordero y de ternera, más del 60 por 100 de su actividad procede de los embutidos, encabezados por la Longaniza de Graus, tanto curada como fresca, con al menos un 40 por 100 de magro, adscrita a una Marca de Calidad en la que son solo tres los productores.

Graus fue la capital histórica de la “tuber melanosporum” salvaje cuando se inició su recolección a mediados del pasado siglo. Hasta ese momento poca importancia se había dado a esas “patatas negras” que abundaban en el monte, al pie de encinas y robles.

Con la tienda original en el corazón de Benabarre y otra cuidada delegación en la Barcelona modernista, Brescó es un paraíso chocolatero donde se elabora el chocolate a la piedra como máxima seña de identidad pero en donde también, en los últimos días de enero, casi dos meses antes de Semana Santa, ya había comenzado la producción de sus singulares monas de Pascua. No obstante, la vinculación de la familia Brescó con la actividad chocolatera tiene sus más remotos orígenes en 1875 de la mano del bisabuelo de Francisco, quien, a partir de 1985 retomó este oficio, después de que sus antecesores optaron más por los ultramarinos.

Tabla resumen de productos y productores destacados en La Ribagorza

Producto Productor/Localidad Descripción
Longaniza de Graus Embutidos Aventín (Graus) Longaniza curada y fresca con al menos un 40% de magro.
Quesos artesanos de cabra Quesería Benabarre (Benabarre) Variedades como Benabarre, Montsec, Conde de Ribagorza y San Medardo.
Chocolate a la piedra Chocolates Brescó (Benabarre) Chocolate artesanal con elaboración tradicional.
Girella Pont de Suert/Pallars Embutido elaborado con tripas y corazón de cordero, arroz, pan, huevos, perejil y ajo.
Trufa negra (Tuber melanosporum) Graus y alrededores Trufa negra silvestre y cultivada, utilizada en diversos platos gourmet.

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