El otoño nos regala muchos deliciosos productos de temporada, pero la calabaza brilla con luz propia. Porque no solo es capaz de protagonizar suculentos dulces: esta hortaliza es una gran aliada de quienes busquen perder peso sin renunciar al placer en la mesa.
Sirva este recetario como punto de partida de inspiración para hacer las adaptaciones precisas que se ajusten a las necesidades de cada persona. A la hora de cocinar con ella tiene la ventaja de su textura, muy similar a la patata, la hace tremendamente versátil y agradecida de comer.
Si queremos disminuir aún más las calorías, podemos sustituir los lácteos más grasos por versiones desnatadas o cambiarlos por caldo o agua; la cantidad de aceite también es fácil de controlar y, al combinarla con proteínas, lo mejor es optar siempre por las versiones más magras.
Crema de calabaza a la trufa
La crema de calabaza es toda una delicia que reconforta en días fríos y también sienta muy bien en tiempos más cálidos, servida más atemperada o incluso fresca. Combina bien con casi todas las demás verduras, además de frutas y especias de todo tipo. Por ejemplo, esta crema de calabaza a la trufa, cuya receta completa os dejamos a continuación, se sale de lo común y es perfecta para los que se aburran de los sabores de siempre. Para reducir las calorías solo habrá que prescindir de la nata y la creme fraiche; en su lugar podemos usar yogur desnatado para acompañar.
Comenzaremos cortando la carne de la calabaza en dados. Pelamos la pera, la manzana y las cortamos también en dados, la naranja la pelamos sin dejar parte blanca o al vivo. Pasamos a un cazo las frutas, los dados de calabaza y rallamos un poco de jengibre fresco al gusto. Añadimos 100 mililitros de agua, salpimentamos y agregamos la leche y la nata a la cacerola. Rallamos la nuez moscada. Cocemos a fuego medio hasta que la calabaza esté ligeramente blanda, bajamos entonces el fuego y compotamos durante 40 minutos.
Platos vegetarianos y veganos con calabaza
Si en las cremas de verduras la calabaza puede encontrar su pareja en muchos otros ingredientes vegetales, las posibilidades se multiplican cuando abrimos el espectro a todo tipo de platos vegetarianos y veganos. Por su sabor dulce combina de maravilla con hojas más amargas en ensaladas, como esta de calabaza asada, aguacate y rúcula, y también con otras verduras de temporada como en la receta de coles de Bruselas al horno con calabaza.
Cualquier potaje o guiso de legumbres admite la calabaza entre sus ingredientes. También resulta excelente en ensaladas y salteados con garbanzos o lentejas, y podemos cocinarla fácilmente cortada en cubos en el horno, o también en la sartén con muy poco aceite y una buena cantidad de especias.
Quizá porque nos ofrece una versatilidad semejante a la de la patata, nos gusta mucho combinarla con pulpo y pescados para hacer algo más ligeros los platos y darles un toque especial. Un plato perfecto para dietas por su poder saciante y nutritivo es el cuscús con pollo, calabaza agridulce y espinacas, estupendo para llevar en táper y dar salida a sobras.
El picoteo entre horas suele traer de cabeza a los que están a dieta; las semillas o pipas de calabaza pueden ser un snack perfecto, sin abusar, muy nutritivo y del que podemos controlar los aderezos sin necesidad de añadir grasas o un exceso de sal. Para caprichos ligeramente dulces, el puré de calabaza asada es ideal para enriquecer unas galletas de avena sin más azúcares añadidos, o para preparar una tortitas que tendrán un toque dulzón natural.
Calabaza a la plancha
Hoy vamos a preparar una deliciosa y versátil receta con la calabaza como protagonista. Para hacer la calabaza a la plancha, vamos a emplear calabaza de tipo violín, comúnmente conocida como calabaza cacahuete. Su recolección se realiza entre los meses de agosto y octubre por lo que la tendremos a nuestra disposición en los siguientes meses, para disfrutarla de infinidad de maneras y elaboraciones.
Otra de sus características es que su corteza es gruesa y dura por lo que, a la hora de cortarla y pelarla, requiere de mucha precaución y paciencia. En cuanto a su sabor, la calabaza cacahuete es ligeramente dulce, además, este dulzor se potencia cuando la asamos, de ahí que podamos emplearla tanto para recetas dulces como saladas dependiendo de los condimentos con los que la cocinemos.
Calabaza bonetera rellena
Aprende a cocinar esta hortaliza un tanto inusual con un buen relleno de carne, tomate y verduras. ¡Está delicioso!
¿Conoces la calabaza bonetera? También llamada calabaza patisson o pattypan. ¿Sí? ¿Y alguna vez has probado la calabaza bonetera rellena? ¡Está para morirse! Esta verdura con una forma redondeada y plana es de origen francés y, aunque había caído un poco en el olvido, últimamente está cogiendo bastante fama.
Hace poco que la he descubierto, cuando me la ofreció el productor al que compro las verduras cada semana. De hecho, no sólo me ha pasado con la calabaza bonetera, sino que me está animando a probar muchas verduras y hortalizas poco usuales, como los tupinambos. “Es como una calabaza», me dijo, “pero tiene un sabor mucho más suave que recuerda al calabacín. Yo prepararía una calabaza bonetera rellena…» Dicho y hecho.
Preparar una calabaza rellena es más simple de lo que parece. Esta calabaza patisson es bastante tierna, incluso se puede comer la piel. Lo primero que debes hacer es cocerla entera para que se ablande por dentro y, a continuación, le haces un hueco y le metes el relleno. En este caso, en el relleno he puesto un montón de verduras, ya lo verás. Por último, un poco de queso rallado por encima y al horno.
Además de las verduras, comentar que el relleno lo he hecho con carne de pavo. Normalmente compro una pierna de pavo y en casa le quito el hueso y la pico con la máquina. Esta carne se presta bastante bien a este tipo de platos. Puedes hacer, obviamente, la calabaza bonetera rellena con carne de ternera, cerdo o incluso cordero, pero usando pavo además me permite reducir el consumo de carne roja. Y me gusta como queda.
Aquí está la receta:
Receta de calabaza bonetera rellena (calabaza patisson rellena)
Personas: 2
Tiempo: 1 h 30 m
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 1 calabaza bonetera de 750 g aproximadamente
- 250 g de carne picada (ternera, cerdo, pavo …)
- 300 g de tomates frescos (o 200 g de tomates en conserva)
- ½ cebolla amarilla
- 1 zanahoria pequeña (opcional)
- ½ pimiento verde (opcional)
- ½ pimiento rojo (opcional)
- 1 o 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 o 2 hojas de laurel
- 1 pizca de tomillo seco (opcional)
- Queso rallado
- Sal y pimienta negra molida
Elaboración:
- Poner a hervir agua con sal en una cazuela junto y meter la calabaza bonetera. Cocer durante unos veinte minutos desde que hierva (10 minutos en una olla a presión desde que empiece a silbar).
- Pelar la cebolla y picarla finamente. Lavar los pimientos, quitarles el tallo y las semillas. Cortarlos en cuadrados pequeños. Pelar la zanahoria y cortarla en cuadrados pequeños también. Pelar los dientes de ajo, quitarles el germen y picarlos finamente. Yo uso un exprimidor de ajos.
- Lavar los tomates y quitarles el pedúnculo. Cortarlos en trozos, triturarlos en la batidora y, a continuación, pasarlos por un colador fino para quitar los restos de piel y semillas.
- En una sartén, poner a calentar el aceite de oliva a fuego medio y sofreír la cebolla con los pimientos y la zanahoria unos diez minutos, hasta que esté todo bien tierno. Remover con frecuencia para evitar que se queme. Agregar el ajo, mezclar bien y cocinar 2 minutos más. Poner las verduras en un lado de la sartén o sacarlas y resérvala en un bol.
- Añadir la carne picada. Picar la carne con una espátula para que se separe bien y no se quede en pegotes. Una vez que comience a dorarse, mezclar con las verduras. Salpimentar.
- Cuando la calabaza esté cocida, sacarla del agua y dejarla enfriar un poco para poder ser capaz de manejarla sin quemarse. Cortar un “sombrero» y quitar las semillas con una cuchara. Sacar también un poco de carne de alrededor para hacer espacio para el relleno. Trocear esa parte que se acaba de sacar y añadir a la sartén. Agregar los tomates, las hojas de laurel y un poco de tomillo si se desea.
- Calentar a fuego medio y dejar que el tomate reduzca. Más o menos tardará unos 15 minutos. Reservar. Precalentar el horno a 175 °C.
- Poner la calabaza bonetera en una fuente para horno con la base ligeramente engrasada con aceite de oliva y rellenarla. Espolvorear con queso rallado. Hornear a media altura unos 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada al gusto. ¡Y ya está! Sacar del horno y dejar reposar unos minutos antes de servir. ¡Buen provecho!
Sugerencias, trucos y consejos:
- Esta calabaza bonetera rellena se puede acompañar con arroz blanco.
- La mezcla de verduras que utilices para el relleno queda a tu elección. Como mínimo, haz una salsa que lleve cebolla, carne picada y tomate. Puede agregar otras verduras, como guisantes o, por qué no, unas chirivías (la “zanahoria» blanca), que le va a dar un toque anisado muy rico.
- Elegir el tipo de carne picada que prefieras carne de ternera, cerdo, pavo… O incluso mezcla, como mitad de ternera y mitad de cerdo.
- Si eres amante del queso, no te lo pienses y mete una buena capa de queso rallado en medio del relleno.
¿Querés comer sano? "Calabaza rellena"
Ensaladilla de Calabaza Blanca Y Caballa Vinagreta Cremosa de Calabaza Blanca
Tan elegante como efímera, la calabaza blanca nos recuerda que a veces, más que un intenso sabor, podemos buscar una textura con la que prepararemos una ensaladilla ligera, jugosa y refrescante.
Es ver una calabaza blanca en algún mercado primaveral, y te la llevas a casa. Sin saber ni a qué sabe, ni qué harás con ella. Pero es tan bonita...¡tan blanca!
Pasa que, quitando cebollas, nabos y similares, la verdad es que el blanco tan puro no abunda en cocina. Es cierto, hay otras hortalizas blancas, como la berenjena pero, en cuanto la cocinas (porque cruda no es modo), zas, cambia el color. Sucede también con algunas variedades de hortalizas moradas, que al cocinarlas, vuelven a ser verdes.
Total, que con la calabaza blanca (también llamada pattypan, pâtisson, bonatera, o incluso calabaza-vieira en inglés, y podemos encontrarla también en otros colores como naranja o verde) no sucede eso: podemos trabajar en la cocina con ella sin que pierda su inmaculado color.
Con respecto al sabor, de ninguna manera podemos esperar la fragancia de algunas calabazas de carne naranja. Es bastante insípida, pero, a cambio, tenemos una buena textura, no tan crujiente como para necesitar cocerla, ni tan blanda como para que tengamos necesariamente que hacer un puré.
En la receta de hoy buscaba precisamente eso, una cierta textura, y un cierto color, de modo que pudiera utilizarla cruda tanto en la propia ensalada, como en el aliño.
Y aquí está: una ensaladilla de calabaza blanca, espárragos trigueros y caballa con vinagreta cremosa de calabaza blanca y avellanas.
Ingredientes para la receta de Ensaladilla de Calabaza Blanca Y Caballa Vinagreta Cremosa de Calabaza Blanca
Para la ensaladilla:
- 160 g calabaza blanca cruda en dados (neto)
- 2 lomos de caballa a la parrilla, sin piel (fríos)
- 1 manojo espárragos trigueros salteados
- 20 g pepitas calabaza
- aceite de oliva
- sal
Para la vinagreta:
- 90 g calabaza blanca cruda pelada y troceada (neto)
- 2 ciruelas umeboshi
- 30 g manteca avellanas
- 15 g aceite
- 15 g zumo limón
- salvia fresca
- sal
Elaboración de Ensaladilla de Calabaza Blanca Y Caballa Vinagreta Cremosa de Calabaza Blanca
Para la vinagreta cremosa:
Emulsionar.
Notas y sustituciones:
- Calabaza blanca: Si no tenemos calabaza blanca, y aunque todavía no lo he probado, podemos hacer exactamente la misma receta con calabaza de pulpa naranja. Quedará un poco más crujiente (si a alguien le molesta, podemos blanquear los dados de calabaza en agua hirviendo unos segundos y enfriar en nevera), y desde luego, más sabrosa y perfumada. De hecho, estoy ya preparando una ensaladilla con calabaza de pulpa naranja.
- Ciruelas umeboshi: Me entusiasma ese deje ácido, astringente y salado de las umeboshi, casi como unas anchoas frutales, porque las umeboshi son ciruelas encurtidas fermentadas que elaboran con esa gran delicadeza que tienen para tantas cosas los japoneses. Si no tenemos umeboshi a mano, podemos sustituirlas por anchoas en aceite.
- Manteca de avellana: La venden ya elaborada (aunque podemos hacerla en casa, hoy en día podemos encontrar en las tiendas de dietética mantecas vegetales de gran calidad, ecológicas y con un precio muy razonable, sabiendo que, como siempre, los frutos secos tienen su rango de precios particular). Si no queremos utilizar manteca, podemos utilizar avellanas tostadas picadas. En este caso, yo no las incorporaría a la emulsión, sino directamente a la ensaladilla, tanto por no perder el toque crujiente de la avellana, como por no enturbiar la textura de la emulsión, pero por supuesto, eso ya va a gusto de cada cual.
Otras formas de cocinar la calabaza
¿Cómo se puede comer la calabaza?
Recetas con calabaza
¿Cómo cocinar la calabaza?
¿Cómo se conserva la calabaza?
¿Cuánto engorda la calabaza asada?
Una de las hortalizas predilectas de la temporada de otoño es la calabaza. Por su sabor tan característico, sus propiedades y su versatilidad a la hora de cocinarla, se ha vuelto una de nuestras favoritas. Sea cual sea tu variedad favorita, atrévete a cocinar cualquiera de las recetas que te proponemos y disfruta de la calabaza como nunca antes.
Gracias a su sabor dulzón y su textura carnosa, podemos incluir la calabaza en numerosas recetas tanto dulces como saladas y disfrutar de todas sus propiedades. Como podrás ver en las siguientes recetas, esta saludable y deliciosa hortaliza da mucho juego. Encaja en sopas, cremas, purés y potajes. También sirve como guarnición de carnes, pescados, pastas y arroces. Y se puede usar como relleno o espesante de otras recetas.
Recetas típicas con calabaza
- Crema de calabaza. Se puede preparar como guarnición para pescados o carne, como plato único, mezclarla con otras verduras…
- Calabaza rellena. Puedes rellenarla con los ingredientes que más te gusten, espolvorearla con queso y gratinarlas al horno.
- Guisos con calabaza. Como los potajes tradicionales donde las verduras se cuecen en su propio jugo. Una opción con 0% de grasas.
- Calabaza asada. Para servir de guarnición, para hacer timbales de verduras o para otras elaboraciones como un cremoso paté de calabaza.
¿Cómo cocinarla?
Elige la técnica más conveniente para cada receta y consigue que el plato sea todo un éxito. Estas son las mejores técnicas para cocinar calabaza:
- Al horno. Quizás sea la técnica más común, precalienta el horno a 180ºC y hornea la calabaza 40 o 45 minutos.
- Al vapor. Bastarán 15-20 minutos para que quede perfecta.
- Estofada. El truco para que quede perfecta es cocerla a fuego lento 20 minutos.
- Frita. Corta en bastones la calabaza, rebózalos y fríelos en abundante aceite caliente. El resultado será crujiente y dorado por fuera y tierno por dentro.
- Cocida. Cuece la calabaza en abundante agua salada 25 minutos. Es la mejor forma de cocinarla cuando vayas a hacer purés, cremas y salsas.
- Salteada. Córtala en tiras o cuadritos y saltéalas 5 minutos en la sartén para que quede firme pero tierna al mismo tiempo.
- A la parrilla. Ideal para la barbacoa, solo tendrás que cortarla en rodajas finas y asarlas a la parrilla 10 minutos por cada lado.
¿Cómo se conserva la calabaza?
El mejor lugar para conservar la calabaza es en la despensa porque necesita un lugar fresco y seco. Una vez abierta y pelada, envuélvela en film transparente y guárdala en el cajón de las verduras de la nevera. Es muy importante que no laves la calabaza hasta el momento en el que vayas a cocinarla porque se agria.
Respecto a la temporalidad, hay que tener en cuenta que aunque hay algunas variedades de verano, la calabaza es básicamente una hortaliza de otoño.
Cómo hacer calabaza gratinada
Una buena manera de consumir esta verdura. Con una capa deliciosa de queso gratinado por encima.
¡Que me den calabazas! ¡Y que me las den con queso! Así puedo hacerme esta calabaza gratinada con queso al horno. Una buena manera de consumir esta verdura que abre paso al otoño. Además, no es por menospreciar la calabaza, pero siempre que hago un gratinado con queso, la parte que más me gusta es coger en cada bocado un poco del queso fundido por encima. Es por eso que yo suelo utilizar bastante queso, como he puesto en la lista de ingredientes. ¿Quieres saber cómo hacer calabaza gratinada?
Preparar una calabaza con queso gratinada es una receta muy sencilla que está dividida en tres etapas. Una primera en la sartén, luego un primer horneado para ablandar la calabaza y, por último, un segundo horneado para gratinar.
La mezcla que voy a utilizar para hacer esta calabaza gratinada al horno está compuesta de huevos, queso y nata. Aunque, para esta última, te dejo unas cuantas alternativas para sustituir la nata si lo que buscas es una versión más ligera.
Aquí está la teceta:
Receta de calabaza gratinada con queso al horno (gratín de calabaza)
Personas: 4
Tiempo: 1 h
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 1 kg de calabaza
- 200 ml de crème fraîche, nata fresca o nata para cocinar
- 2 huevos camperos grandes
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida
- 150 g. de queso emmental rallado
- 1 o 2 hojas de laurel
- 4 o 5 ramas de tomillo
- 1 cebolla
- 2 o 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta blanca
Elaboración:
- Pela la calabaza. Como al ser de gran tamaño a veces cuesta pelarla, lo más fácil es que primero la partas por la mitad, le quites las semillas sacándolas con una cuchara y luego, antes de pelarla, la partas otra vez en trozos más pequeños y pelar cada trozo por separado.
- Una vez pelada, corta la calabaza en cuadrados, más o menos de 1 cm de lado. No hace falta que sean todos iguales, pero sí procura que no sean muy grandes porque si no, la calabaza tardará mucho más tiempo en estar tierna luego después.
- Pela la cebolla y córtala en tiras o juliana. Pela igualmente los ajos y pícalos lo más pequeño que puedas. Para esto, a mi me gusta usar el exprimidor de ajos.
- En una sartén a fuego medio, calienta 4 cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, añade la cebolla y rehoga durante unos 5 minutos. Luego, añade la calabaza, el laurel y el tomillo. Rehoga unos minutos, removiendo de vez en cuando.
- Precalienta el horno a 175 ºC, calor arriba y abajo.
- Pasa la calabaza y la cebolla a una fuente para horno. Hornea a media altura durante unos 20 minutos o hasta que la calabaza esté tierna y empiece a dorarse.
- Mientras tanto, en un gran bol, bate los huevos, junto con la crème fraîche, la mitad del queso emmental rallado, el ajo y la nuez moscada. Ajusta de sal y pimienta al gusto.
- Cuando la calabaza esté tierna, retira las hojas de laurel y tomillo y añade la mezcla de huevo y espolvorea con el resto del queso rallado. Continúa el horneado por una buena media hora, o hasta que la superficie se haya dorado a tu gusto.
- Y ya está. Déjalo reposar unos minutos antes de servir. ¡Buen provecho!
Sugerencias, trucos y consejos:
- Espolvorea con cebollino picado para decorar.
- Si no tienes a mano la nata fresca o crême fraîche, sustitúyela por nata para cocinar, o queso mascarpone.
- Para opciones más ligeras, sustituye la nata por leche evaporada, queso crema, requesón o ricotta o simplemente leche o bebida vegetal.
- Puedes añadir unos tacos de jamón cocido justo antes del segundo horneado. O también, puedes añadir bacon en tiras, que habrás previamente dorado en una sartén aparte. ¡O incluso unas gambas!
- Puedes añadir también patata, champiñones, puerro, zanahorias…
- Utiliza el queso rallado que más te guste para gratinar.
Nutriente | Cantidad |
---|---|
Calorías | 26 kcal |
Grasas | 0.1 g |
Carbohidratos | 6.5 g |
Fibra | 1.7 g |
Proteínas | 1 g |