Bizcocho Esponjoso: Receta Sencilla con Tres Ingredientes

El bizcocho, también conocido como genovesa, es la base de muchos pasteles, desde las monas de Pascua hasta el de Sara, pasando por todos los rellenos que nos podamos imaginar. Aunque recién hecho con un poco de azúcar glas encima, también es maravilloso. A mis niños es el que más les gusta. Yo siempre les añado una cucharadita de pasta de vainilla que mezclo con las yemas antes de añadirlas a la masa y me gusta acompañarlo con toffe de caramelo.

Te traemos un bizcocho esponjoso con solo tres ingredientes: huevos, harina y azúcar. Sí, lo que lees, solo tres ingredientes y aire, ¡Mucho aire! Así conseguirás la esponjosidad que estás buscando para hacer un super bizcocho que te encantará para comer tal cual, con un poco de chocolate, para rellenar con nata o crema, para cubrir con chocolate y decorar con frutas... La receta no tiene secreto, pero a diferencia de otros vamos a usar mucho huevo y poca harina.

Esta es una receta muy fácil de hacer y el resultado siempre es estupendo, un bizcocho muy tierno y sabroso con ese irresistible sabor de toda la vida. Seguro que los tenemos en casa porque son fondos de despensa: huevos, harina y azúcar. El resultado, a la vista está. Un bizcocho súper esponjoso y muy ligero. No lleva grasa alguna, ni tampoco levadura.

Para que la masa suba en el horno hay que batir bien los huevos y ser cuidadosos a la hora de integrar todos los ingredientes, procurando que no se pierda el aire incorporado con el batido.

Hoy preparo en casa un rico bizcocho con 3 ingredientes solamente. También llamado como bizcocho genovés. Es ideal para preparación de tartas. Queda un bizcocho genovés de lo mas blandito y esponjoso. Y su sabor es riquísimo.

BIZCOCHO ESPONJOSO con 3 ingredientes

Ingredientes

  • Huevos
  • Harina
  • Azúcar

Preparación

La manera para preparar un bizcocho para la base de los postres. Para elaborar este postre se necesitan pocas cosas: huevos, harina, azúcar y opcionalmente, levadura.

  1. Separamos las claras de las yemas en dos recipientes distintos.
  2. Batimos las claras con unas varillas a velocidad baja. Cuando empiecen a espumar y sin dejar de batir, añadimos poco a poco la mitad del azúcar. A continuación, sin necesidad de lavar las varillas, batimos las yemas junto con el resto del azúcar. El color cambiará y se volverán pálidas, también aumentarán en volumen por la cantidad de aire incorporado.
  3. Añadimos la harina, tamizada, y las claras, batidas, al recipiente con las yemas. Lo haremos de forma alterna y en tres partes, integrando la harina o las claras con movimientos envolventes y mucha suavidad.
  4. Cubrimos la base de un molde de 18 cm de diámetro y paredes altas con un disco de papel vegetal. Vertemos la masa en su interior y alisamos la superficie.
  5. El tiempo de cocción dependerá del horno de cada cual, al igual que la temperatura que puede oscilar 10º C arriba o abajo. Una vez retirado el bizcocho del horno, dejamos que se atempere antes de desmoldar.

Empezaremos con las claras. Echamos la mitad del azúcar con las claras. Vamos a montar las claras. Ahora vamos a por las yemas.

No mezcléis con mucha rapidez ni energía porque queremos que la textura de las claras montadas no desaparezca. Esa textura es la que ayudara a nuestro bizcocho que suba.

Llevamos al horno y en la segunda linea empezando por abajo lo pondremos. Con barra arriba y abajo. En unos 35 a 45 minutos lo tendremos listo. Pinchamos en el centro y si sale limpio, sacamos, desmoldamos con cuidado cuando pasen unos minutos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Elaboración Detallada

Precalalentar el horno a 180ºC. Separar las claras de las yemas y batir con un batidor de doble varilla o con una amasadora tipo kitchen aid con el batidor hasta conseguir que las claras estén montadas a punto de nieve. Un poquito antes de que estén super montadas, añade en forma de lluvia y con máquina en funcionamiento el azúcar. Una vez que incorpores el azúcar (unos 3 minutos más o menos antes de que veas que está para terminar es el momento) las claras se ponen muy brillantes y están super perfectas.

Mientras que batimos las claras, batimos las yemas a parte hasta que cambien de color, se pondrán en un color amarillo pálido. Vierte la mezcla inmediatamente en el molde engrasado y extiende con la lengua. Hornear unos 30 minutos. Una vez listo, como este bizcocho naturalmente no tiene impulsores ninguno nada más que el propio aire que le hemos aportado en la preparación, volvemos a «asustar» al bizcocho dandole un golpe como si se nos cayera de las manos contra la encimera.

En esta ocasión, para elaborarlo usaremos uno de los moldes del conjunto de los 5 moldes antiadherentes de KitchenAid. Usamos el molde redondo pero la misma receta la puedes hacer en el rectangular o el redondo. ¿Qué me dices, te apetece ver como lo preparamos? Primero de todo vamos a separar las yemas de las claras. Es muy importante que separes a la perfección las yemas de las claras, por esto te puedes ayudar del separador de claras y temas de Tellier. Una vez tengas las claras de las yemas separadas, coge las yemas y móntalas con la ayuda de una batidora. En nuestro caso hemos usado el robot de cocina de KitchenAid.

Es muy importante que el bol donde pongas las claras esté completamente seco. A velocidad media, cuando estén ya medio montadas, tienes que añadir la mitad del azúcar. Pon en el bol las yemas y añade la mitad del azúcar restante. Cuando las yemas tengan un color blanquecino y bien homogéneo, es momento de añadir la harina. Es muy importante que en esta receta tamices bien la harina. Para esto, puedes ayudarte del accesorio tamizador de la KitchenAid. Incorpora la harina muy a poco a poco, de tercio en tercio. Ahora es el momento de añadir alguna esencia o piel de cítrico si quieres hacer que el bizcocho tenga algún sabor en concreto. Es importante que al mezclar con la harina vaya muy despacio para que la mezcla no coja aire. Cuando ya tengas los 2 tercios de harina incorporada, vas a tener que incorporar las yemas con las claras. Tienes que hacerlo con movimientos muy lentos y envolventes para evitar que las claras se bajen. Vierte la masa en el molde de KitchenAid redondo y con la ayuda de un cubierto dale unas vueltas a la masa para distribuirla bien. Finalmente tienes que dar un golpe en el molde sobre la encimera para sacar las burbujas de aire. Cocina en el horno durante 40 minutos a 180ºC.

Batido y Horneado

Está claro que con un buen batidor, tendremos un buen resultado más fácil de conseguir pero a mano se ha hecho toda la vida… En cualquier caso, debemos batir de forma enérgica los huevos con el azúcar, hasta conseguir una emulsión importante de al menos 3 veces el tamaño inicial. Para integrar la harina en la masa y lograr que no se escape el aire que hemos conseguido, para ello tamizamos la harina y la añadiremos en 3 veces. Vamos a remover con sumo cuidado y según vemos que desaparece la harina, añadimos más hasta acabar. Para esta cantidad de masa yo siempre he utilizado un molde redondo de 26 cm de Ø.

Molde que engrasaremos previamente, bien utilizando el Spray desmoldeante o untando el interior con mantequilla o aceite y espolvoreando con harina. Durante el proceso de batido ya habremos encendido el horno, tenemos que programarlo a 180º Centígrados y tenerlo listo para cuando introduzcamos el molde con la masa. Lo tendremos con calor arriba y abajo con el ventilador desconectado. La posición de la parrilla debe ser del dentro del horno hacia abajo y en cuanto pongamos a cocer la masa, programamos 25 minutos. Este tiempo es el que tarda en hacerse el bizcocho en MI HORNO.

Debemos controlar en todo momento que todo va bien, te recomiendo programar 20 minutos y a partir de ahí lo controlas. En ningún caso debes abrir la puerta del horno para ver como va, antes de los 20 minutos debemos dejar trabajar al horno. A partir de ahí si vemos que el bizcocho está dorado, lo pincharemos con una aguja, en el momento que salga límpia tendremos hecho nuestro bizcocho. No debes sacarlo del molde hasta que se haya enfriado.

Consejos Adicionales

Espolvoreado con azúcar glasé o no, este es un bocado de matrícula de honor. La miga de este bizcocho fácil de tres ingredientes es tan esponjosa que lo hace perfecto para mojar en un vaso de leche, una taza de té o un café con leche.

Este bizcocho se puede aromatizar con esencia de vainilla, de limón, anís, licor de almendra, etc… incluso se le puede añadir a la masa base ralladura de limón o naranja. Es un bizcocho perfecto para mojar en un vaso de leche bien fresca. Al ser tan esponjoso absorbe el líquido en mucha cantidad y muy rápido.

Este delicioso es delicioso tal cual acompañado de unas onzas de chocolate. Pero es ideal también para rellenarlo con chocolate, mermelada, nata o crema, o para recubrirlo de chocolate y fruta, por lo que es muy buena opción como base para luego personalizarlo al gusto.

Si quiero que te fijes en el detalle más importante, el batido de la masa es esencial para tener éxito a la hora de hacer este rico bizcocho genovés.

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