Seguro que has escuchado hablar del ayuno intermitente, la nueva 'dieta milagrosa' de moda que gana cada día más adeptos, incluso famosas y 'celebrities' que presumen de haber perdido esos kilos de más gracias a este método. Se trata de un término que describe un periodo en el que se alternan tiempos de ayuno y alimentación. Los expertos aseguran que no se trata de una dieta en sí misma, aunque puede ser utilizado junto con una restricción calórica para la pérdida de peso.
Existen diferentes modalidades, sobre todo en cuanto a los tiempos de ayuno. Existe uno de ellos, no tan conocido, mucho más antiguo y extremo: el ayuno de agua. ¿En qué consiste?, ¿cuáles son sus beneficios? La mayoría de las personas que prueban este tipo de plan lo hacen por razones religiosas o espirituales, para perder peso, para ''desintoxicarse'', por sus beneficios para la salud o para prepararse a un procedimiento médico.
El ayuno de agua es un tipo de ayuno durante el cual no se le permite consumir nada excepto agua. Está relacionado con un menor riesgo de enfermedad crónica y autofagia, pero también conlleva riesgos. Los expertos aseguran que cualquier persona sana tolera ayunos de entre 16 y 24 horas, pero a medida que pasan los días se observa mayor variación individual.
Qué Sucede en Tu Cuerpo Cuando Ayunas?
¿Qué es el Ayuno de Agua?
El ayuno de agua, como su propio nombre indica, consiste en no ingerir nada más que agua -2 o 3 litros al día- durante un periodo de tiempo limitado, de entre 24 y 72 horas. Si nunca antes has ayunado con agua, es buena idea preparar al cuerpo durante 3 a 4 días.
Beneficios Potenciales del Ayuno de Agua
Se han encontrado que el ayuno de agua ayuda a promover la autofagia, un proceso en el que las partes viejas de las células se descomponen y reciclan. Los estudios en animales también muestran que la autofagia puede ayudar a prolongar la vida útil, protegiéndote de este modo de enfermedades como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer y las cardíacas.
La ciencia muestra también que los ayunos de agua más largos y supervisados por médicos pueden reducir la presión arterial en personas hipertensas. Además de regular los niveles de glucosa en sangre, aumentar la sensibilidad a la insulina y prevenir la diabetes.
Riesgos y Consideraciones Importantes
Entre los principales riesgos de este tipo de ayuno, se encuentra en los pasos a seguir después del mismo. Esto se debe a que puedes correr el riesgo de sufrir síndrome de realimentación, una afección potencialmente mortal en la que el cuerpo sufre cambios rápidos en los niveles de líquidos y electrolitos.
Normalmente esta fase dura un día, pero las personas que ayunan durante 3 o más días pueden necesitar hasta 72 horas antes de sentirse cómodas comiendo comidas más abundantes. Después del ayuno se deberá volver a ingerir alimentos de manera progresiva durante dos o tres días.
Además, durante el ayuno se pueden sufrir molestias como fatiga, debilidad, irritabilidad, ansiedad, bajadas de tensión, arritmias cardíacas, confusión o pérdida de conocimiento. Por estos motivos, en caso de decidirse a hacer un ayuno durante dos o tres días, debemos llevarlo a cabo cuando no tengamos que ir a trabajar, estudiar o realizar actividades como conducir o hacer ejercicio físico.
El Ayuno de Pan y Agua en la Tradición Religiosa
Desde el tercer día de las apariciones la «Gospa» mencionó que era necesario ayunar para obtener la paz. Cuando le preguntaron «cómo debía hacerse» respondió: «El mejor ayuno es el ayuno a pan y agua». Y en la vigilia de su Asunción el 14 de agosto de 1984, pidió que se hiciera dos veces por semana: los miércoles y los viernes.
¿Por qué los miércoles y los viernes? La respuesta es simple: Porque originalmente eran los días de ayuno de la Iglesia. Los primeros cristianos sustituyeron los días habituales de ayuno de los judíos (lunes y jueves) por el de los miércoles y los viernes. Así consta en la «Doctrina de los Doce Apóstoles». Una especie de catecismo de los Padres Apostólicos redactado en Siria a finales del siglo II. El primer día de ayuno se hacía por la conversión de los pecadores porque ese día la iglesia recordaba la traición de Judas.
Es un error pensar que dos días de ayuno a la semana es demasiado, o bien, pueden afectar la salud corporal. De ser así, habría que concluir que: «la Virgen viene a enfermarnos». Y en realidad es lo contrario. Hoy es sabido que muchas enfermedades aparecen por desórdenes alimenticios.
Cuando una persona visita un naturista, por lo general, le recomienda ayunar y nadie le rebate. Cuando muchos suben de peso y tienen problemas de salud comienzan a practicar ejercicios. La Virgen, sin embargo, nos invita a ayunar dos veces por semana a pan y agua, y muchos piensan que se ha equivocado.
«Con el ayuno y las oraciones se pueden detener las guerras y hasta suspender las leyes de la naturaleza. La caridad no puede sustituir el ayuno. Aquellos que no pueden ayunar pueden ofrecer la oración, la caridad y una confesión.
“El ayuno que muchos hacen comiendo pescado, en lugar de carne, no es ayuno, sino abstinencia. El verdadero ayuno consiste en renunciar a todos los pecados. Es preciso recordar, que cuando la Virgen pide ayunar, no está pidiendo pasar hambre, sino sustituir las tres comidas habituales por sólo pan y agua.
Los entendidos aseguran, que si durante el día se come suficiente pan y se bebe suficiente agua, se pueden obtener hasta 1200 calorías necesarias para desempeñar las labores cotidianas. No es recomendable, por otro lado, acompañar el ayuno con otras bebidas (por ejemplo café, té, gaseosas) porque pueden afectar el estómago. Cabe destacar, además, que la jornada de ayuno que la Virgen recomienda, concluye con la primera comida del día siguiente.
El ayuno del cuerpo libera al hombre de las pasiones, de los miedos, de las inseguridades, etc., para proveer al espíritu de alegría, paz y amor. La Madre de Dios recuerda además, que «para poder orar con el corazón es necesario ayunar».
El ayuno por consiguiente, es uno de los principales mensajes de la «Gospa», y quizás el más práctico por haberse descuidado en la Iglesia. «¡Queridos hijos!: También hoy os invito a orar y ayunar por la paz. Como ya os he dicho, os repito también ahora: «Hijos míos, sólo con la oración y el ayuno también las guerras pueden ser detenidas». La paz es un don precioso de Dios. Buscad, orad y la recibiréis. Hablad de la paz y llevad la paz en vuestros corazones. Cuidadla como una flor que necesita agua, ternura y luz. Sed vosotros quienes llevéis la paz a los demás. Yo estoy con vosotros e intercedo por todos.
“Haced penitencia, renunciad, sacrificaos por vosotros mismos, por vuestra salvación y por la salvación de los hermanos y hermanas. En este sentido, el ayuno es un don, una gracia que cada persona puede recibir de Dios. Fue y sigue siendo la ayuda más segura para encontrar la paz del corazón, la paz en la familia, para librarse de toda adicción y toda esclavitud. El ayuno todavía se percibe como el medio más seguro para que el hombre vuelva a Dios, de quien se apartó. El ayuno nos ayuda a enfrentarnos con nosotros mismos, con todos nuestros lados oscuros: fallos, deficiencias, demandas y deseos pecaminosos… Ayunar es una experiencia en la lucha por la pureza de corazón. Ayunar nos ayuda a vivir siempre en la presencia de Dios y como reparación por los pecados y ofensas que hicimos a Dios y al prójimo”.
Los Tres Pilares de la Cuaresma
A menos de 15 de días del inicio de la Semana Santa, presentamos 10 consejos sobre la oración, el ayuno y la limosna, los tres pilares de la Cuaresma, que te pueden servir para estar preparados fielmente para el tiempo litúrgico más importante de la Iglesia Católica.
Es cierto que la imposibilidad de salir de casa o no poder hacer la vida que llevábamos antes debido a la pandemia de coronavirus, ya es en sí mismo un sacrificio, pero los católicos sabemos que podemos ofrecer esto y otras cosas más por nuestra conversión y la de los demás.
Oración
- Orar por los demás. Una de las obras espirituales de misericordia es orar por los vivos y los muertos. Este año recemos especialmente por los miles de afectados y fallecidos por el coronavirus.
- Dar gracias a Dios por cada inconveniente durante la Cuaresma. Podemos ofrecer cada una de las cosas que no nos gustan o nos cuestan de estar en cuarentena.
- Tomar el sufrimiento y unirse a este con la pasión y crucifixión de Jesucristo. En el libro “La Divina Misericordia en mi alma: El diario de Santa Faustina”, la religiosa explica que su sacrificio cobra sentido cuando se une al del Señor.
- Hacer el Vía Crucis en casa. Podemos hacer las estaciones caminando en distintos ambientes de casa o meditando en un lugar tranquilo de esta. Lo importante es rezar meditando en los sufrimientos de Cristo por nosotros.
- Orar por cualquier persona que te irrite o te moleste en casa, durante la pandemia. Este tiempo es propicio para rezar por quienes nos caen mal o son nuestros enemigos.
Ayuno
- Aunque exige un sacrificio adicional al aislamiento, se podría decidir tener una sola comida un día.
- Elegir un día o una comida donde se ayune con pan y agua. Andrew LaVallee, fundador de Live the Fast explica: "Un ayuno de pan y agua nos enseña a distinguir entre lo que necesitamos y lo que queremos, y entramos en un espíritu pobre ya que nuestra comida es sencilla pero satisfactoria". Una opción para este mismo punto puede ser no comer entre comidas, o pasar un postre o un dulce después del almuerzo o la cena.
Limosna
- Pedir a Dios que revele el “Lázaro” de tu vida que necesita que lo ayudes de manera muy concreta. Ahora que muchos se ven afectados, hay más de uno que nos necesita para satisfacer las necesidades más urgentes como alimentos y medicinas. Siempre hay alguien a nuestro alrededor que nos espera.
- Si te abstienes de algo no esencial que cuesta dinero, dona ese dinero a los pobres. Ahora hay muchas causas que esperan las generosas donaciones de todos.
El Ayuno y la Ciencia: Valter Longo y la Dieta de la Longevidad
La humanidad lleva milenios buscando la fuente de la eterna juventud. Una de las primeras menciones la hizo Heródoto cuando contó que los persas querían saber por qué los etíopes eran longevos y tenían una excelente salud. Puede que siempre lo hayamos tenido ahí y no hayamos querido entenderlo, pero lo que comemos es vital para vivir más y mejor.
Para el bioquímico Valter Longo esto ha sido una obsesión desde niño. Director del Instituto de Longevidad de la Facultad de Gerontología de la Southern California University, Los Ángeles (uno de los principales centros de investigación sobre el envejecimiento y la enfermedad asociada a la edad) y director del laboratorio de longevidad y cáncer del Instituto de Oncología Molecular (IFOM) de Milán, ha dedicado su vida al estudio de la longevidad.
Con ese estímulo, lleva 30 años estudiando el envejecimiento y 15 años los tumores, centrado en los efectos positivos del ayuno y la dieta que imita el ayuno sobre la salud y las enfermedades. El ayuno es una parte fundamental de nuestra existencia, todos ayunamos por la noche, no comemos desde las 8 de la tarde hasta las 8 de la mañana, por ejemplo.
«Por primera vez en la historia hemos abandonado esta práctica completamente. Eso no significa que solo porque vuelvas a hacer ayuno sea algo bueno. Significa que algunas versiones y para algunas personas en el momento adecuado va a ser bueno y algunas otras versiones para algunas personas en el momento no adecuado va a ser malo», recalca el especialista, quien añade: «Siempre digo que el ayuno es bueno, malo y neutral, no significa nada, como comer.
La dieta que imita el ayuno (Fasting Mimicking Diet, FMD) surgió cuando hicieron el primer ensayo en la Southern California University en 2009 en pacientes con cáncer y, al margen de la quimioterapia, les sometieron a ayuno solo con agua. Pensaron que al tener cáncer estarían motivados, pero no fue el caso.
«Los oncólogos estaban muy preocupados y los pacientes estaban incluso más preocupados. Parece que nos estáis engañando, ¿este es el tratamiento? Fuimos al Instituto Nacional del Cáncer y pedimos fondos para desarrollar una dieta que simulara el ayuno pero no fuera solo agua para que no se sintieran engañados. La idea es conseguir los cambios en la sangre (glucosa, etc.) que se obtienen con el ayuno solo con agua. Y ahora la FMD está disponible para muchas aplicaciones diferentes, no solo para el cáncer».
Un metaanálisis noruego hecho en 2022, basado en dos millones de personas de Europa, China y EEUU, analiza qué alimentos son muy buenos para las personas y cuáles son muy malos, y son exactamente los que habíamos preconizado nosotros con la dieta de la longevidad. El estudio noruego demostraba que los que empezaron esta dieta a los 20 años y la siguieron han vivido hasta 13 años más de la esperanza de vida y si se empieza la dieta a los 60, eran 9 años más de esperanza de vida.
Si lo comparamos con la dieta occidental, la esperanza de vida es de 20 años más. La dieta occidental no es solo la que se sigue en EEUU, sino también en España, Italia, Grecia, Francia… La gente suele pensar ‘soy mediterráneo, coma lo que coma es mediterráneo’, pero no es así. En uno de mis libros hablo de niños italianos y españoles que tienen más sobrepeso que los estadounidenses en ciertas franjas de edad. Los estadounidenses están mucho peor, pero los europeos se están acercando, se están americanizando.
Incluso si tu genética es mala y estás condenado genéticamente a sufrir una enfermedad, la nutrición y el estilo de vida pueden marcar una diferencia enorme. Otro ejemplo, si coges a los ratones y les provocas una mutación que elimina un supresor tumoral tienen cáncer enseguida. Si les das esta dieta que imita el ayuno, pueden vivir hasta dos o tres años más.
Muchas legumbres y muchos granos enteros, una buena cantidad de frutos secos como avellanas, nueces, almendras… Muchos vegetales y algo de fruta, no demasiada. Mucha gente dice ‘me tomo tres plátanos y muchas uvas, es fruta, es sano’, pero con eso es suficiente para entrar en la obesidad. Tomen nota.
Valter Longo recalca que la dieta de la longevidad es para personas entre 20 y 70 años de edad. «Después de los 70 la dieta mediterránea es mucho más adecuada porque tiene más proteínas y más variedad». Y pone el ejemplo de Emma Morano, una italiana que vivió hasta los 117 años, de las personas más longevas del mundo.
Un detalle más de la dieta de la longevidad: se recomienda limitar todas las comidas a un intervalo de 12 horas, de 8 de la mañana a 8 de la tarde, dejando 3-4 horas sin comer antes de acostarse. ¿Y los que tienen otros horarios laborales? «Pueden cenar a las 10 y desayunar a las 10 o un día a las 9 y otro a las 10, pero lo más estable posible porque al cuerpo no le gustan los cambios».
Con el ayuno o dieta que lo imita justo antes de la quimioterapia u otra terapia contra el cáncer, las células sanas levantan una especie de escudo protector, pero las tumorales como no dejan de crecer siguen siendo vulnerables, por lo que la terapia eliminará más células tumorales y reducirá los daños en las sanas».
Quizá la juventud eterna no, pero sí que estamos demostrando que, por ejemplo, podemos dañar el páncreas y si ayunamos y hacemos la realimentación, las células madre se ponen a trabajar y reparan y regeneran. Estamos viéndolo también en el hígado, en músculos, en los intestinos… El ayuno y la realimentación pueden regenerar parcialmente todos estos órganos.
Valter Longo, que practica sus teorías, cree que no se trata de decir ‘voy a evitar el cáncer o las enfermedades cardiovasculares’, sino de trabajar en el envejecimiento. «El foco es reducirlo o revertirlo y el resto [que no haya otras enfermedades] viene solo», recalca.
Estamos empezando a conseguir evidencias que nos dicen que no se trata de las calorías que entran y las que salen, sino que puedes ingerir más calorías y perder peso, e ingerir menos calorías y subir de peso.
Tipos de Ayuno
El ayuno forma parte de la naturaleza tanto de los seres humanos como de los animales. A nuestros antepasados les ayudaba a sobrevivir a periodos de escasez de alimentos, ya fueran estacionales o de otro tipo.
A lo largo del tiempo se han desarrollado numerosos tipos de ayuno. Las distintas modalidades de ayuno se diferencian en primer lugar por su duración, que puede oscilar entre unas horas y varias semanas. Otro factor es la frecuencia con la que se repite el ayuno. En algunos programas se prescinde por completo de suministrar energía, mientras que en otros -como el programa de ayuno de Buchinger Wilhelmi- se permite una ingesta mínima en forma de caldos y zumos de ayuno.
El ayuno, tal como nosotros lo entendemos, se caracteriza por tres dimensiones: la dimensión físico-médica, la dimensión emocional-espiritual y la dimensión comunitaria. Dependiendo del lugar donde se ayune, cada una de las dimensiones tiene un nivel de importancia diferente.
A continuación, se presentan algunos tipos de ayuno:
- Ayuno Modificado
- Ayuno Prolongado
- Ayuno a Base de Zumos
- Ayuno con Suero de Leche
- Ayuno a Base de Agua
- Ayuno con Papillas
- Ayuno de Corta Duración
- Ayuno Intermitente
- Ayuno Durante el Ramadán
- Dieta del Guerrero
- Dieta OMAD (One Meal A Day)
- Ayuno en Días Alternos
- Pseudoayuno
Es importante destacar que algunas dietas utilizan el término «ayuno» en el nombre, aunque por definición no lo sean, ya que no producen el correspondiente cambio metabólico.
Consideraciones Finales
El ayuno tiene numerosos efectos preventivos y terapéuticos y activa los poderes autocurativos del organismo. Puede ser un pilar importante para una vida larga y sana. Independientemente de ello, es importante seguir una dieta lo más vegetariana y equilibrada posible. Los alimentos de temporada, mínimamente procesados y producidos de forma justa a partir de cultivos ecológicos regionales son la mejor opción.
Ruego la lectura de este artículo con el cuidado necesario, sin llevarlo al pie de la letra, como se comenta en el mismo faltan años y estudios para verificarlo totalmente, es interesante su lectura, nada más y que cada uno lo interprete con precaución.