Tarta con Soletillas: Receta Fácil y Deliciosa

Los bizcochos de soletilla son un clásico de la repostería que evocan recuerdos de la infancia y meriendas inolvidables. Su versatilidad los convierte en el acompañamiento perfecto para bebidas calientes como el chocolate a la taza, o como base para postres más elaborados como el tiramisú o la tarta carlota. En este artículo, te guiaremos a través de una receta sencilla y rápida para preparar estos deliciosos bizcochos en casa.

¿Qué son los Bizcochos de Soletilla?

A los bizcochos de soletilla también se los denomina bizcochos espuma debido a la consistencia tan etérea que tienen. Los bizcochos se dividen en dos tipos: bizcochos ligeros, que no llevan grasa, y bizcochos pesados, que llevan algún tipo de grasa (mantequilla o aceite). Al primer grupo pertenecen los bizcochos de soletilla o bizcochos espuma, junto con el bizcocho genovés, el bizcocho capuchina (que se cuece al vapor), el imperial y las planchas para brazos de gitano, entre otros.

Los bizcochos de soletilla o bizcochos espuma, al igual que el resto de bizcochos ligeros, no necesitan de ningún tipo de impulsor químico para su esponjado. El batido del huevo con el azúcar y el tamizado de la harina son suficiente para que la masa crezca durante su preparación y, posteriormente, su cocción en el horno.

Aunque se pueden comer tal cual, los bizcochos de soletilla tienen muchas aplicaciones y sirven como ingrediente base en otras recetas. La elasticidad de su masa permite que sirvan para forrar las bases y laterales de moldes que rellenar con después con cremas o frutas varias, como ocurre con el tiramisú o el clásico summer pudding británico (pudding de frutas de verano).

Ingredientes Básicos

Los ingredientes para hacer estos bizcochos son pocos y de los que se pueden encontrar en la mayoría de nuestras despensas. Según la receta básica, llevan huevos, azúcar y harina. A estos ingredientes básicos, se le puede añadir ralladura de limón o naranja o vainilla.

Consejos para una Preparación Exitosa

Para que la receta de los bizcochos de soletilla nos salga bien no necesitamos ser unos profesionales de la pastelería, aunque es importante seguir bien las indicaciones. Como hay que batir mucho, tanto las yemas como las claras, lo mejor es tener a mano unas varillas eléctricas o un robot tipo KA. La acción del vapor templa el huevo (ya sean las yemas o las claras) y este sube con facilidad. Tomad nota de ello si os toca hacerlo manualmente.

Es importante no añadir el azúcar a la clara hasta que esta no esté casi montada. Si lo hacemos al principio del batido, la clara se licuará y costará mucho trabajo montarla. Además tomará mucho menos punto.

Si tenemos prisa, podemos no montar las yemas y montar las claras con la totalidad del azúcar. Incorporar manualmente las yemas rotas a las claras y mezclar con movimientos envolventes. El resto del proceso es igual que el que se describe en la receta.

El tamaño de la boquilla y el largo en que se escudilla la masa sobre el silpat o papel sulfurizado son las que corresponden a los bizcochos de soletilla. Otras formas, tamaños y/o acabados dan como resultado elaboraciones con otros nombres: melindros, vergaras, carteras, riñones, bizcotelas, etc.

El tiempo de cocción depende del horno así que quizás sea mejor fiarse del aspecto que del tiempo indicado en la receta. No dejéis que se doren y retiradlos del horno en cuanto empiecen a cambiar de color.

Receta Paso a Paso

Este clásico y básico de la pastelería se prepara en 15 minutos y no requiere de técnicas ni utensilios complicados. Tres ingredientes hacen falta para formar estos esponjosos y tiernos bizcochitos con los que se puede merendar o servir de base de un pastel, tarta o, directamente, hornear como un bizcocho grande. Con la proporción 1 huevo/30/30 que te contamos en el vídeo serás capaz de hacer de todo.

SOLETILLAS, deliciosas y la técnica más sencilla

Preparación:

  1. Separamos yemas de claras.
  2. Montamos las claras con el azúcar y le añadimos las yemas y la harina tamizada.
  3. Mezclamos con movimientos envolventes.
  4. Con ayuda de una manga pastelera damos forma a los bizcochos y los espolvoreamos de azúcar glas.

El primer paso de la receta es separar las claras de las yemas.

Una vez el merengue esté bien montado, añadimos las yemas mientras seguimos batiendo a velocidad baja. Dejar de batir cuando se integre del todo. La crema está lista para añadir la harina.

Con movimientos envolventes, remover la masa hasta que se integre la harina.

Meter la boquilla en la manga y cortar. Cerrar por arriba al terminar de cargar y presionar la masa hacia la boquilla. Formar los bizcochitos. Añadir azúcar glass.

Cuando estén dorados, están listos. Una vez que empiecen a dorarse, sacar del horno. Sacar del horno y dejar enfriar. Lo ideal para enfriar la repostería cuando salga del horno, es utilizar una rejilla.

Conservación

Los bizcochos de soletilla se conservan muy bien unos días en cajas de lata o en tarros de cristal bien cerrados. Con esta receta conseguirás unos bizcochos de soletilla esponjosos, y no quedarán duros con el paso de los días. Los bizcochos de soletilla o melindros, una vez fríos los podemos guardar en una caja metálica o hermética, y se conservaran en perfecto estado durante 8 - 9 días ¡aunque no creo que duren tanto!.

Con qué acompañar los bizcochos de soletilla

Además de con un buen chocolate a la taza en que mojar los bizcochos de soletilla, estos se pueden acompañar de otras bebidas. Son perfectos para mojar en ellas, pues absorben gran cantidad de líquido (ojo que se rompen con facilidad si se empapan en exceso). Son un bocado perfecto para el desayuno y la merienda, infinitamente más saludables y ricos que los que podamos encontrar en el super.

Otras recetas de bizcochos

  • Mojicones
  • Bizcocho de yogur (el de toda la vida)
  • Bizcocho de nata
  • Bizcocho húmedo de chocolate

Ideas para usar los bizcochos de soletilla

Los bizcochos de soletilla, también conocidos, entre otras menciones, como melindros, savoiardi, ladyfingers o vainillas, este último en Latinoamérica, donde se suelen aromatizar con vainilla, son de textura esponjosa y algo elástica, por lo que resultan ideales para absorber líquidos sin deformarse y sirven como base de otros postres más elaborados. Así por ejemplo, bien empapados en café y licor amaretto forman parte del tiramisú o dispuestos en círculos, aguantan sin quebrantarse el relleno de las tartas carlota.

Flan con bizcocho de soletilla

También puedes usar los bizcochos de soletilla para preparar un delicioso flan. Aquí tienes una receta:

Ingredientes:

Para el flan Para el caramelo líquido
2 sobres de Preparado para Flan clásico Mandarin 4 cucharadas soperas de azúcar
1 litro de leche 1 cucharada sopera de agua
120 g de azúcar
150 g de bizcochos de soletilla (unas 10-12 unidades)

Preparación del caramelo líquido:

  1. En un cazo, verter el azúcar (4 cucharadas soperas) en el agua (1 cucharada sopera).
  2. Cocinar a fuego lento durante 1-2 minutos hasta obtener un caramelo rubio.
  3. Repartir el caramelo uniformemente en el molde.

Preparación del flan:

  1. En una taza, disolver los sobres de preparado para flan clásico con un poco de leche y 120 g de azúcar.
  2. Llevar el resto de la leche en un cazo a ebullición y añadir la mezcla de flan, removiendo sin cesar hasta que vuelva a hervir.

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