Tarta de Limón Fría: Receta Fácil y Rápida para el Verano

En verano, los postres frescos que no necesitan horno son una delicia. Y si hablamos de postres con limón, la frescura está garantizada, convirtiéndolos en la opción perfecta para los días calurosos. Las tartas que no requieren horneado son ideales durante todo el año, pero especialmente en la temporada estival, cuando encender el horno resulta poco apetecible.

Esta tarta de limón es la receta más fácil y resultona que puedes encontrar. Con muy poco esfuerzo, se consigue una delicia que enamora tanto por su sabor como por su presentación: cremosa, fresca, y tan bonita que parece sacada de una pastelería.

Los cítricos son auténticos aliados en la cocina, especialmente en repostería. Aportan ese toque aromático y refrescante que conquista desde el primer bocado. Esta tarta, además de ser dulce sin empalagar, tiene una textura suave y ligera que la hace perfecta para los días calurosos.

Cuando el verano aprieta, lo último que apetece es encender el horno. Por eso esta receta es ideal: sin complicaciones, sin horneado, y con un resultado que salta a la vista. Te aseguro que, cuando la pruebes, se convertirá en un clásico de tu recetario.

Un detalle que me encanta: el único azúcar que lleva es el de la leche condensada, pero el limón, con su punto ácido, equilibra perfectamente el dulzor. El resultado es una tarta refrescante, bonita y absolutamente deliciosa.

Ingredientes

Para un molde de 23 cm de diámetro:

Para la base:

• 250 g de galletas tipo María o las que más te gusten
• 100 g de mantequilla (o 60 g de mantequilla y 40 ml de leche)

Para el relleno:

• 300 ml de nata líquida para montar (bien fría)
• 400 g de queso crema
• El zumo de 2 limones colado (unos 80 ml)
• 150 g de azúcar blanco
• 5 hojas de gelatina

Para la cobertura:

• 100 ml de zumo de limón
• La ralladura de la piel de un limón
• 30 ml de agua
• 40 g de azúcar blanco
• 1 hoja de gelatina

Preparación

Es muy fácil de preparar y no necesita horno ni apenas calor (salvo calentar un par de cosas en un cazo un momentito) por lo que es ideal para elaborar y disfrutar en los meses más calurosos.

Resulta refrescante, con un sabor potente a limón y una textura cremosa muy agradable.La clave está en darle todo el sabor solamente con limón, sin gelatinas de sabores o saborizantes artificiales, sino simplemente con su zumo y su ralladura. También es importante no pasarse con el azúcar aunque cierta cantidad es necesaria para contrarestar la acidez del limón.

Se prepara en un momento y aunque necesita horas de reposo, si te organizas y la haces de un día para otro verás lo rápida que es de preparar y lo rica que queda.

Base de la Tarta

1. Tritura las galletas hasta convertirlas en polvo. Puedes utilizar un robot de cocina, una picadora, un mortero, o incluso presionarlas con un vaso sobre un plato.
2. Derrite la mantequilla en un bol amplio en el microondas.
3. Echa las galletas picadas en el bol con la mantequilla derretida y mézclalo todo bien.
4. Vierte la mezcla en el molde desmontable y ve presionando con una cuchara para que la base quede compacta y lisa.
5. Mete el molde en la nevera para que se enfríe bien mientras preparas el relleno.

Relleno de Queso

1. En un bol con agua fría, pon las hojas de gelatina para que se hidraten.
2. Saca la nata de la nevera, que deberá estar bien fría, y móntala con unas varillas eléctricas hasta que esté esponjosa.
3. En otro bol, más grande, mezcla con las varillas el queso crema con el azúcar hasta que la mezcla sea homogénea y sin grumos.
4. Vierte la nata montada en la mezcla de queso y azúcar y con ayuda de una lengua de cocina ve mezclándolo todo poco a poco y con movimientos envolventes de forma que la textura se mantenga esponjosa hasta que se integre todo bien y no haya grumos.
5. Pon el zumo de limón del relleno (80 ml) en un cazo a fuego medio y cuando esté hirviendo escurre con tu propia mano las hojas de gelatina, échalas al cazo y dale vueltas con unas varillas durante 1 minuto.
6. Vierte la mezcla de zumo de limón y gelatina en el bol con el resto de ingredientes y mezcla de nuevo con unas varillas.
7. Saca el molde de la nevera y echa la mezcla en él.
8. Vuelve a meter el molde en la nevera y déjala reposar al menos unas 6 horas, aunque mi me gusta dejarla de un día para otro.

Cobertura de Limón

1. Cuando ya esté cuajada la tarta, prepara la gelatina de limón para decorar por encima.
2. Para ello pon la hoja de gelatina en un bol con agua fría para que se hidrate.
3. Lava muy bien el limón con agua fría, sécalo y ralla la piel del limón y resérvala.
4. Escurre limones hasta llegar a los 100 ml.
5. En un cazo echa el zumo de limón, los 30 ml de agua junto y los 40 g de azúcar, a fuego medio.
6. Cuando hierva escurre la gelatina, échala en el cazo y mezcla con unas varillas durante un minuto.
7. Retira el cazo del fuego, echa en él la ralladura de limón y mezcla un poco.
8. Saca la tarta de la nevera y echa la gelatina por encima.
9. Pon la tarta de nuevo en la nevera y espera unas 4 o 6 horas hasta que cuaje la parte superior.

Consejos Adicionales

• Todos los ingredientes deben estar fríos para obtener mejores resultados.
• Si utilizas gelatina de limón en lugar de neutra, reduce la cantidad de azúcar en la receta, ya que la gelatina de limón suele contener bastante azúcar.
• Para facilitar el desmoldado, unta el molde con una gotita de aceite de oliva.
• Puedes congelar la tarta una vez cuajada, cortándola en porciones para servirla directamente del congelador como tarta helada.

Tabla de Ingredientes y Cantidades

¡Disfruta de esta deliciosa tarta de limón y queso fría! Es perfecta para cualquier ocasión y seguramente se convertirá en una de tus recetas favoritas.

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