Una de las mejores cosas que se pueden hacer con el vino, además de brindar con él y bebérnoslo, es cocinar. El vino no es solo una bebida más, sino que contiene una serie de nutrientes y propiedades que hacen de él todo un auténtico alimento.
Así, en el vino podemos encontrar polifenoles, que ayudan a retrasar el envejecimiento celular por su efecto antioxidante; proteínas como la melatonina, que nos ayuda a regular los ciclos del sueño; o resveratrol, que nos aporta un extra de energía cuando nos encontramos cansados; entre otros muchos componentes beneficiosos.
La forma más sencilla para incorporar el vino a nuestros platos es a través de una salsa basada en una reducción de vino. En este caso proponemos una receta para hacer una salsa a partir de una reducción de vino tinto, pero podemos modificarla a nuestro gusto, añadiendo o retirando ingredientes para adaptarla al producto principal del plato.
Esta salsa de vino tinto es perfecta para acompañar platos de carnes rojas, como la ternera, el cordero o el cerdo; o carnes blancas, como el pollo, el pavo o el conejo. Un jugoso solomillo de ternera, una presa ibérica, un guiso de cordero al vino… Cualquier plato verá potenciado su sabor y su aroma si lo acompañamos de nuestra salsa de vino tinto. Solo debemos adaptar ligeramente la receta en función de nuestros gustos para sacar lo mejor de cada alimento.
Y para completar el menú, nada mejor que acompañar nuestros platos con el mismo vino que hemos utilizado para elaborar nuestra salsa de vino tinto.
Receta casera y muy fácil de salsa de vino caramelizada
Ingredientes para la Salsa de Vino Tinto
- Un vaso de vino tinto. Este será el ingrediente principal y la base del sabor de nuestra salsa, por lo que es importante que utilicemos un vino de calidad.
- 150 gr de mantequilla. Si queremos, podemos sustituir la mantequilla por una cantidad equivalente de aceite de oliva.
- Hierbas y especias al gusto.
Aquí tienes una tabla con los ingredientes y sus posibles sustituciones:
Ingrediente | Cantidad | Sustitución |
---|---|---|
Vino Tinto | 1 vaso | Vino de calidad similar |
Mantequilla | 150 gr | Aceite de Oliva (misma cantidad) |
Hierbas y Especias | Al gusto | Variedad según preferencia |
Elaboración de la Salsa de Vino Tinto Paso a Paso
- Añadimos la cebolla, el ajo y las zanahorias picadas a la cazuela.
- Añadimos el azúcar o la miel poco a poco, para que se vaya fundiendo con el sofrito.
- Añadimos el vino tinto y el vino dulce a la cazuela y cocinamos a fuego muy lento durante unos 20 o 25 minutos. No dejamos de remover para que no se queme la base de nuestra salsa.
- Una vez reducido el vino hasta más o menos la mitad, añadimos el caldo de pollo o de verduras y condimentamos con las hierbas y especias de nuestra elección. Añadimos también una pizca de pimienta al gusto.
- En una sartén grande o en una cazuela baja añadimos el resto de la mantequilla y la salsa ya colada.
- Apartamos un poco de salsa en un vaso, le añadimos la maicena y removemos bien hasta que la textura sea uniforme y no haya grumos.
- Cocinamos a fuego lento hasta que la textura sea cremosa y uniforme.
Receta Adicional: Mousse de Vino Tinto
Hoy vamos a ver cómo se hace una rica mousse de vino tinto. ¡Es un postre estupendo con el que sorprenderéis a todos vuestros invitados! Esta mousse de vino tinto les gusta hasta a los que no les gusta el vino. Además, es un postre ideal para los celíacos porque no lleva gluten. Puedes prepararlo el día de antes y terminar de decorarlo el mismo día. No necesita nada de horno y no lleva ningún ingrediente raro que no tengamos normalmente en casa.
Pasos Previos para Preparar la Mousse
Esta mousse de vino tinto es muy sencilla de elaborar. Prepararemos la gelatina hidratándola con los líquidos, luego la uniremos a las yemas blanqueadas y finalmente la mezclaremos con la nata y las claras montadas. Un postre divino, que puedes hacer el día antes y terminarlo de decorar el día en que se sirva. Además, te olvidarás del horno y lo tendrás disponible para otros platos.
Comenzamos a Preparar la Mousse
Separamos las yemas de las claras y las ponemos en diferentes boles. En un cazo, ponemos a calentar el vino tinto con una cucharada de azúcar, hasta que hierva. Lo apartamos del fuego y le añadimos la gelatina en polvo. Removemos con unas varillas hasta que esté totalmente disuelta. Añadimos el zumo de uva frío al vino tinto y lo mezclamos todo bien. Reservamos.
Seguimos con la Mousse
Sin dejar de batir las yemas, vamos añadiendo poco a poco la mezcla de vino tinto y luego, el zumo de lima. Nos quedará una mezcla muy líquida. Ponemos la mezcla líquida en un recipiente y la dejamos enfriar en el frigorífico durante unos 10-15 minutos. Mientras, montamos las claras a punto de nieve. Cuando ya los picos sean fuertes, le añadimos la cucharada de azúcar y terminamos de batir unos minutos más hasta que el merengue esté bien firme. Montamos también la nata.
Últimos Pasos para Hacer la Mousse
Sacamos el recipiente con la mezcla líquida del frigorífico y lo removemos para igualar las texturas. Ahora es el momento de echar el colorante si lo vamos a utilizar, removiendo bien para que quede homogéneo. Incorporamos la mitad de las claras montadas y mezclamos con ayuda de unas varillas o una espátula. Lo haremos con movimientos envolventes para que no se bajen. Incorporamos la mitad de la nata y volvemos a mezclar cuidadosamente. Repetimos hasta terminar con las claras y la nata. Nos quedará una mezcla muy suave.
Repartimos la mezcla en los recipientes donde vayamos a servir la mousse de vino tinto y dejamos enfriar unas 6-8 horas o toda la noche.
Decoración de la Mousse
Montamos la nata, le añadimos el azúcar glas y lo mezclamos suavemente. Pelamos y machacamos los pistachos en un mortero. Lavamos y secamos las frambuesas. Ponemos la nata en una manga pastelera con una boquilla de estrella y decoramos cada uno de los recipientes con un poco de nata. Repartimos por encima los pistachos picados y le colocamos en medio una frambuesa. ¡Listo para tomar y disfrutar!
Reducción de Pedro Ximénez
Tanto para aderezar postres, aperitivos o platos principales, la reducción de Pedro Ximénez es una preparación genial. Este vino dulce proporciona contrastes de sabor que satisfacen generalmente a todos los paladares, por eso es ideal para platos salados, y además su elaboración es muy sencilla. En esta receta juega un poco el propio paladar, pues como el Pedro Ximénez es un vino dulce, podemos ponerle menos azúcar o más si lo queremos para un postre.
En un cazo a fuego medio se introduce el vino y el azúcar, y se deja cocer aproximadamente veinticinco minutos o media hora, hay que comprobar que haya reducido a la mitad, logrando una textura más densa. Recordad remover la mezcla de vez en cuando para que el azúcar se disuelva en el vino.
Una vez que hayamos preparado la reducción de Pedro Ximénez, lo mejor es conservarla en un recipiente cerrado, o mejor en un biberón para después poder salsear cómodamente, y en la nevera. Lo cierto es que está bueno tanto en recetas dulces como saladas, para poner un contrapunto ácido y delicioso. Mejor empezar usándolo con moderación y si nos gusta añadir un poco más.
Sémola Flambeada con Salsa de Vino
Preparación de la sémola:
Hervir la leche con los palitos de canela y el azúcar. Cuando este a punto de hervir, bajar el fuego al mínimo y agregar con cuidado la sémola, revolviendo bien para que se disuelva y no se formen grumos, también se pueden ayudar con un batidor manual, pero para revolver no para batir.
Una vez bien incorporada la sémola y fijándose que la mezcla suelta como globitos (o sea que esta hirviendo) retirar del fuego, vaciar en un molde y dejar enfríar.
Preparación de la salsa:
Colocar en una olla el vino a fuego medio fuerte, cuando comience a hervir, encender con un fósforo o encendendor para que el vino prenda y con ello quemar el alcohol. En este procedimiento hay que tener sumo cuidado. (Esto es lo que se llama flambeado).
El flambeado se apaga solo y dura muy poco. Luego de haber hecho eso, se agrega los palos de canela, cáscara de limón y azúcar.
Se espera hasta que el azúcar este bien disuelta.
Luego se retira del fuego y se deja enfríar.