El pan frito con huevo es una receta tradicional, fácil de preparar y perfecta para acompañar cualquier comida o disfrutar como un entrante nutritivo. Es un plato socorrido para niños y adolescentes y cuando yo era pequeña se servía a menudo en las casas con panecillo grande.
En esta receta verás una manera de hacerlos más práctica que la habitual sobre todo para familias numerosas. Hoy en día un panecillo grande frito me parece poco saludable, pero cada cual que escoja la medida que le convenga.
Ingredientes
- Panecillos (la cantidad depende de los comensales)
- Huevos (uno por panecillo)
- Aceite de oliva
- Sal
- Opcional: tomate frito, mozzarella, champiñones, guisantes, chorizo
Preparación
Esta receta es tan sencilla que te quedará genial seguro, sepas cocinar o no. No hay pan sin huevos, ni huevos sin pan, pero ¿qué tal si cocinamos ambas cosas juntas? No hay más que meter un huevo en un pan y llevarlo al horno.
Para hacer esta receta necesitamos un panecillo por comensal, en el que quepa entero un huevo. Tenemos que cortar la corteza por arriba y quitar la miga, para que quepa perfectamente el huevo, como si de un nido se tratara.
Ahora disponemos nuestros panes con el hueco sobre una fuente de horno y echamos un poco de aceite de oliva, un poco de tomate entero pleado y troceado y un poco de mozzarella. Tanto el tomate como la mozzarella la hemos tenido un rato en un escurridor, para eliminar el máximo posible de agua, pues si lo echamos directamente pueden aguar el plato.
Echamos sobre el queso y el tomate los huevos, salpimentamos, y metemos en el horno a 190º, durante entre 5 y 10 minutos, el tiempo suficiente para que se cocine la clara pero la yema quede aún jugosa.
Otras Ideas y Variantes
Puedes preparar muchísimas variantes de esta receta dependiendo de los ingredientes con la que la quieras acompañar. Aunque podemos hacer esta receta con casi cualquier cosa que tengamos en la nevera, en la propuesta que os hacemos hoy vamos a acompañar los huevos en pan con tomate y queso, una combinación tan clásica como efectiva, que va a convertir nuestros huevos en todo un manjar con el que hacer de cualquier cena ordinaria una fiesta. Por supuesto, a esta combinación básica, se le pueden añadir champiñones, guisantes, chorizo...
La manera tradicional de acabar los panecillos es freírlos con aceite caliente, una vez tienen las claras y los piñones colocados. Pero en este caso, no haría falta freírlos con antelación. De la manera tradicional se fríen de uno en uno.
Freír las tapas y los panecillos por ambos lados con el aceite caliente, no hirviendo. Para que se frían por dentro los panecillos, vais echando aceite caliente en el centro con una cuchara.
En el momento de servirlos, condimentar las yemas, batir 3 claras a punto de nieve y cubrir los panecillos con la clara montada con ayuda de una espátula.
Es esta una comida muy completa que no necesita mayor acompañamiento, si acaso, se puede poner como guarnición una ensalada ligera o una crema de verduras.