Cuando pensamos en Portugal, el pastel de nata es una de las primeras asociaciones que viene a la mente. Sin duda, mi dulce favorito de Portugal y también el más famoso. Francia, queso; Italia, pizza, ¿Portugal? Nacido en conventos de Lisboa, es la joya de la corona de la repostería portuguesa.
Sin embargo, ninguna corona brilla con una sola piedra preciosa: sus pequeños diamantes están repartidos por todo el país. La gastronomía portuguesa es reconocida mundialmente por su diversidad y riqueza. Sin embargo, la verdadera joya de la corona puede encontrarse en su variada y deliciosa repostería.
A continuación tienes una larga lista de los dulces típicos de Portugal. Es toda tuya.
¿Por qué tantos dulces y pastelerías en Portugal?
Cuando empieces a descubrir Portugal te vas a dar cuenta enseguida de una cosa: les encanta el café (el café sólo se llama bica) y el dulce. En otros lugares están el pan y el vino. En Portugal pareciera que el café y el dulce son la base de su alimentación.
Y entonces ¿por qué tanto huevo?. Esta parte de la historia me encanta. Resulta que durante los siglos XVIII y XIX en Portugal se usaban las claras de huevo para clarificar el vino blanco (hoy en día todavía se hace) y se convirtió en el principal productor de huevos de Europa. Pero como sólo se utilizaban para el vino las claras, tuvieron que pensar qué hacían con tantas yemas. Y entre eso, y que los portugueses son creativos y grandes pasteleros, crearon un universo de dulces hechos a base de yema de huevo.
Hay que decir también que en Portugal hay muchos conventos y que las monjas usaban las claras para planchar, con lo cual les sobraban muchas yemas. Es por eso que muchos de los dulces portugueses tienen su origen en conventos. Portugal tiene una larga tradición de dulces y pasteles que se remonta a la época de los conventos medievales.
Elaborados con recetas transmitidas de generación en generación, estos dulces son una joya de la repostería lisboeta. Esta deliciosa receta a base de huevos y azúcar fue desarrollada en los conventos a partir del siglo XV, aunque son muchas las teorías sobre su origen, pero no cabe duda de que el azúcar traído de Brasil facilitó que estos dulces se refinaran.
Los imperdibles dulces portugueses
1. Pastéis de Belém (Pastel de Nata)
Es uno de los dulces más populares de Portugal. La receta original proviene del Monasterio de Santa María de Belém (orden de los Jerónimos) en Lisboa, producida y comercializada desde 1837 bajo el nombre de Pastel de Belém. Múltiples derivaciones de la receta original se producen bajo el nombre de pastel de nata.
Actualmente se encuentran en prácticamente todo los cafés de Lisboa e incluso hay un concurso anual para escoger el mejor pastel de nata. O también conocidos como pasteles de nata. Son unas pequeña masas de hojaldre que en su interior llevan crema. Como su nombre indica, se originaron en un convento de la Freguesia de Belém.
Los pastéis de nata o natas como se le conoce en Portugal los encontrarás en todas las esquinas. Es recomendable tomarlos frescos o recién hechos, a mí me gusta ponerles un poco de canela en polvo.
Pastel de Nata vs Pastel de Belém
Aclaremos este concepto porque con este termino es probable que te líes. Cuenta la leyenda que en el monasterio de los Jerónimos, situado en lo que antes era el pueblo de Belém y que ahora forma parte de Lisboa, se crearon unos pastelitos de hojaldre y crema pastelera. Estos pastelitos eran consumidos por los monjes del monasterio.
En 1834, el Gobierno portugués mandó cerrar todos los conventos como consecuencia de la caída del régimen absolutista. Y uno de los trabajadores del monasterio abrió una tienda justo al lado y se puso a vender los pastelitos que había aprendido a hacer en los Jerónimos.
Así, estos pastelitos de crema se venden en este lugar desde el año 1837 y los llamaron Pastéis de Bélem. La pastelería fue creciendo (ahora es la Casa Pasteis de Belém) y registró la marca, porque ellos consideran que tienen la receta original, así que nadie más que ellos puede utilizar este nombre. Así, todos los pastelitos de crema que compres en Portugal se llamaran pastel de nata (nata es crema en portugués), menos los que compres en la Casa Pasteis de Belém, aunque la receta sea exactamente (o casi, porque es secreta) la misma.
2. Bolo Rei
Pues si, empezamos con tanda de humildad repostera portuguesa, porque este bolo (pastel) es el rey y además, tiene reina. Y hace gracia que sea en un país que ni tiene reyes, ni celebra la festividad de los Reyes. Es el rey simplemente porque es el mejor de todos. Y ya está.
Es un pastel típico de Portugal, es igual de popular e imprescindible que el Roscón de Reyes en España, pero éste se consume durante toda la navidad, no en un día puntual, y en algunas pastelerías incluso empiezan a venderlos en Octubre. El Bolo Rei es el rey de las navidades en Portugal y lo encontrarás en todas las pastelerías portuguesas.
También lleva haba en el interior y si te toca, lo pagas. Y no acaba aquí la cosa: en Portugal existe el Bolo Rei y el bolo rainha, o sea, el pastel rey y la tarta reina, el primero, con fruta escarchada y el segundo con frutos secos y pasas.
Todo el mundo coincide en que el lugar indicado para probarlo es la pastelería donde se hizo por primera vez este pastel, la Confeitaria Nacional. ¿Y cómo fue? Resulta que el hijo del fundador de la pastelería Balthazar Castanheiro, en un viaje a Toulouse (Francia) en 1870, descubrió la receta del bolo y le fascinó este postre, así que llego a Portugal, no solo con la receta original, sinó con todos los pasteleros que lo elaboraban en la ciudad francesa, para que lo prepararan en la suya.
En la Confeitaira Nacional se enorgullecen de utilizar (y proteger celosamente), la receta secreta. Así que lo dicho, el original está en la Confeitaira Nacional. Y aunque lo demás sean imitaciones, la mayoría están para morir de placer.
Si quieres probarlas te recomiendo que vayas hasta Esposende, un pueblo que está en la costa entre Viana do Castelo y Oporto. Consisten en una masa fina hojaldrada rellena de un tipo de cabello de ángel con almendra granulada. En Esposende mi favorita es Pastelería Marbela en la R.
3. Travesseiros de Sintra
Además de ser Sintra casi visita obligatoria si vas hacia la región de Lisboa, no dejéis de probar sus tradicionales Travesseiros. No te pierdas la visita a la pastelería Florida presumen de tener una receta especial de los travesseiros. La palabra travesseiro significa en portugués almohada y podríamos decir que sí, que tiene un poco la forma de una almohada (aceptamos pulpo).
Es un milhojas con crema de huevo, almendra y un ingrediente secreto que solo conoce la familia del Piriquita en Sintra, donde hay que probarlos. Sintra, una ciudad coqueta y pintoresca situada en pleno parque natural, es conocida no solo por sus castillos y palacios, sino también por sus famosos travesseiros.
El nombre, que en portugués significa “almohadas”, hace alusión tanto a su forma rectangular como a su esponjosidad. Ligeros y crujientes por fuera, suaves y delicados por dentro, estos dulces nacieron en los años 40 en la panadería Casa Piriquita.
4. Queijadas de Sintra
Además de los travesseiros, Sintra también es conocida por sus Queijadas que tienen un formato redondo tipo tartaleta y están hechas fundamentalmente con queso fresco, leche, huevos y azúcar. Este es otro de los dulces famosísimos de Portugal y es típico de Sintra, el famoso pueblo del Palacio da Pena. Están hechos con requesón, huevos, leche y azúcar.
Pues si estás por Sintra, la pastelería La Piriquita tiene el secreto de las queijadas des de 1862. Si hay cola no te rindas, persevera porque el esfuerzo valdrá la pena.
Su nombre ya indica que es un producto típico de Sintra, aunque también tiene mucha fama en otros puntos de Portugal como Madeira, Montemor-o-Velho o la misma Lisboa. Aunque la primera asociación que se pueda venir a la mente es con el requesón, en realidad se parece más a la ricota italiana.
5. Ovos Moles de Aveiro
Es el postre más famoso de Aveiro y una de sus señas de identidad, son los “Ovos Moles”; son dulces conventuales de las monjas del convento de Aveiro. En Aveiro los encontrarás en muchos lugares.
Su origen se encuentra en Aveiro y como no, dentro de un convento, en este caso, el convento de Jesús de Aveiro. Resulta que aquí las monjas usaban las claras de huevo que les daban de caridad, para planchar, no sabiendo qué hacer con las yemas. Con el tiempo descubrieron que si daban, a los enfermos de tuberculosis que trataban en el convento, esas yemas con un poco de azúcar, éstos mejoraban, iniciándose así el boyante negocio de los ovos-moles de Aveiro.
Se venden envueltos en una hostia fina y con formas de motivos marinos, por su proximidad al mar. En la desembocadura del río Vouga se encuentra una ciudad conocida como “la Venecia de Portugal” por sus canales y coloridos barcos. Allí nacieron los ovos moles, un dulce elaborado con yemas de huevo, azúcar y agua. La receta se ha mantenido viva gracias a las mujeres que la heredaron de las monjas. Hoy los ovos moles se presentan en formas de conchas, caracoles o peces.
6. Pão de Ló
Es otro de los postres típicos de Portugal y consiste en un bizcocho esponjoso que suele ser imprescindible en muchas casas tanto en Navidad como en Pascua. Lo encontrarás en casi todas las pastelerías y vienen envuelto en el típico papel de estraza blanco que siempre le da un toque más casero al bizcocho. Los lugares más famosos para comprarlo están en Ovar y Alfeizerao. Oro dulce típico portugués, habitual en Navidad y Pascua. Su nombre significa pan de huevos.
Es parecido al bizcocho pero es muy jugoso en el centro, como si estuviera un poco crudo. Algo que a priori parece raro se convierte en una delicia. En realidad alberga en su interior una suave crema de yema líquida. Yo lo probé y es increíble. ¡Atrévete! y no te quejes al pastelero diciéndole que le ha quedado crudo el bizcocho.
7. Baba de Camelo
Si, si, es lo que estás pensando: la traducción significa “Baba de Camello”, tal cual. Ya te he hablado de la creatividad de los reposteros portugueses para poner nombres y ésta es otra prueba de ello. Sea como fuere, y aunque de un poco de asquito el nombre, es mi dulce portugués preferido. Se trata de una mousse de leche condensada cocida, como una especie de dulce de leche argentino pero más suave, con almendras picadas por encima. Está de muerte y te tiene que gustar mucho el dulce. Otro dulce típico y muy fácil de preparar. De hecho, solo tiene dos ingredientes: huevos y leche condensada.
8. Bolo de Arroz
Reconozco que a pesar de estar viendo continuamente durante muchos años los bolos de arroz en las pastelerías y cafeterías, tardé en probarlos, y no me preguntéis por qué, no tengo ni idea. Una vez que los probé reconozco que están buenos, aunque no los como muchas veces. Pequeños bizcochos parecidos a las magdalenas pero hechos con harina de arroz, que le da más ligereza y esponjosidad. Lo que los hace característicos es su envoltorio de papel. Son ideales para mojar (en café, chocolate, etc.) porque tienen mucha capacidad de absorción, y si como yo, eres de los que te gusta hacer pastitas con tu café por la mañana, te encantará.
9. Tarta de Serradura
Importante: este es uno de los postres portugueses que no lleva huevo. Toma nota: una base de galletas María, una mezcla elaborada con nata y leche condensada y galletas espolvoreadas por encima. Es un postre que encontrarás en la carta de casi todos los restaurantes portugueses y también se la conoce por tarta de nata portuguesa. Esta es más de restaurantes pero también puedes encontrarla en porciones. También se conoce con el nombre de tarta de nata portuguesa . Es una tarta parecida a la tarta de queso fresco con fresas que hay en muchos restaurante españoles. Se trata de una tarta parecida al ‘cheesecake’, que no necesita horno para hacerse. Esta compuesta de nata, leche condensada, gelatina y galletas maría. Parte de estas últimas se pulverizan dándoles aspecto de serrín (serradura en portugués) para cubrir su ‘techo’.
10. Bolas de Berlim
Con este nombre parece evidente su origen. Pues sí, este dulce fue traído por las familias judías que vinieron de Alemania durante la segunda guerra mundial. Y aunque allí se llama berlinesa, en Portugal se denominó Bola de Berlín. Se trata de una especie de donut pero sin agujero. Y se venden con o sin relleno (crema o mermelada).
Para mí lo más increíble de este dulce es que se vende en las playas durante el verano, como si fueran helados o gajos de coco. Los vendedores ambulantes las anuncian al grito de Olhá Bolinha (Mira la Bolita). También lo encontrarás, of course, en las pastelerías portuguesas.
Bolas de Berlim, cerveza y Coca-Cola: los tres clásicos de un día de playa en Portugal. Una masa dulce y esponjosa, rellena de crema, en España se conoce como berlinesa. Las bolas de Berlim llegaron a las vitrinas de las pastelerías lusas durante la Segunda Guerra Mundial, de la mano de refugiados judíos que huían del régimen nazi. Muchos de ellos estuvieron de paso en Lisboa y Oporto esperando papeles para emigrar a América. Algunos encontraron empleo temporal en panaderías y pastelerías, aportando recetas tradicionales de su tierra. Los pasteleros portugueses pronto adoptaron la idea y le dieron un giro local: cambiaron el relleno original -mermelada o crema pastelera- por su emblemática crema de huevo.
11. Jesuítas
Literalmente suenan a lo que son, pero lo cierto es que los 'jesuítas' tienen parecidos notables con algunos postres de confitería que conocemos sobradamente en España o, cuanto menos, nos pueden sonar. El resultado es un bocado crujiente, fragante, muy sabroso, no especialmente empalagoso (lo que no es habitual en la dulcería portuguesa) que vas a ver con bastante frecuencia en la ciudad de Oporto y sus alrededores.
Otros dulces para probar
- Torta de Viana: Lleva huevos, harina y azúcar. Y es típico de Viana do Castelo, al norte de Portugal. Se parece a un brazo de gitano y puede ir rellena de una crema de yemas de huevo, por si te sabía a poco huevo.
- Fatias Doces: Dulces típicos de Braga. Huevos, almendras y azúcar.
- Ésses de Peniche: Las esses de Peniche son bizcochos de almendra con forma de ese. Y en Peniche están los mejores (o eso dicen).
- Brisas do Lis: Dulce conventual típico de la ciudad de Leiria elaborado con huevos, almendra y azúcar.
- Cavacas: Son típicas de las islas Azores y llevan azúcar, huevos, harina, aceite de girasol y vainilla.
- Dom Rodrigo: Es un dulce tradicional del Algarve, concretamente de Lagos, y se prepara con huevo hilado y canela.
- Cornucópias: Las cornucopias son unos conos crujientes un poco salados rellenos de dulce de huevo y deben su origen a los monjes de la orden del Císter.
Estos son algunos de los postres que más me gustan de Portugal y como os decía al principio, poco a poco iré subiendo más fotos, lugares y nuevos descubrimientos dulces.
PANQUÉ HÚMEDO y ESPONJOSO con NATA y MANTEQUILLA 😋 Dulce Hogar Recetas 💕
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