En el amplio y diverso mundo de los mariscos, hay un manjar que, aunque no es tan conocido como otros productos del mar, ha comenzado a ganar popularidad por su sabor único y sus propiedades beneficiosas: la ortiguilla. Este curioso y sabroso ingrediente marino es apreciado tanto por su valor culinario como por sus beneficios para la salud. En este artículo, exploraremos qué son las ortiguillas, sus propiedades y cómo puedes disfrutarlas.
Ortiguillas: qué son y cómo se cocinan
¿Qué Son las Ortiguillas?
Las ortiguillas son una especie de anémona de mar que habita en las costas del Atlántico, especialmente en el sur de España y las costas mediterráneas. De aspecto delicado y gelatinosa al tacto, las ortiguillas son, en realidad, pequeños organismos marinos que pertenecen a la familia de los cnidarios, la misma a la que pertenecen las medusas y los corales.
A pesar de su apariencia modesta, las ortiguillas son un verdadero tesoro gastronómico que ha sido apreciado durante siglos en algunas regiones costeras de España. Este marisco no solo destaca por su sabor, sino también por su textura única. Cuando se preparan correctamente, las ortiguillas presentan una exterior crujiente y un interior suave, casi cremoso, que explota en el paladar con un sabor a mar intensamente fresco. Aunque su popularidad ha ido en aumento, siguen siendo un plato que sorprende a quienes lo prueban por primera vez, y se han convertido en un símbolo de la cocina tradicional andaluza.
Propiedades Nutricionales de las Ortiguillas
Además de su exquisito sabor, las ortiguillas también son conocidas por sus propiedades nutricionales. Como muchos otros productos del mar, las ortiguillas son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y crecimiento de los tejidos del cuerpo. También son bajas en grasas y contienen ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular.
Las ortiguillas también son ricas en minerales como el hierro, el zinc y el yodo. El hierro es crucial para la formación de hemoglobina, lo que ayuda a prevenir la anemia, mientras que el zinc juega un papel vital en el sistema inmunológico y la cicatrización de heridas. El yodo, por su parte, es fundamental para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, regulando el metabolismo.
Además, las ortiguillas contienen antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, protegiendo las células del daño y contribuyendo a una piel más saludable. Su consumo regular puede ser un excelente complemento en una dieta equilibrada, proporcionando nutrientes esenciales que a menudo son deficientes en dietas modernas.
A pesar de su pequeño tamaño, las ortiguillas son ricas en nutrientes. Contienen proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B, minerales como el calcio, el hierro y el fósforo, y ácidos grasos esenciales omega-3.
Las ortiguillas son una buena fuente de yodo, un mineral esencial para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides. El yodo es necesario para producir hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo y el crecimiento. Una deficiencia de yodo puede provocar hipotiroidismo y otros problemas de salud.
Las ortiguillas son una fuente rica en nutrientes esenciales para el organismo. Entre las propiedades de las ortiguillas podemos destacar:
- Bajo contenido calórico: 100 gramos de ortiguillas contienen alrededor de 80 calorías, lo que las hace ideales para incluir en una dieta baja en calorías.
- Alto contenido en proteínas: Las ortiguillas son una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, necesarias para el crecimiento y la reparación de tejidos.
- Rico en minerales: Las ortiguillas contienen calcio, fósforo, hierro, yodo y magnesio, entre otros minerales esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
- Fuente de vitaminas: Las ortiguillas son ricas en vitaminas B y D, necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y la absorción de calcio.
Nutriente | Cantidad por 100g |
---|---|
Calorías | Aproximadamente 80 |
Proteínas | Alto contenido |
Grasas | Bajo contenido |
Ácidos grasos Omega-3 | Presentes |
Hierro | Rico |
Zinc | Rico |
Yodo | Rico |
Antioxidantes | Presentes |
Vitaminas B y D | Ricas |
Calcio | Presente |
Fósforo | Presente |
Magnesio | Presente |
Ortiguillas Fritas: Un Placer para tu Paladar
Una de las formas más tradicionales y deliciosas de disfrutar las ortiguillas fritas. Este método de cocción realza su textura y sabor, creando un contraste entre el exterior crujiente y el interior suave. Las ortiguillas fritas son un plato típico en muchas localidades costeras del sur de España, especialmente en Andalucía, donde se sirven como tapa o como parte de un plato principal.
Para preparar ortiguillas fritas, las anémonas se rebozan en una mezcla de harina y se fríen en aceite caliente hasta que se doren y estén crujientes. El resultado es un bocado que encapsula los sabores del mar de manera intensa, con un toque salino y una textura que es verdaderamente única. Este plato es perfecto para aquellos que desean explorar nuevos sabores y texturas en la gastronomía marina.
Usos de la ortiga de mar en la cocina
Este alimento es muy apreciado en la gastronomía mediterránea, especialmente en el sur de España y de Italia, donde existen variedades de platos con este producto que llama la atención por su color y textura. Su carne es muy blandita y en el plato puede llegar a verse de color verdoso. Su aspecto es viscoso y puede que algunos, a primera vista, rechacen probarla, pero, la verdad sea dicha, la ortiguilla de mar o la anémona tiene un sabor intenso a mar único y muy diferente a cualquier otro marisco.
En Andalucía es muy popular en Cádiz, donde se consigue como ortiguillas o frituras de ortiguillas, un plato que se hizo muy popular en épocas de penuria durante la posguerra española en la bahía de esta ciudad portuaria. Hoy en día es la anémona más querida también de toda la zona del Delta del Ebro y Menorca, donde se consume desde el siglo XVIII.
La forma más usual de comerlas es rebozadas en harina y fritas en aceite de oliva, debido a que el crujiente del empanado hace contraste con su suave textura y su intenso sabor, aunque también se pueden comer maceradas en vinagre. De estas dos formas se puede comer como plato principal, como acompañamiento o como tapa.
Igualmente, la ortiga de mar queda muy bien como parte de las frituras de pescaíto frito muy típicas en Andalucía, pero también como parte de los ingredientes de un arroz mediterráneo con pescados y mariscos variados o acompañadas de verduras y jengibre.
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