Las rosquillas fritas, también conocidas como roscos o buñuelos según la región, son un dulce tradicional que evoca recuerdos de la infancia y celebraciones familiares. Esta receta, transmitida de generación en generación, te permitirá disfrutar de unas rosquillas caseras, sabrosas y nada aceitosas. ¡Anímate a prepararlas y comparte momentos inolvidables con tus seres queridos!
Esta receta es muy tradicional de toda la vida, aunque en cada casa se hace con sus trucos y aromas particulares. En casa, siempre nos ha gustado añadir un poco de limón y servirlas rebozadas en azúcar. También podemos aromatizarlas con un poco de canela, ralladura de naranja o un par de cucharaditas de anís en la masa si nos apetece. Podemos hacerlas más finas o más gorditas: cuanto más finas las hagamos, quedarán más crujientes y cuanto más gorditas, más jugosas y esponjosas quedarán.
Las rosquillas, una de esas recetas que automáticamente me llevan a la cocina de mi abuela los domingos cuando íbamos a comer, me acompañan desde hace más de 20 años. La receta es de la abuela de Gerardo, un compañero de trabajo que siempre llevaba estas rosquillas a la oficina en carnavales y nos encantaban a todos. Me parecen riquísimas y eso que los dulces fritos no están entre mis preferidos pero he de reconocer que no quedan nada aceitosas y tienen muchísimo sabor.
DONAS SIN LEVADURA!!// esponjositas y sin amasar ¡en 10 minutos y listo!
Ingredientes
- 3 huevos L
- 300 g de azúcar
- 100 g de aceite de oliva
- 115 ml de anís (anisette Marie Brizard) o 115ml de leche y esencia de anís
- Ralladura de la piel de un limón y una naranja
- 800 g de harina de trigo de todo uso
- 1 sobre de levadura de repostería tipo ROYAL o similar
- Pizca de sal (5 g)
- 1 litro de aceite de oliva suave o girasol para freír
- Azúcar en cantidad suficiente para rebozar
Algunas harinas absorben más líquido que otras, si ves que te cuesta mucho ligar los ingredientes puedes añadirle unas cucharaditas de leche.
Utiliza la llamada harina de repostería, la que usamos para hacer bizcochos (pero harina sin levadura).
¿No vives en España y en tu país las harinas tienen otro nombre? Entonces deberás mirar AQUÍ cual es el equivalente en tu país.
En este artículo te enseñaremos a preparar una deliciosa receta de rosquillas fritas. A simple vista podría parecer que hacer este dulce es complicado pero nada más lejos de realidad. Es una receta realmente sencilla. Las rosquillas fritas es uno de los dulces más populares de Semana Santa pero eso no quiere decir que no podamos comerlas todo el año.
Preparación
- Mezcla con la batidora (thermomix, amasadora, o con varillas manualmente) el azúcar con la ralladura del limón y naranja, los huevos, el aceite y el anís hasta conseguir que todo esté bien mezclado.
- En un bol, tamiza la harina con la levadura y la sal y vuélcala en la encimera a modo de volcán, en el centro pones los elementos líquidos que has mezclado previamente y a amasar con ganas y alegría.
- Una vez amasado deja reposar la masa durante una media hora.
- Comienza a tomar pequeños trozos de masa y amasa largos cordones, los vas cortando del tamaño de una rosquilla y las vas formando. Es más práctico formar todas las rosquillas antes de comenzar a freír.
- Es ideal freír en una sartén o cazo hondo con bastante aceite para que durante la fritura las rosquillas bailen en el aceite, las vas girando para que la cocción sea uniforme. La temperatura aconsejada para el aceite es de 170º, puedes medirla con un termómetro de cocina.
- Una vez fritas se van pasando por papel absorbente para que desprendan el exceso de aceite y enseguida por azúcar (mejor ponerla en una bolsa de plástico e ir poniendo dentro las rosquillas por tandas, se cierra con la mano la bolsa, se agita y las rosquillas quedarán rebozadas de azúcar, las vamos pasando para una fuente.).
Si la masa es muy pegajosa, mójate la mano en aceite de oliva para que puedas manipularlas.
Cuando esté listo el aceite, metemos nuestras rosquillas y con la ayuda de un palillo (tipo palillo comida china) haremos girar a nuestras rosquillas desde el agujero. De esta forma no perderán las forma y el agujero no desaparecerá cuando se estén friendo.
El aceite no debe estar muy caliente y te recomendamos que entre tanda y tanda esperes un poquito para que el aceite se recaliente ya que al introducir la masa fría, la temperatura baja un poquito.
Cuando estén hechas las dejamos reposar sobre papel de cocina para que absorba parte del aceite sobrante pero seguido las vamos a rebozar en azúcar. No tienen que estar frías porque sino el azúcar no se va a pegar.
También puedes añadirles un poco de canela por encima.
Si las quieres más dulces, puedes hacer una especie de almíbar mezclando agua y miel y luego bañarlas en azúcar.
Es importante encontrar el punto de calor justo del aceite, no debe de estar demasiado caliente o las quemará por fuera y quedarán crudas por dentro. Lo ideal es medir con un termómetro la temperatura de aceite y que esté a 166 o 168º y mantener la temperatura mientras se fríe a 160º. En mi placa de inducción del 1 al 9, mientras estoy friendo la pongo al 7.
Conserva las rosquillas en un recipiente hermético.
Alternativas de cocción
- ¿Quieres hacerlas al horno? Píntalas con huevo, espolvorea azúcar y hornea en horno precalentado a 180º con calor arriba y abajo durante 15 minutos.
Involucra a tu familia
Pide ayuda a tu familia, si tienes niños pequeños, involúcralos en la labor, serán momentos que recordarán siempre, los míos se llenaban de harina hasta el pelo, pero hoy que son hombres ya, se les ilumina la cara cuando lo recuerdan.
Os animo a probarlas y recordad si tenéis peques, dejadles que os ayuden, siempre recordarán esos momentos amasando rosquillas con mamá o papá, son momentos mágicos que no os debéis perder.
Variantes de Rosquillas
Este producto tiene múltiples variantes. A día de hoy se trata de esa rosquilla tan tradicional de los pueblos que además consigue conservar su propia identidad en cada rinconcito de la geografía como por ejemplo sucede en la comunidad de Madrid donde encontramos diferentes rosquillas muy populares: rosquillas tontas, listas, de Santa Clara y francesas.