Cómo hacer pizza con levadura instantánea: Receta fácil y deliciosa

¿Qué hacer cuando nos entra antojo de pizza pero no tenemos suficiente tiempo para prepararla? ¡La pizza con levadura instantánea es la respuesta a este problema! En pocos minutos la masa estará lista y al ser una pizza sin levadura de cerveza, no será necesario esperar los largos tiempos de fermentación.

Sabemos que las masas con levadura de cerveza y las con masa madre tienen cualidades insuperables, pero a veces hay que hacer compromisos y si es un buen compromiso, ¡mejor todavía! Os proponemos rellenar la pizza con levadura instantánea con champiñones, gorgonzola y jamón serrano, pero podéis enriquecer esta pizza rápida con muchísimos otros ingredientes.

Si buscáis otras preparaciones saladas con levadura instantánea, probad también el pan o los originales pizza muffin y las rosquillas de pizza.

Cómo hacer PIZZA CASERA RÁPIDA con masa de pizza sin reposo

Ingredientes para la masa de pizza con levadura instantánea

  • 1 kg de harina de trigo con fuerza W220 o harina de trigo con 11,5 - 12,5 % de proteínas
  • 560 ml de agua fría
  • 25 g de sal
  • 25 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 14 g de levadura instantánea

Para 4 personas. Aproximadamente 0.25€/persona. 228kcal/100g.

También puedes usar:

  • 240 g de agua
  • 450 g de harina de trigo
  • 50 g de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de levadura química en polvo
  • 1 cucharadita de sal

Y para cubrir:

  • 200 g de salsa de tomate escurrida
  • orégano y albahaca
  • 200 g de queso mozarella u otro queso mantecoso

Elaboración paso a paso

¿Quieres preparar pizza con masa casera? Pues prueba mi receta de masa de pizza italiana, tal y como me enseñó Luca Arrigoni. La verdad es que no tiene que ver en absoluto con la que he utilizado durante estos años. Desde que he preparado esta masa de pizza con Luca hay un antes y un después. Al hornear queda con el espesor justo, al estilo de las que podemos degustar en cualquier pizzería de Roma o Venecia.

En esta base de masa incluso podemos jugar con otras harinas blancas o añadir alguna hierba aromática. Como dicen los italianos: “La pizza italiana, donde la gula no es un pecado”.

En un bol grande introducimos parte de la harina de fuerza de trigo. Dejamos unas 4 cucharadas de harina separadas para ir engordando la masa. Batimos con una cuchara de madera desde el centro hacia afuera y vamos poco a poco mezclando con la harina. Añadimos el aceite de oliva virgen extra y la sal. Seguimos removiendo lo que empieza a ser la masa, por ahora será una mezcla pegajosa pero firme.

Llenamos la zona de la encimera de harina, sacamos la masa del bol y empezamos a trabajar la masa con las manos. Es muy importante el refinado de la masa para que quede más elástica y suba mejor. Para refinarla, debemos estirar la masa como un churro y retorcerla en espiral varias veces. Al final volvemos a juntar y amasar de nuevo durante unos diez minutos. Después de esos 10 minutos, podremos manipular la masa con más rapidez, se irá quedando elástica y homogénea.

La medida de harina correcta es “hasta que la masa no se pegue a las manos”, pero tampoco os paséis. Yo en los ingredientes he puesto 1 kilo aunque en realidad empleé unos 50 gramos más. Vamos tornando la masa en una bola. Cogemos el anterior bol y lo enharinamos. Introducimos la bola de masa en él. Tapamos el bol con un trapo de algodón durante unos 45 minutos- 1 hora.

Para saber el tiempo que se debe dejar levar la masa, utiliza el siguiente truco: si la apretamos con un dedo y la masa vuelve a su posición original estará lista para preparar. En Italia los hornos de leña para pizza pueden llegar hasta los 400º C, aunque la temperatura recomendada es de 300º C.

En alguna ocasión he dejado la masa levedando en la nevera de un día para otro, lo puedes hacer si tienes tiempo. A la hora de amasar la masa es mucho más fácil de trabajar, pues se estira como una masa profesional. Probad por lo menos una vez a dejar esta masa en la nevera unas 30 horas y veréis que pasada de pizza.

Si a la hora de amasar no os hacéis con la masa podéis emplear algo más de aceite de oliva virgen en vez de harina. Os recuerdo que si sobra podéis congelar el resto de la masa. Envolvedla en plástico film y acordaos de escribir la fecha con un rotulador.

Cuando empleamos levadura para masas fermentadas como pan, pizza, empanadas o bollos. La levadura de panadería es un producto vivo, indispensable y fundamental para la fabricación de masas. entre ellas esta de pizza. Se presenta en forma de cubitos. La encontraréis en la sección de productos refrigerados (cerca de las mantequillas y natas). La que suelo emplear es de la marca Levital. Es muy fácil de utilizar. La mezclamos con un poco de agua templada o tibia que ayudará a una mejor dispersión en la masa.

La levadura tiene la capacidad de proporcionar más sabor a la pizza ya que permite que la harina de fuerza desarrollar todos sus sabores. La levadura contribuye también al color dorado y crujiente de la corteza.

La función principal es la de transformar el azúcar o el almidón (principal componente de la harina) en dióxido de carbono y en alcohol (el cual se evaporará durante la cocción).

Importante: Para hacer masas no debéis de emplear polvo de hornear tipo Royal. Una levadura química solo actúa durante la fase de horneado. De forma que si la usáis la masa no crecerá en ninguna de las dos fases de fermentación.

Mezclad los ingredientes con una cuchara de madera, luego comenzad a amasar con las manos. Dividid ahora la masa a la mitad y formad 2 bolas. Conseguíos dos bandejas de 30 cm y untadlas con una capa de aceite. Extendela presionando con las manos untadas y estírala suavemente, hasta que cubra toda la superficie. Si la masa ofrece resistencia, dejadla reposar unos minutos antes de continuar, de esta manera se relajará y será más fácil de estirar.

Esparcidlo con el dorso de una cuchara y sazonad con aceite y sal. Añadid algunas hojas de orégano y hornead en horno estático precalentado a 220° durante 15 minutos, colocándola en la base del horno. Sacad la pizza del horno y con la ayuda de una espátula colocadla sobre una rejilla. Colocad también el Gorgonzola con la ayuda de una cuchara y distribuid encima las lonchas de salami. Hornead en horno ventilado precalentado a 200°, introduciendo la pizza directamente con la rejilla en el horno. Recomendamos consumir la pizza de inmediato.

La receta de masa de pizza casera es bien sencilla, se trata de una masa ligera de pan enriquecida con aceite de oliva, que debe hornearse a alta temperatura. En Italia la pizza se suele comer en restaurantes donde se elabora de forma tradicional en hornos de leña especiales, donde el “pizzaiolo” se encarga de elaborarlas. Es un plato de origen napolitano, según parece, y las primeras pizzas eran unas tortas de pan apenas aromatizadas con hierbas y aceite.

Como cualquier otro pan, la pizza lleva levadura, y requiere un tiempo de fermentación. Poco a poco, a este pan plano se le fueron añadiendo distintos ingredientes, tomate, queso, embutido, etc.

Comenzaremos mezclando en un bol mediano con una cuchara de madera la harina y la sal. Añadimos la parte líquida al bol con la harina y la sal. Usando una cuchara de madera removemos para mezclar todos los ingredientes hasta obtener una masa lisa. Le añadimos el aceite y seguimos mezclando. Si amasamos a mano, vamos aplastando y estirando la masa con la base de la mano derecha, doblando la masa por la mitad y presionando de nuevo con la base de las dos manos. Repetiremos el proceso de forma continuada durante cinco minutos.

Para que quede muy elástica tenemos que proceder al refinado de la masa. Para refinarla aplastaremos y retorceremos la masa, girándola y dándole forma alargada sobre la mesa. Unimos los extremos y amasamos con los puños hasta fusionar el conjunto. Una vez preparada la masa, nos untamos las manos con aceite y formamos una bola que ponemos en un tuper con tapa y dejamos fermentar durante tres horas a temperatura ambiente.

Una vez que pase el tiempo y ya la masa fermentada, pasamos a la mesa enharinada y aplastamos la masa con los puños suavemente para eliminar el exceso de gas formado en el interior. Cuando pase el tiempo vamos dándole forma a cada pizza, estirando con la mano doblada las bolas de masa formando un círculo de unos 30 centímetros de diámetro y si os atrevéis girándola en el aire y dándole forma poco a poco.

También podemos estirar la masa con un rodillo sobre la mesa, hasta que quede fina, máximo unos 3-4 mm. Si queremos una pizza de masa más gruesa y esponjosa, dejaremos fermentar de nuevo el disco de masa durante 35-40 minutos, hasta que suba lo suficiente.

Con solo unos pocos ingredientes básicos como harina, levadura seca y agua tibia, puedes preparar una masa perfecta para tus pizzas caseras. Esta receta es ideal para quienes quieren dar su toque personal a las pizzas, controlando el grosor de la masa y los ingredientes que le añaden.

En primer lugar, pon la harina en un bol grande y haz un hueco en el centro. Añade la levadura seca de panadería y el azúcar moreno. Esto ayudará a que la levadura se active más rápido, lo que hará que la masa suba bien. A continuación, añade una pizca de sal alrededor del borde de la harina, asegurándote de que no entre en contacto directo con la levadura, ya que puede interferir en su acción.

Añade agua tibia al bol, mezclando poco a poco con los ingredientes secos hasta obtener una masa. Una vez hayas formado la masa, pásala a una superficie enharinada y agrega una cucharadita de aceite de oliva virgen extra. Comienza a amasar durante unos 8-10 minutos, hasta que la masa quede suave, elástica y homogénea. Este paso es clave para desarrollar el gluten, lo que dará a la masa una textura perfecta al hornearse.

Espolvorea con harina una superficie lisa y pon la masa sobre ella. Tápala con un paño limpio y déjala reposar durante 1 hora en un lugar cálido. Durante este tiempo, la masa fermentará y duplicará su tamaño, lo que hará que sea más fácil de manejar y darle forma.

Cuando la masa haya fermentado, pásala nuevamente a una superficie enharinada. Usa un rodillo para estirar la masa según el grosor deseado. Puedes hacerla más fina si prefieres una pizza crujiente o más gruesa si te gusta un estilo más esponjoso. Una vez que tengas la masa estirada, añade los ingredientes que más te gusten, como una capa de salsa casera de tomate, queso mozzarella y jamón.

Para conseguir una masa más crujiente y aireada, es ideal usar una harina de fuerza, que tiene un mayor contenido en gluten y facilita el amasado. Sin embargo, también puedes utilizar harina común si no tienes harina de fuerza a mano. Conoce los tipos de harina que existen, para saber cuál se adapta mejor a cada receta.

Si prefieres una pizza más crujiente, estira la masa lo más fina posible. Si te sobra masa o quieres prepararla con antelación, puedes guardarla en la nevera en un recipiente hermético por hasta 2 días. Si prefieres congelarla, envuelve la masa ya fermentada en papel film y guárdala en el congelador por hasta 1 mes.

Esponjosa con la corteza o cornicione (como lo llaman en Nápoles) hinchado. Baja y crujiente, alta y suave: la pizza tiene muchas caras, hoy os mostramos la más clásica, común y perfecta para hacer en casa en pocas horas.

La masa para pizza que os proponemos, de hecho, sube durante unas 6 horas: podréis organizaros para prepararla en el día y disfrutarla por la noche con los ingredientes que más os gusten. Una receta básica simple para una pizza casera que se prepara con pocos ingredientes y luego se adorna como mejor se crea, tal vez dándole una forma inusual, como nuestra esponjosa rosca de pizza.

Para preparar la masa para la pizza, hemos decidido amasarlo todo a mano, pero si preferís utilizar la amasadora, podréis seguir el mismo procedimiento, usando el gancho a velocidad media baja. Primero, verted las dos harinas en un bol, desmenuzad la levadura dentro y verted un poco de la cantidad de agua. Mezclad con una cuchara de madera y agregad el agua lentamente. Luego unid el agua restante, siempre lentamente, hasta obtener una masa homogénea; ayudáos con las manos para trabajarla mejor.

Una vez obtenida una masa lisa, dejadla reposar en la superficie de trabajo durante unos diez minutos cubriéndola con el bol. Una vez reposada, dadle un pequeño doblez: imaginad que la esfera está dividida en 4 partes, tomad el extremo de cada una, estiradlo suavemente y dobladlo hacia el centro. Dadle la vuelta sobre sí misma, formad una esfera. Transferid la masa formada así en un bol, cubridla con film transparente y dejad que suba. Para mayor comodidad, podéis poner el bol en el horno apagado pero con la luz encendida, así el interior alcanzará una temperatura de 26-28°, ideal para la fermentación; alternativamente, también podéis dejar el bol en un lugar cálido.

Pasado el tiempo de fermentación, la masa estará hinchada, así que transferidla a la superficie de trabajo y divididla con una rasqueta en 3 piezas de 265 g. Si es necesario, podéis enharinar ligeramente la superficie de trabajo. Repetid lo mismo para los otros 3 extremos de la masa. Una vez que la masa haya subido, debe cocerse. Si preferís conservarla, se puede reducir la cantidad de levadura, cubrir el bol con film transparente y dejarla reposar en el frigorífico durante 8-12 horas. Pasado el tiempo, será suficiente dejar que la masa vuelva a temperatura ambiente y luego continuar según la receta. La masa para pizza una vez fermentada también puede congelarse, mejor si ya está dividida en porciones, y conservarse en una bolsa para congelar. Posteriormente, será suficiente dejar descongelar la porción a temperatura ambiente y continuar según la receta.

Nuestra masa para pizza en jerga se dice que está cortada. Significa que hay dos tipos de harinas, la 00 y la manitoba. Lo que significa que el bajo valor proteico de una y el alto valor de la otra crearán un valor perfecto para la pizza, que está entre W260 y W300. La letra W es un indicador del porcentaje de proteínas presentes en la harina. Un valor bajo corresponde a una harina débil, generalmente las más indicadas para repostería. Un valor alto favorece las masas fermentadas porque es más rica en gluten. ¿Qué es el gluten?

Podéis cocer las pizzas individualmente. En este caso, después de estirar la primera pizza, podéis hornearla a 250°C durante 6 minutos solo con un poco de aceite. Pasados los 6 minutos, sacadla del horno, condimentadla y cocedla otros 6 minutos. Siempre recomendamos el uso de una piedra refractaria.

Si en cambio preferís hacer una pizza en bandeja. Con estas cantidades podéis hacer una pizza en bandeja grande de 30x40 cm. En este caso, no tendréis que hacer 3 bollos, sino uno solo.

Todas las harinas absorben de manera diferente, por lo que cambiar la mezcla propuesta o usar harinas diferentes implica tener que ajustarse de manera distinta con los líquidos de la receta, además variará necesariamente el resultado final.

Espero que con esta receta de masa de pizza casera obtengáis resultados de pizzería profesional. Con ella podéis hacer cualquiera de estas recetas de pizza. Y, cuando domines esta masa, puedes pasar al siguiente nivel, y aprender a hacer una auténtica pizza napolitana.

En un bol, vuelca la harina mezclada con la sal, haz un hueco en el centro y vierte la leche o agua templada con la levadura desleída,el azúcar, el aceite, mezcla inicialmente con una cuchara de madera y en cuanto comience a hacerse grumos, mete la mano sin miedo y amasa hasta obtener una bola ligada. Espolvorea harina, cubre con film transparente y mientras preparas el resto de ingredientes, déja que leve en un lugar cálido, en una media hora (o antes estará lista).

Ayuda a la masa a crecer, para ello pones medio vaso (porcelana/cerámica) de agua en el microondas, programas dos minutos a máxima potencia, el agua hervirá y generará vapor y calorcito, así que aprovecha, abre el microondas, retira el vaso y pon la masa de pizza cubierta de film transparente, cierra rápido el microondas, verás que masa tan feliz, crecerá enseguida.

Cuando la masa esté lista, espolvorea un poco de harina en una superficie de trabajo (puede ser la encimera o la mesa de la cocina), aplasta ligeramente la masa con las manos. Estira con la punta de los dedos la masa formando la pizza o directamente estira con el rodillo para que quede todo lo finita que te guste, es mejor que este paso lo hagas sobre un papel de hornear así te resultará más fácil de pasar a la bandeja de hornear, también la puedes aceitar y poner la masa encima y no se te pegará.

Cubre con salsa de tomate , espolvorea orégano o albahaca y hornea durante unos 8-10 minutos.Ya doradita, retira un momento y añade el queso o mozarella, vuelve a hornear 3-5 minutos hasta que el queso esté bien fundido.Retira, espolvorea orégano o albahaca y sirve.

Puedes hacer el doble (o triple) de la MASA de la receta y congelarla para una siguiente vez.Para descongelarla, la sacas la noche anterior y la dejas en la nevera, o la sacas unas 2 o 3 horas antes y la dejas a temperatura ambiente con la bolsa abierta.

Si la quieres hacer en Thermomix, mira ESTA receta y hazla igual con estos mismos ingredientes.

Salsa de tomate: Mientras leva la masa, pon la salsa de tomate en un colador para que escurra el líquido que tenga sobrante. A la masa de pizza no le gusta el exceso de agua.

PRECOCINADA. Puedes hornear la pizza entre 5 y 7 minutos (sin queso), apenas hecha y congelarla. Después la puedes sacar del congelador y continuar el horneado en el momento que quieras.

El horno a alta temperatura y una piedra dentro bien caliente nos dará suela como esta. Si me preguntas si esta masa es tan rica como la de la “Masa de pizza levado en frío”, te diré que no, pero la de levado en frío hay que planificarla con días de antelación y ésta la puedes amasar media hora antes de meterla en el horno y a veces hay que ir por el camino del medio porque es imposible ser sublime a tiempo completo.

Una cosa sí te digo, ya quisieran en muchos sitios que se dedican a vender pizzas, que te cobran por ello y no saben ni la mitad de ricas que esta y créeme que lo que te digo es pura verdad testada. A disfrutar.

Ingrediente Cantidad
Harina de trigo 1 kg
Agua fría 560 ml
Sal 25 g
Aceite de oliva 25 ml
Levadura instantánea 14 g

tags: #como #hacer #pizza #con #levadura #instantanea