Cómo Conservar Zanahoria Rallada y Entera: Guía Completa

La conservación adecuada de alimentos como las zanahorias y otros vegetales frescos es clave para evitar el desperdicio alimentario. Algunas verduras, como las zanahorias, se pueden conservar durante un largo periodo de tiempo en el congelador, pero existe un ligero riesgo de perjudicar el producto y estropearlo si no se hace correctamente.

Las zanahorias se pueden comer de muchas maneras: enteras, ralladas, en cremas, guisos y en recetas dulces como las tartas. En todas estas elaboraciones, el congelador permite conservarlas si sobran algunas raciones o no se van a utilizar de manera inmediata. Aquí te mostramos cómo hacerlo correctamente.

Congelar Zanahoria Rallada

Puedes conservar zanahorias crudas en el congelador para mantenerlas en un estado óptimo y alargar el tiempo de consumo de la hortaliza. Sin embargo, es muy importante que congeles las zanahorias frescas y no ya algo pasadas o ya cocinadas; es la mejor forma de conservarlas, ya que si las metes en el congelador después de cocinarlas perderán algo de sabor y textura. Con esta premisa, te recomendamos que congeles la verdura fresca para evitar que se estropee siempre y cuando no vayas a utilizarla de manera inmediata.

Para congelar zanahoria rallada correctamente, sigue estos pasos:

  1. Pon a hervir agua fría en una olla y prepara otra con agua y hielo.
  2. Añade la zanahoria rallada en el agua hirviendo para blanquearla: espera dos minutos después de hervir el agua de nuevo una vez la has agregado.
  3. Utiliza un rallador para escurrir la zanahoria rallada y la viertes en la otra olla de agua con hielo. Procura que la zanahoria quede sumergida presionando con un colador al menos durante dos minutos más para terminar de blanquearla.
  4. Escurre de nuevo la zanahoria en el colador y colócala sobre papel de cocina para que se seque.
  5. Guarda la zanahoria rallada en la nevera durante 30 minutos para que termine de secarse y quede fría antes de depositarla en el congelador.
  6. Introduce la zanahoria en una bolsa de congelador con cierre hermético, evitando que quede completamente llena y eliminando el aire del interior antes de cerrar la bolsa.
  7. Por último, coloca la bolsa con la zanahoria rallada en el congelador, dejando espacio a su alrededor para que se congele más rápidamente.

Congelar Zanahoria Entera

También puedes congelar la zanahoria entera. El procedimiento es muy sencillo:

  1. Lava y pela las zanahorias frescas.
  2. Escalda las zanahorias para evitar que se decoloren y ablanden cuando las descongeles.
  3. Escurre el exceso de agua del escaldado y las colocas sobre papel de cocina para que se sequen.
  4. Guarda las zanahorias enteras en bolsas herméticas y las metes en el congelador.
Infografía que muestra los pasos para congelar zanahorias enteras.

Congelar Zanahoria Guisada

Pese a que es la opción menos recomendable porque la textura se pierde y el sabor queda también algo distinto tras el descongelado, puedes congelar la zanahoria cocida. Para ello, lo mejor es cortarla en cubos y, en los guisos, evitar congelarla junto a patatas y otros hidratos de carbono cuyo congelado es mucho más complicado.

Congelar Tarta de Zanahoria

¿Te ha sobrado tarta de zanahoria y quieres congelarla? Puedes hacerlo de la siguiente manera:

  1. Envuelve las porciones en una capa doble de envoltura de plástico. La tarta debe estar fría antes de envolverla.
  2. Añade una capa de papel de aluminio para envolver la tarta nuevamente.
  3. Guarda los trozos de pastel en el congelador lo más aislados posibles para que nada los aplaste.

Congelar Crema de Zanahoria

La crema de zanahoria se puede congelar de manera adecuada con estas recomendaciones:

  1. Separa la crema en varios recipientes para guardarla en diferentes raciones.
  2. No los llenes por completo porque la crema puede expandirse en la congelación.

Deliciosas Zanahorias al Ajillo cocinadas de una manera rica y diferente!

Cómo Conservar las Zanahorias en el Congelador

Tras descubrir que se puede congelar la zanahoria bien, te interesará saber cómo conservar las zanahorias en el congelador de la mejor forma posible. Con estos sencillos pasos lo conseguirás:

  1. Pela las zanahorias y las cortas en dados o rodajas.
  2. Blanquea los trozos poniendo agua a hervir y añadiendo las zanahorias una vez está hirviendo.
  3. Cuando el agua vuelva a hervir con las rodajas de zanahoria sumergidas, las retiras de la olla.
  4. Las colocas en un recipiente y las pones en remojo con agua fría.

Aunque las zanahorias congeladas te servirán para muchas recetas, como guisos, sopas, purés o arroces por ir cocinadas en estas, no será así en aquellas elaboraciones en las que necesites la verdura en crudo, como las ensaladas, por la pérdida de textura durante el proceso.

Cómo Descongelar Zanahorias Correctamente

Para descongelar la zanahoria correctamente, la debes sacar del congelador y guardar en la nevera durante varias horas. De esta manera, respetarás el tiempo de descongelado que necesita ya que lo hará poco a poco. Si optas por descongelar la hortaliza a temperatura ambiente o con agua caliente, se descongelará muy rápido y perderá su textura crujiente.

Consejos Adicionales para la Conservación de Zanahorias

En el momento de saber cómo conservar los vegetales, hemos de tener en cuenta que no todos soportan igual el método de conservación en frío, algo que también sucede con las frutas. Como consecuencia, comprobarás que hay verduras que sí lo necesitan y otras que no; aunque entre las que sí es conveniente guardar en la nevera se deben seguir una serie de normas básicas para que duren más tiempo en condiciones óptimas.

Lo principal es el sitio de la nevera en que debes introducir estos productos frescos: los cajones. En este caso, lo más adecuado es almacenarlas en un sitio aireado en el que no les de la luz directa. Asimismo, deberás hacerlo por separado. Nunca juntes las patatas, los ajos y las cebollas con otros vegetales o frutas.

Hay otras verduras que sí debes guardar en la nevera: espinacas, rábanos, espárragos, berenjenas, lechugas, zanahorias, brócoli, coles de Bruselas, champiñones, guisantes y judías verdes. Antes de guardarlas en los cajones del frigorífico, resulta aconsejable limpiarlas de tierra y eliminar las partes que no estén en perfecto estado, magulladas o marchitadas, como pueden ser las hojas exteriores. Lo mismo sucede con frutas y resto de hortalizas.

Puedes guardar los vegetales en la nevera en el propio envase en el que vienen si este tiene agujeros para que circule el aire, o en caso contrario tendrás que revisar con frecuencia para comprobar que no se haya formado moho.

Las zanahorias merecen mención aparte, porque sí se conservan mejor cuando están en un ambiente húmedo. Así que tienes varios trucos para conseguirlo. Puedes guardarlas en la nevera dentro de un recipiente con agua, aunque tendrás que cambiarla con frecuencia. No es lo más práctico, pero sí lo más efectivo para mantenerlas frescas y sabrosas.

Las verduras crudas que hayas cortado deberás introducirlas en frascos de cristal o en recipientes herméticos y después introduce en la nevera.

El Origen y las Variedades de la Zanahoria

La zanahoria forma parte de la dieta mediterránea desde sus orígenes. En aquellos momentos, se consumía una variedad distinta a las que conocemos actualmente, de color púrpura con el interior amarillo pálido. Originalmente se consumían únicamente sus hojas y semillas, pero no la raíz, que es lo que consumimos en la actualidad.

La zanahoria naranja, variedad más consumida a día de hoy, fue seleccionada en los Países Bajos. Según cuenta la historia, debe su origen a que en aquellos momentos buscaban priorizar la tonalidad naranja a la hortaliza, para hacer honor a la Casa Real Holandesa. A día de hoy esta es la variedad más producida a nivel mundial.

Actualmente podemos encontrar variedades naranja, blanca, púrpura y amarilla:

  • Naranja: Rica en betacarotenos.
  • Blanca: También conocida como chirivía.
  • Púrpura: Rica en antocianinas, responsables del color azulado. Este compuesto tiene propiedades antioxidantes y beneficios en la prevención de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, entre otras.
  • Amarilla: Rica en luteína, responsable de su color amarillo.

Uno de los mayores peligros para la conservación de la zanahoria es la humedad, así que es importante almacenarla en un lugar ventilado. En el caso de almacenarlas en la nevera, puedes introducirlas en una bolsa de papel o tela, para evitar que se acumule la humedad.

Uno de los beneficios más conocidos de consumir zanahorias son sus propiedades sobre la vista, gracias a su alto contenido en vitamina A. En realidad, esto no significa que consumir esta hortaliza tenga un efecto de mejora en nuestra visión, sino más bien, hace referencia a que la deficiencia de vitamina A puede dar lugar a un daño en la vista, por eso es importante mantenerla en los niveles adecuados.

Destaca también por un alto contenido en fibra, principalmente cuando la consumimos en crudo. Sus beneficios para la piel son muy conocidos. Resulta una hortaliza ideal para tratar dolencias digestivas, ya sean crónicas o agudas. Su digestión es suave y además tiene efectos antiinflamatorios que ayudan a mejorar la evolución.

Recetas con Zanahoria

Aquí te dejamos algunas ideas para utilizar zanahorias en tus comidas:

  • Tortilla con champiñones, espinacas y cebolla: Receta rápida y sencilla perfecta para una cena.
  • Tarta de zanahoria y nueces: Este postre no dejará indiferente a nadie.
  • Banana bread con zanahoria: Para el desayuno, la merienda o el postre; siempre hay una buena razón para darle un bocado a nuestro delicioso y saludable pan de zanahoria y plátano.

Precauciones al Conservar Zanahorias en Agua

No, no es una buena idea meter las zanahorias cortadas en un tarro con agua para que se conserven más tiempo. Aunque estén en la nevera, por mucho que los trucos de influencers lo indiquen así en redes sociales.

El catedrático de microbiología Raúl Rivas explica que este “caldo” no solo es un líquido perfecto para bacterias, sino también para otros microorganismos, como los hongos. Estos crecerían incluso aunque no viésemos que el alimento cambia su aspecto, lo que supone un riesgo extra, dando la falsa sensación de que está en perfectas condiciones.

Un ejemplo de esas bacterias -aunque no la única- que podrían crecer usando el 'truco' que indican desde algunas cuentas de redes sociales, sobre todo aquellas que suben vídeos de organización para el hogar, es la Clostridium botulinum. Esta bacteria produce una toxina: la toxina botulínica, que causa el botulismo, una enfermedad que puede causar dificultad para respirar, parálisis muscular e incluso la muerte.

Rivas explica que aunque en principio creamos que conservar y tratar alimentos en casa puede parecer más seguro, se trata de una falsa sensación de control. “La industria tiene protocolos estandarizados y regularizados” en los que buscan “puntos críticos que puedan ocasionar un problema de salud”, indica el experto, que recuerda, además, que “vivimos en el momento donde existe una mayor seguridad alimentaria”, a pesar de que puedan existir fallos puntuales.

Alternativas Seguras para Conservar Alimentos

Aquí hay algunas alternativas más seguras para conservar alimentos:

  • Comprar lo que se vaya a consumir para evitar el exceso de comida.
  • Congelar los alimentos si no se van a consumir en un periodo corto de tiempo.
  • Hacer conservas siguiendo las reglas de higiene y un proceso adecuado.

Tabla de Valor Nutricional de la Zanahoria (por 100g)

Valor Nutricional Cantidad
Valor energético 78KJ / 19kcal
Grasas <0 g
De las cuales saturadas <0 g
Hidratos de carbono 3,3 g
Fibra alimentaria 1,2 g
Proteínas <0,6 g
Sal 0,16 g

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