La tarta de jamón y queso, también conocida como quiche, es una receta sencilla, deliciosa y nutritiva que gusta tanto a grandes como a chicos. Además, se trata de una preparación ideal para aprovechar algunas sobras de jamón o queso y realizar un plato muy rico que sirve tanto para un almuerzo ligero como para la cena.
Ingredientes y Preparación
La preparación de esta tarta de jamón y queso no es para nada compleja y cualquiera, incluso los menos habilidosos, podrán llevarla a cabo.
Masa
Lo primero que hacemos es colocar en un bol 400 g de mantequilla muy fría, 500 g de harina y una pizca de sal. Mezclamos todo con una varilla o con las manos hasta que obtengamos una consistencia parecida a la arena. Una vez hayamos conseguido la "arena" añadimos el zumo de un limón y 350 ml de agua fría aproximadamente.
Una vez tengamos la masa lista, la estiramos y la doblamos llevando la parte de la derecha hacia la mitad y después la parte de la izquierda. El procedimiento es el mismo que se utiliza para doblar un folleto en formato tríptico.
Cuando la masa esté fría, pincelamos con mantequilla el fondo y los bordes de un molde redondo que tengamos y la estiramos.
Relleno
A continuación vamos a preparar el relleno para la tarta. Para ello, lo primero que tenemos que hacer es verter en un bol 350 ml de leche evaporada y dos huevos. Vertemos la mezcla de leche evaporada y huevos sobre la masa.
Luego de picar las cebollas será momento de rehogarlas y dorarlas, para eso nada mejor que una sartén de teflón. Mientras se sigue dorando la cebollita, comenzamos a poner la tapa de pascualina en una fuente para tartas, en caso de no tener una puedes usar una fuente para pizzas. Como ves la fuente para tartas es genial porque es alta y permite que los bordes estén bien levantados.
Es importante antes de colocar la masa engrasar la fuente con mantequilla y harina para evitar que la masa se pegue arruinando la preparación. Si alguna parte del borde se rompe puedes usar agua para pegar la masa. Una vez en el molde, es ideal poner al horno la masa 5 minutos para que se tueste la parte de arriba de la tarta.
Sacamos la masa ya más seca y tostada del horno y le agregamos la cebolla. Antes de agregar la capa de cebolla, y si la masa no está lo suficientemente seca, puedes poner un poco de pan rallado en el fondo para que absorba la humedad. Después es momento de esparcir el jamón, que previamente puedes cortar a gusto, y añadir el queso.
Bate el huevo en un bol y se lo echas la tarta, el huevo agrega consistencia al relleno para que no se rompa tan fácilmente una vez que cortamos las porciones.
Pasados los 40 minutos, sacamos el molde del horno. Transcurrido este tiempo o cuando la misma esté doradita podrás sacarla del horno y disfrutar de todo su sabor. De seguro que encantará a todos en casa por eso ¡a disfrutarla! La voy a probar.
Variantes y Acompañamientos
Como buen gallego la empanada gallega forma parte del repertorio gastronómico de los momentos de mi vida. Y como no podía ser de otra manera, las empanadillas, como hermanas pequeñas, también son santo de devoción de mi familia desde siempre. Recetas sencillas y resultonas son acierto seguro, para el cocinillas que las prepara y para los comensales que la disfrutan.
Aunque las opciones de rellenos en las empanadillas son infinitos, y en el blog podéis encontrar unos cuantos. Desde unas deliciosas empanadillas caseras de atún, unas sabrosas empanadillas de pollo o de pollo con setas o estas empanadillas de puerros.
Esta receta tiene un pequeño truco que garantizará una textura jugosa. Se trata de añadir al relleno una parte de crema de queso. Esta crema la mezclaremos con el jamón y el queso aportando cremosidad y jugosidad al resultado final.
Troceamos el jamón cocido y el queso en daditos. Añadimos la crema de queso y comenzamos a integrar los tres ingredientes con un tenedor hasta conseguir una pasta lo más fina posible. Colocamos una oblea de empanadilla sobre una superficie de trabajo y situamos en el centro una cucharada de relleno de jamón y queso.
Con la punta de los dedos humedecemos ligeramente el borde de la oblea con agua y la doblamos sobre sí misma para sellarla. Cerramos los bordes de la empanadilla con la ayuda de las púas de un tenedor. Pintamos las empanadillas con huevo batido y, con el horno previamente caliente a 180º C. Horneamos durante 15 minutos con temperatura arriba y abajo, con aire caliente, hasta que veamos que están doradas.
Listas para disfrute de grandes y peques. Además de ser un plato fácil y rápido de preparar, se trata de una receta de rechupete.
Untamos un molde rectangular (los que utilizamos para el plum cake) con la mantequilla. Cubrimos la base del molde con rebanadas del pan sin corteza. Colocamos encima lonchas de jamón y a continuación lonchas de queso (las lonchas deben de ser finas porque sino podría empalagar). Volver a colocar rebanadas de pan, empaparlas con la mezcla y seguir añadiendo jamón y lonchas de queso.
Una vez arriba, colocar la parte del jamón inicial que quedaba colgando encima de todo el conjunto. Calentar el horno a 180ºC.
Calzone de Jamón y Queso: Otra Delicia Italiana
¡Aprende cómo hacer un calzone 100% casero! En esta receta Karlos Arguiñano te enseña cómo hacer la masa clásica del calzone y te propone un relleno clásico de jamón, queso, tomate y huevo con el inconfundible toque aromático de la albahaca fresca. Cocinado en el horno, descubre el tiempo y la temperatura para conseguir el calzone perfecto.
El calzone es un clásico de la cocina italiana y una variante de la pizza que caracteriza por estar cerrada y esconder en su interior todos sus ingredientes. Para su elaboración se utilizan los mismos ingredientes básicos que la masa de pizza: harina, agua, levadura, aceite de oliva y sal.
La diferencia es la forma y presentación, ya que el calzone se rellena y se dobla sobre sí misma, formando un sobre o media luna y se cocina cerrada en el horno. En esta receta lo que más tiempo te llevará será preparar la masa, ya que necesita un reposo de 30 minutos antes de estirarla. Luego solo tendrás que rellenarla de ingredientes, sellar y hornear en 18 minutos. 150 ml.
Preparación del Calzone
Empieza tamizando los ingredientes secos. En un bol grande tamiza la harina y la levadura prensada. Este paso te ayudará a que la masa quede ligera y sin grumos. Después, añade los líquidos. Haz un hueco en el centro de la harina tamizada e incorpora el agua tibia, el aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. El agua debe estar tibia para activar la levadura, pero no caliente, para evitar que muera.
Mezcla los ingredientes hasta formar una masa homogénea, puedes hacerlo con las manos o con una cuchara de madera. Sobre una superficie enharinada, amasa durante 6-8 minutos hasta que quede elástica y suave. Forma una bola y colócala de nuevo en el bol, cubre con un trapo limpio y deja reposar a temperatura ambiente 30 minutos o hasta que doble su tamaño.
Una vez ha fermentado divide la masa en dos porciones. Añade un poco de harina y estira con un rodillo hasta conseguir dos circunferencias finas. Pica el jamón cocido y el queso en trozos pequeños, pela el tomate y córtalo en rodajas finas.
Coloca los círculos de masa sobre una superficie plana. En la mitad pon una capa de jamón picado, unas rodajas de tomate, unos trozos de queso y un par de huevos (dejando espacio en los bordes). Añada sal y albahaca fresca picada para darle un toque aromático.
Para cerrar el calzone, unta los bordes de la masa con un poco de agua (se pegarán mejor). Precalienta el horno a 220ºC. Debe alcanzar esta temperatura antes de introducir el calzone. Cubre una bandeja de horno con papel de horno y coloca encima el calzone. Hornea durante 18 minutos o hasta que la masa esté dorada.
Saca del horno y deja reposar unos minutos antes de cortarlo. ¡Y listo! Ya puedes servir tu calzone de queso, huevo y jamón recién hecha. Lo más importante en esta receta es conseguir una buena masa. Debes dejarla fermentar el tiempo necesario para que coja textura, por lo menos 30 minutos, para conseguir una masa ligera y aireada.
Al estirar la masa debe quedar fina, de un grosor de unos 3-4 milímetros. Tampoco la estires demasiado, ya que si queda demasiado fina podría romperse al rellenarla con los demás ingredientes. La clave para conseguir un relleno cremoso está en el queso. Elige un queso que se funda bien, como mozzarella, para que al cortar el calzone esté derretido.
Además de jamón y huevo puedes añadir otros ingredientes como champiñones, espinacas o pepperoni para darle un punto picante.
El calzone es un plato bastante completo, ya aporta carbohidratos de la masa y las proteínas de los huevos y el jamón. Para completar el plato te recomiendo añadir el punto verde que le falta con una ensalada fresca como una ensalada de rúcula con tomate cherry y una vinagreta ligera. Además puedes servir el calzone con una salsa, desde la clásica salsa de tomate hasta una salsa de yogur y hierbas aromáticas para darle un toque más fresco.
Medialunas y Otras Delicias Argentinas
Diste con el lugar indicado: en Santo Pastel, nos tomamos muy en serio la panadería. Las medialunas, conocidas también como croissants argentinos, son una de las facturas más emblemáticas de la panadería argentina. Aunque comparten similitudes con el croissant francés, las medialunas tienen su propia identidad y sabor únicos. Cada medialuna se forma a mano y se hornea hasta alcanzar un dorado perfecto.
Existen dos tipos principales de medialunas en la panadería argentina: las medialunas de manteca y las medialunas de grasa. Las medialunas de manteca son más dulces y esponjosas, perfectas para acompañar con un café o té. «Las medialunas de Santo Pastel son el acompañamiento perfecto para cualquier desayuno o merienda 🧉»Cómo que todavía no acompañas los mates con nuestras medialunas?
Los vigilantes son otra factura clásica de la panadería argentina. Se caracterizan por su forma alargada y su masa hojaldrada y crujiente. Al igual que nuestras medialunas, los vigilantes de Santo Pastel se elaboran de manera artesanal.
La cremona es una factura tradicional argentina que se distingue por su forma circular y su textura crujiente. Su origen se remonta a la llegada de inmigrantes italianos a Argentina, quienes trajeron consigo sus recetas de panes y facturas. La masa de la cremona se prepara con harina, agua, sal, levadura y manteca. Se lamina varias veces para lograr una textura hojaldrada y crujiente. Cada cremona se forma a mano y se hornea hasta alcanzar un dorado perfecto.
La cremona es perfecta para disfrutar sola o acompañada de un poco de queso y dulce. Su sabor neutro la convierte en una opción versátil que se adapta a cualquier ocasión.
Los bizcochos criollos son una parte fundamental de la panadería argentina. Existen en variedades dulces y saladas, y cada uno tiene su propio sabor y textura únicos. En Santo Pastel, ofrecemos una variedad de bizcochos criollos dulces que son perfectos para acompañar con una taza de café o té. Estos bizcochos se preparan con harina, manteca, azúcar y levadura, y se hornean hasta alcanzar una textura esponjosa y un sabor ligeramente dulce.
Nuestros bizcochos criollos salados son una opción deliciosa para cualquier momento del día. Se preparan con harina, manteca, sal y levadura, y se hornean hasta que estén dorados y crujientes.
Ofrecemos una variedad de croissants para satisfacer todos los gustos. Desde los clásicos croissants de mantequilla hasta los rellenos de chocolate o almendra, cada uno de nuestros croissants es una delicia que no te puedes perder.
Los croissants de Santo Pastel son perfectos para cualquier ocasión. Puedes disfrutarlos solos, con un poco de mermelada o mantequilla, o rellenos de jamón y queso para una opción más sustanciosa.
Nuestras ubicaciones en Av. de Baleares 26, Carcagente 2 esquina Av. En Santo Pastel, estamos comprometidos con ofrecerte lo mejor de la panadería argentina.