Una ensalada de pasta es un plato veraniego perfecto: fácil de preparar, nutritivo, saludable, se puede dejar listo con antelación, llevar en el tupper para la playa… ¡es el plato del verano! Además, es de lo más versátil que hay.
Admite conservas, pollo, pescado, marisco... o, como en esta receta, vegetales que son los protagonistas absolutos. Empleamos tornillos pero son igual de válidas otras variedades de pasta, al igual que las verduras y hortalizas, que puedes poner las que más te gusten y/o tengas disponible en la despensa.
Aquí te presentamos una receta sencilla y deliciosa para preparar una ensalada de pasta de tornillo que encantará a todos.
Ingredientes
- 300 gramos de espirales de pasta
- 200 gramos de brócoli
- 1 unidad de zanahoria
- 1 unidad de pimiento rojo
- 1 bote de guisantes congelados
- 1 bote de maíz
- 1 unidad de cebolla morada
- sal
- vinagreta básica
Preparación Paso a Paso
- Pon dos cazos al fuego con agua y sal y cuando hierva en uno añade el brócoli en ramitos y los guisantes y en el otro, la pasta.
- Espera unos 6 minutos para sacar el brócoli y los guisantes y deja enfriar y manten la pasta el tiempo que indique el fabricante en el envase. Cuando esté, escurre y espera a que se enfríe.
- Pela la cebolla y la zanahoria y trocea ambas.
- Lava, seca, quita las semillas y el rabo del pimiento rojo y pícalo en daditos.
- Escurre el maíz y échalo en una ensaladera.
- Añade el resto de ingredientes y mete en la nevera hasta que estén fresquitos.
- Antes de servir, adereza la ensalada con una vinagreta básica de sal, vinagre y aceite.
Vierte la vinagreta sobre la ensalada de pasta y mezcla suavemente para cubrir todos los ingredientes.
¡Esta ensalada de pasta es una opción fresca y deliciosa para disfrutar en cualquier ocasión!
Como os decíamos, hacer una buena ensalada de pasta es fácil, pero la diferencia entre una delicia o un desastre sin gusto ni consistencia está en seguir algunas pautas.
Consejos para una Ensalada de Pasta Perfecta
Conseguir una ensalada de pasta deliciosa es realmente muy sencillo, si se tienen en cuenta unos principios básicos e ingredientes igual de básicos como la mayonesa, fundamental para la ensalada de pasta y atún.
La ensalada de pasta se prepara con pasta corta, es decir con formatos como los macarrones, fusilli o espirales, farfalle o lacitos, coditos de pasta, penne, etc.
Hay un secreto para saber qué formato escoger: si vamos a utilizar un ingrediente en trozos, como por ejemplo tomate cortado, verduras, queso en cubos, olivas, etc.
La pasta agradece mucho el reposo con su aliño y demás ingredientes para absorber los sabores pero, de nuevo, no más allá de dos horas.
La degustación debe ser fresca pero no sacada directamente de la nevera, por mucho calor que haga.
Lo ideal es que podamos degustarla directamente sin tener que cortar o preparar nada más, directamente en nuestro tupper o sirviendo en platos o cuencos desde la ensaladera.
Por eso ayuda que los ingredientes estén debidamente cortados, con un tamaño semejante, y en consonancia con el formato de la pasta.
Finalmente, no deberíamos acompañar las ensaladas de pasta con pan, aunque sí podemos añadir picatostes o croutons.
Para empujar los ingredientes, es preferible utilizar el cuchillo.
Preparación de la Pasta
La pasta para ensalada debe estar bien al dente, porque de lo contrario se pega, pierde consistencia y absorbe demasiado aceite al condimentarla.
Los envases de buena pasta italiana indican el tiempo exacto de cocción, si lo respetáis, o inclusive coláis la pasta 30 segundos antes del tiempo, os quedará al dente y perfecta.
Eso sí, siempre que debas cocer pasta, sigue estos 4 consejos básicos:
- Cantidad de agua: Debemos usar 1 litro de agua por cada 100 g de pasta, para que se rehidrate bien y no se pegue. La olla debe ser grande, ya que la pasta cocinándose aumenta su volumen, y el agua no debe llenar nunca más de las 2/3 partes de la olla, porque de lo contrario al hervir rebosará.
- Proporción de sal para cocer la pasta: La proporción adecuada de sal gruesa es de 12-15 g por cada litro de agua. La sal se agrega recién cuando el agua hierve, porque el agua salada hierve a una temperatura más alta, por lo que tarda más en entrar en ebullición.
- La pasta se echa al agua cuando está hirviendo, no hace falta esperar que la sal se disuelva. Mantenemos el fuego bien alto hasta que el agua vuelva a hervir, y en ese momento lo bajamos un poco para que no rebose, pero no demasiado porque tiene que continuar a hervir. Por todo el tiempo de cocción dejamos la olla destapada, y giramos 1 o 2 veces.
- Hay dos maneras de enfriar la pasta para preparar la ensalada: el primero y más rápido es colarla y pasarla inmediatamente bajo el chorro de agua fría, revolviendo con cuidado con una cuchara de madera. El otro método es extender la pasta ya colada sobre una fuente de horno, condimentarla con una cucharada de aceite y dejarla enfriar a temperatura ambiente. Este método es más lento, pero conservamos todo el sabor de la pasta.
La pasta necesita de un tiempo mínimo de enfriado antes de poder prepararla, por lo menos una hora.
Al contrario, se conserva muy bien si la preparáis el día anterior y la guardáis en un recipiente hermético en la nevera.
Si queréis preparar la ensalada de pasta con más anticipación, guardad la pasta sola, condimentada sólo con un poco de aceite, en un recipiente hermético en la nevera.
La ración media de pasta es de 80 g por persona. Si sois de buen comer podéis agregar 10 o inclusive 20 g más por comensal.
Variaciones y Alternativas
A continuación, te presentamos algunas ideas para variar tu ensalada de pasta:
- Ensalada Caprese: Mezcla la pasta cocida con tomate fresco, queso mozzarella y hojas de albahaca fresca. Adereza con una vinagreta básica.
- Ensalada con Pesto: Mezcla la pasta cocida con pesto casero, tomates secos rehidratados y queso parmesano rallado.
- Ensalada con Pollo: Agrega pechuga de pollo a la parrilla y brócoli cocido al dente a tu ensalada de pasta.
- Ensalada Templada con Verduras Asadas: Asar berenjenas y pimientos rojo y amarillo y mezclarlos con pasta penne.
- Ensalada Orzo con Salmón Ahumado: Mezcla pasta orzo con salmón ahumado, alcaparras, rábano y rúcula.
¿Os han gustado estas recetas de ensalada de pasta? Las ensaladas de verano de pasta han conquistado nuestro repertorio de cocina alargando su vida todo el año. No vamos a negar que tienen muchas ventajas -son fáciles, rápidas y saciantes-, pero tampoco son un comodín en el que todo vale.
Al igual que sucede con la clásica ensalada campera, cada cual tiene sus gustos y no pretendemos imponer reglas canónicas inamovibles. Curiosamente, en Italia es más común referirse a estos platos como pasta fredda, si bien cada vez más se puede leer el concepto de insalate di pasta.
Ambos conceptos son ligeramente diferentes, especialmente si tenemos en cuenta lo que entendemos nosotros habitualmente por "ensalada": un gran conjunto de muchas cosas mezcladas en una ensaladera.
Tampoco está de más remarcar la diferencia entre 'ensalada de pasta' y 'ensalada con pasta'. Esta segunda opción es más aconsejable si se busca un plato más ligero o nutritivo, en el que la pasta sea solo un componente más del plato, y no la base.
La pasta fresca es deliciosa pero poco recomendable en una ensalada. Su textura diferente y más delicada no la hacen apropiada para tomar fría, y sería una pena desperdiciarla en platos que no saquen a relucir sus virtudes.
Ensalada de Pasta completa. Con Trucos para una Ensalada muy jugosa y sabrosa.
Aunque en Italia no dudan en utilizar formatos largos, para nuestras ensaladas es más aconsejable elegir entre los tipos de pasta corta, de forma regular y superficie estriada, o con recovecos, estilo espiral.
Los formatos más fáciles de encontrar son penne rigate -plumas o "macarrones", también en calibre más pequeño-, rigatoni, maccheroni o elicoidali, conchiglie, pipe -"cuernos" y fusilli/rotini -"tornillos"-.
En formas más especiales podemos hacernos con con gigli, casarecce, radiatori, malloreddus o rocchetti.
Pasarnos de cocción es uno de los errores más frecuentes que cometemos al cocinar pasta. En caliente es recomendable sacarla un poco antes incluso de lo recomendado porque continuará la cocción con la salsa. En los platos fríos sí conviene respetar el tiempo indicado por el fabricante para obtener la textura al dente o pasarnos un minuto, si no nos gusta demasiado dura.
El pecado mortal de enjuagar la pasta bajo el grifo sí está permitido en las ensaladas, pero procurando que sea bien fría, para cortar la cocción. Eso sí, primero la escurriremos brevemente conservando parte del líquido de la cocción: podría ser muy útil para aligerar el aliño o salsa.
Otra opción es desplegar la pasta cocida y escurrida sobre una gran bandeja para que se enfríe, aunque este paso puede darnos una pasta muy sosa.
Una buena idea es depositarla en el cuenco o fuente con una parte del aliño o ciertos ingredientes jugosos, que no sean crujientes.
Repetimos una de las máximas que siempre hay que tener en cuenta confeccionando cualquier ensalada: no es un cajón de sastre o el destino de todas las sobras de la nevera.
Las ensaladas de pasta buscan ser platos completos, así que nos interesa incluir verduras y proteínas.
Si el plato va a reposar muchas horas antes de ser comido, optaremos por vegetales ya cocinados o que aguanten bien una vez cortados.
En el caso de que preparemos la ensalada con una o, como mucho, dos horas de antelación, sí podemos jugar con los contrastes crujientes en crudo.
Si no tenemos claro cuándo vamos a comerla, las verduras cocinadas son la mejor alternativa.
Podemos recurrir a prepararlas a la plancha o asadas, cocidas en su punto, en conserva o encurtidas, que además añadirán un sabor más potente.
En cuanto a las proteínas, podemos escoger una o dos, siempre que encajen entre sí: ventresca de atún o bonito, algún ahumado, huevo, sardinillas o caballa, anchoas o boquerones, pollo a la plancha o asado, perdiz escabechada, tofu, edamame o garbanzos, etc.
Los quesos frescos como la clásica mozzarella, el queso de Burgos o el feta también encajan bien, y podemos marinarlos previamente.
Los curados rallados como el Parmesano o un manchego sumarán mucho más sabor, y se puede mezclar con el aliño.
Una ensalada sin aliño es más triste que un día sin pan, pero tampoco hay que pasarse.
Muchos italianos se echarían las manos a la cabeza al vernos mezclar la pasta con mayonesa, pero siendo permisivos, podríamos preparar un aliño ligero añadiendo una pequeña cantidad del calórico condimento.
Buen aceite de oliva virgen extra, un pequeño toque de vinagre de calidad y poco más es lo que necesita una sabrosa ensalada de pasta.
Si queremos darle más contundencia podríamos hacer una vinagreta con mostaza, algo de yogur natural, o un poco de salsa Worcestershire/Perrins.
Mucho más aroma y sabor lograremos con ralladura y zumo de limón, pasta de anchoas, tomates secos en aceite, un poco de pesto, encurtidos o abundantes hierbas aromáticas.
¡Disfruta cocinando y compartiendo!